- Gustavo Manrique, ministro de ambiente en Ecuador, explica en entrevista con Mongabay Latam que la decisión de declarar reserva marina a las primeras ocho millas de todo el mar del territorio continental del país es una respuesta a la intención de algunos asambleístas de reducir la protección que la ley ya le confiere a ese espacio.
- En la costa de Ecuador, sin embargo, ya existen reservas marinas que no están siendo debidamente protegidas y que se encuentran amenazadas como, por ejemplo, Cantagallo-Machalilla cuyo plan de manejo, además, está pendiente de ser aprobado desde el 2019.
En la Conferencia Anual Our Ocean, que se desarrolló en Panamá durante la primera semana de marzo y que buscó que los países se comprometieran con acciones concretas para proteger los océanos, el gobierno de Ecuador anunció que las primeras ocho millas de mar a lo largo de todo el perfil costero de su territorio continental serán declaradas Reserva Marina.
Se trata de la primera área protegida de este tipo en el mundo y que abarca un total de 1.5 millones de hectáreas, aseguró el gobierno de Guillermo Lazo, lo que permitirá la protección de especies emblemáticas como la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), mantarrayas, tiburones y cuatro de las siete especies de tortugas marinas del mundo.
Las primeras ocho millas contadas a partir de la línea de playa son cruciales. Allí, el fondo marítimo blando —conformado por arena, arcilla y otros sedimentos— sirve como alimento para múltiples organismos y es también el lugar donde se reproducen numerosas especies de peces. Es por eso que la ley ecuatoriana ya establece que únicamente pueden pescar en esa área las embarcaciones artesanales y que la actividad pesquera industrial está prohibida.
¿Por qué entonces Ecuador decidió declarar reserva marina un espacio que ya está protegido? Mongabay Latam conversó sobre esto con el Ministro del ambiente, Gustavo Manrique, y también sobre la estrategia para asegurar el resguardo efectivo de ese espacio, considerando que en el país ya existen reservas marinas costeras que no han podido ser debidamente protegidas y que se encuentran amenazadas por la pesca ilegal.
—Ecuador anunció que las primeras ocho millas serán declaradas Reserva Marina, pero la ley ya protege las primeras ocho millas permitiendo que en ellas solo puedan pescar embarcaciones artesanales. ¿Qué diferencia hay con lo que se ha anunciado?
—En Ecuador, proteger las primeras ocho millas ya es una ley, pero quiero compartirte que el año pasado los asambleístas estuvieron discutiendo para reducir la protección de ocho millas a tres millas. Como es potestad del ejecutivo la creación de reservas marinas y las reservas marinas están amparadas en la constitución, el presidente Guillermo Lasso decidió elevar esta franja de mar al máximo grado de protección para que ya no haya más diálogos de decentrevisir “voy a reducir la protección”.
Las ochos millas estaban protegidas por ley. Ahora lo que hemos hecho es treparlas a la constitución, para ya no estar al antojo de una ley, sino a la protección de una constitución, dándole garantía jurídica. Es un chaleco antibalas que le hemos puesto a las ocho millas.
—¿Qué es lo que estará autorizado y prohibido dentro de estas ocho millas cuando sean reserva?
—Ahora lo que viene es un plan de socialización muy fuerte, muy robusto, que arroja un plan de manejo ambiental. En términos generales, estaría permitida la pesca artesanal, la pesca deportiva, actividades de buceo, ciencia e investigación. No estaría permitida la pesca industrial, la pesca semi industrial y en la gran mayoría [de este espacio] no habrá bloques petroleros o de gas. En una parte del sur, probablemente, quede una área pequeña con eso. Esta reserva está hecha para los pescadores artesanales. Ellos también han pedido que haya ciertas áreas que no se toquen [donde no haya ningún tipo de actividad productiva] porque son sitios de reproducción.
—¿Cómo se va a asegurar esa protección?
—El planeta entero se está volcando a proteger y en la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU, COP15, una de las conclusiones fue que tenemos que movilizar 200 mil millones de dólares al año para protección desde países ricos hacia países pobres. ¿A quién se lo van a dar? A quien tenga la constitución más robusta, a quien tenga los códigos orgánicos más robustos, a quienes tengan las legislaciones más robustas, los reglamentos más robustos, los acuerdos ministeriales más fuertes, los gobiernos subnacionales con mayores esfuerzos. Ahí está levantando la mano Ecuador. Al subir a grado constitucional [la protección de las primeras ocho millas] y darle la seguridad jurídica, lo que hemos hecho es levantar la mano y lanzar luces de bengala al mundo y decirle: “Esos recursos, una parte vienen para acá”.
Hay una máxima en administración que a mí me encanta decir: la estructura sigue la estrategia. Acá la estrategia es proteger las ocho millas, atrás viene la estructura: vienen barcos, vienen guardaparques, vienen GPS, tecnología y demás.
—Ecuador ya tiene reservas marinas en la costa que no han podido ser debidamente protegidas y están amenazadas. Mongabay Latam publicó una investigación, en octubre del año pasado, que demuestra que entre fines del año 2020 e inicios del 2022 el Ministerio de la Producción detectó al menos 44 alertas de pesca no autorizada dentro de las ocho primeras millas de la Reserva Marina Cantagallo — Machalilla. ¿Cómo Ecuador espera proteger las primeras ocho millas de todo el territorio continental si no está pudiendo proteger las primeras ocho millas de esta reserva?
—Nosotros estamos claros de nuestros talones de Aquiles, de nuestras brechas que sobre todo son presupuestarias. Yo no voy a ocultar el Sol con un dedo, lo de Cantagallo — Machalilla y temas de minería ilegal, pero son tantos los problemas que se necesita tiempo para resolverlos y estamos en eso, estamos avanzando. Hemos incrementado a un 42 % las áreas protegidas del país y todas tienen un mecanismo financiero detrás que lo soporta. Estamos ordenando la casa de nuevo, pero en el sector público las cosas a veces toman un poquito más de tiempo que en el sector privado.
—Usted señala que las brechas son sobre todo presupuestarias, pero ¿hay desafíos también en lo normativo y administrativo?
—Por supuesto. En pesca, por ejemplo, tienes que ver la capacidad de capturar por el sexo, es decir, machos o hembras; tienes que ver edades, tienes que ver tamaños, zonas, épocas. Todo eso es el plan de manejo participativo, para que cuando lo firme y lo declare el ministro, sea aplaudido por la comunidad.
—Justamente en Cantagallo — Machalilla hay un plan de manejo ya escrito que está pendiente de ser aprobado desde el 2019. Ese plan de manejo reconoce que dentro de la reserva existe pesca ilegal de embarcaciones industriales que pescan dentro de las primeras ocho millas recursos que luego convierten en harina de pescado, actividad que también estaría prohibida. El plan de manejo establece ciertas medidas para combatir ese problema, por eso los expertos señalan que es importante que se apruebe.
—No conozco el caso Machalilla en particular, son 72 áreas protegidas y no me sé de memoria todas las áreas, ni siquiera los nombres y no me avergüenza decirlo. Voy a revisar lo que me dices de Machalilla. En esa zona se mueve mucho narcotráfico y resulta complejo patrullar cuando no tienes los recursos en términos de infraestructura, de botes, aviones, gente y armas. De esta decisión de conservación vienen los recursos económicos para montar la infraestructura que necesitas para cuidar, para hacer los planes de manejo que faltan, pero más que hacer es para implementar aquello.
El anuncio del presidente Guillermo Lasso de las ocho millas fue el día jueves a las tres de la tarde. El día jueves a las 4:15, estábamos en una sola reunión con los 15 filántropos más grandes del mundo y con los tres países que consideramos son los más interesados en ayudar en esto: Alemania, Estados Unidos y Reino Unido. Todos decían ahora sí podemos movilizar estos recursos.
—En Ecuador solo está permitido comercializar los tiburones que fueron capturados de manera incidental, es decir, que quedaron atrapados accidentalmente en los aparejos de pesca. El problema es que la normativa no establece un porcentaje máximo de pesca incidental y los expertos aseguran que bajo esa excusa, miles de tiburones continúan siendo capturados en el país. Si bien no es competencia del Ministerio del Ambiente establecer ese porcentaje, sino del Ministerio de la Producción, los expertos insisten en que es uno de los pendientes más importante del país en temas de conservación marina. ¿En qué está eso?
—Como bien los has dicho, eso es un tema del Ministerio de Pesca y yo prefiero no entrar en ese tema, primero porque me ha ido muy bien respetando mis límites y respetando donde empiezan los derechos de los otros. Entiendo que el año pasado hubo un par de especies a las que ya les pusieron unos límites.
La noticia de las ocho millas la dimos el ministro de pesca y el ministro del ambiente. El presidente no pudo ir por su accidente. Era el único ministro de pesca en una reunión de conservación de océanos, entonces no quisiera nublar el momento que estamos viviendo, la tranquilidad que tienen los pescadores con esto, con el tema de los tiburones, pero coincido contigo en que hay que ponerle límites, que es un tema pendiente poner reglas más claras a esta lamentable pesca incidental.
—¿Es difícil la relación entre el ministerio del ambiente y de pesca a la hora de conservar los océanos? ¿Hay una coordinación, un trabajo en conjunto entre las dos carteras?
—El presidente Guillermo Lasso dio una directriz muy clara: la conservación tiene rostro humano. Si vamos a cuidar la naturaleza es porque le genera bienestar a los ecuatorianos. Esa directriz, esa máxima, ha hecho que la articulación entre el ministro de pesca, Julio José Prado, y su viceministro, Andrés Arens, y nosotros sea absolutamente armónica, con diferencias y coincidencias como las hay en un matrimonio o en una sociedad, que nos permite ir avanzando al ritmo que estamos avanzando, donde hemos creado 12 áreas protegidas nuevas, la Reserva Marina Hermandad que nos permite tener el corredor transfronterizo más grande del mundo, el crecimiento de 300 % de las áreas de protección hídrica. Si conservamos estas ocho primeras millas, todo está guiado para que haya más recursos, más peces. ¿Quién se puede negar a eso?
*Imagen principal: Gustavo Manrique, Ministro de Ambiente y Julio José Prado Ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca durante la conferencia Our Ocean en Panamá. Foto: Ministerio de Ambiente.
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