- Un proyecto de conservación podría volver a repoblar la isla Chañaral de yuncos, ave marina que dejó de mirarse en este lugar en 1943. Algunos expertos aseguran que el linaje que habitó originalmente la isla se extinguió.
- Por ahora los resultados son exitosos puesto que, después de décadas, nació por primera vez un polluelo de yunco en la isla.
Desde que los zorros fueron introducidos en la isla Chañaral en la década de los treinta, los yuncos (Pelecanoides garnotii) desaparecieron de este lugar que es parte de la reserva nacional Pingüino de Humboldt. La última de esta aves nacida en isla Chañaral había sido registrada en 1940.
Más de 70 años después, en 2016, un equipo de expertos de la Corporación Nacional Forestal, el organismo en Chile encargado de administrar las áreas protegidas terrestres en Chile, junto con la organización no gubernamental internacional Island Conservation, dedicada a la restauración ecológica de islas, se dieron a la tarea de que los yuncos vuelvan a habitar esta antigua colonia.
En noviembre del 2022, los científicos festejaron el primer gran logro: había vuelto a nacer un yunco en la isla Chañaral. La enfermedad de la gripe aviar, sin embargo, interrumpió el proyecto que antes ya había sido detenido por la pandemia del COVID-19. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Cuáles han sido los retos que los investigadores han logrado sortear?
La desaparición de los yuncos
La isla Chañaral forma parte de la Reserva Pingüino de Humboldt que, hasta inicio de la década de los cuarenta, estaba habitada por una gran cantidad de yuncos. Esta ave marina, también conocida como petrel buceador peruano, es endémica de la corriente Humboldt por lo que solo se le puede encontrar en Chile y Perú.
En la isla Chañaral había tantas parejas de yuncos que se consideraba la colonia de esta especie más grande a nivel mundial. Según María José Vilches, coordinadora de conservación de Island Conservation en Chile, en la isla se llegaron a registrar hasta 100 000 parejas reproductoras. Sin embargo, para 1943 no quedaba ni un solo yunco, complementa el biólogo marino experto en aves, Yerko Vilina. ¿Qué pasó?
La isla Chañaral, antes de que fuera declarada área protegida en 1990, fue continuamente ocupada por pequeños asentamientos humanos. “Incluso hay vestigios de culturas prehispánicas, como los changos, y se han encontrado influencias incas”, asegura el guardaparques, Cristian Rivera. No fue hasta la década de los treinta que el ser humano acabó con la población de yuncos. Ello ocurrió cuando “un magnate minero introdujo zorros en la isla que aniquilaron a la población de yuncos. No quedó ninguno”, cuenta Vilina.
Más de siete décadas después del último registro que se tiene de esta ave en la isla, que data de los años cuarenta, Conaf e Island Conservation se dieron a la tarea de restaurar la isla Chañaral para que los yuncos vuelvan a habitarla.
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Primera etapa: erradicar a los conejos
La primera etapa consistió en erradicar a las especies invasoras. Después de que los zorros exterminaron a los yuncos, estos también desaparecieron de la isla. Sin embargo, quedaron otros animales que también habían sido introducidos: los conejos europeos.
Cuentan los habitantes de la región que los conejos fueron llevados por primera vez a la isla Chañaral para que sirvieran de alimento al farero, el hombre que tenía la misión de mantener y vigilar el faro que todavía existe en el lugar. Estos animales invasores erosionaron el suelo y disminuyeron la vegetación nativa alterando los sitios de nidificación de las aves marinas, explica Vilches. De hecho, “si uno camina sobre una yunquera natural, uno siente al suelo como esponjoso”, cuenta Rivera. En cambio, agrega, “si uno camina actualmente sobre los suelos donde estaban los yuncos (y donde luego habitaron los conejos) es un suelo duro, muy compactado”.
Erradicar los conejos era, por ende, un primer paso importante en la misión de restaurar la isla y recuperar la colonia de yuncos. Además, ya existía la evidencia de que en isla Choros —que también es parte de la Reserva Pingüino de Humboldt y donde todavía hay yuncos— los conejos habían invadido los nidos de estas aves. Tras la erradicación de la especie invasora en isla Choros, “la población reproductiva de yuncos está aumentando”, asegura Vilches.
Para el 2017, la isla Chañaral fue declarada libre de mamíferos invasores y los investigadores pudieron avanzar en la segunda etapa: el repoblamiento de yuncos.
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Segunda etapa: restablecer la colonia
Según Vilina, en la isla Chañaral habitaba originalmente un linaje de yuncos distinto a los que se encuentran en la isla Choros y en el resto de la corriente de Humboldt. Eran, asegura, los llamados yuncos colorines. “Ese linaje, ese genoma, se perdió”, sostiene el experto por lo que enfatiza que, si bien puede lograrse el repoblamiento de yuncos en Chañaral, es imposible restablecer la colonia que existía antiguamente.
Vilches y Rivera aseguran no tener conocimiento sobre aquel genoma extinto. Aun así, lograr que la isla vuelva a ser un lugar de reproducción de yuncos es todo un reto. Según explica Vilina, los yuncos pertenecen a un grupo de aves llamado procelariformes que agrupa también a albatros y fardelas. Entre sus características está la monogamia y también la filopatría. Esto último se refiere a que estas aves regresan a reproducirse al mismo lugar donde ellas nacieron. Si eso es así, ¿cómo es posible recuperar una colonia en un lugar donde los yuncos se extinguieron?
Vilches explica que Isla Choros, donde actualmente se concentra la población reproductiva de yuncos más importante en Chile, se encuentra a 16 kilómetros de distancia de la isla Chañaral. Esa cercanía es fundamental para que la técnica de atracción social, que los investigadores están aplicando, tenga éxito. De hecho, “en un reciente estudio se determinó que existe un mayor porcentaje de recolonización en aquellas islas que cuentan con una población fuente dentro de los 25 kilómetros más cercanos”, asegura Vilches.
Dicha técnica de atracción social consiste en hacer creer a los yuncos que, en isla Chañaral, hay una colonia activa. Si los científicos logran convencer a las aves de que eso es así, entonces ellas podrían querer intentar habitar ese lugar. Pero, ¿cómo lo hacen?
El guardaparque Cristian Rivera explica que se construyeron nidos artificiales y se instalaron dos juegos de parlantes alimentados por energía solar que emiten llamadas de yuncos para atraer a los adultos cercanos a anidar en la isla. Según Vilches, se trata de uno de los primeros proyectos de este tipo implementados en una isla chilena.
El resultado fue mucho más rápido de lo que los investigadores esperaban, puesto que “solo unos días después de que se instalaron los dos sistemas de sonido, los yuncos o petreles comenzaron a llegar a la isla para explorar los alrededores”, cuenta Rivera. En 2020, sin embargo, la pandemia del COVID-19 impidió que los investigadores volvieran a la isla. Durante casi dos años “el sistema continuó funcionando sin que nadie lo pudiera ir a ver”, relata el guardaparques. Cuando pudieron regresar, a finales del 2022, el equipo encontró tres madrigueras excavadas de forma natural y dentro de una de ellas un polluelo de yunco, el primero nacido después de décadas.
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El futuro de la investigación
Un nuevo contratiempo se ha interpuesto en el desarrollo del proyecto: la gripe aviar. Según Rivera, las visitas se detuvieron nuevamente por razones de bioseguridad. Por lo mismo, el equipo no ha podido analizar las imágenes de las cámaras trampa que instalaron en la isla para observar el movimiento de los yuncos y del polluelo recién nacido.
Rivera asegura que se han registrado aves muertas en la isla producto de la gripe aviar. Gaviotas, cormoranes y pingüinos muertos han sido recogidos por personal del Servicio Agrícola Ganadero, el organismo público en Chile encargado de gestionar la crisis. Sin embargo, “no hemos encontrado muertes masivas de animales”, asegura Rivera, por lo que existen esperanzas de que el polluelo de yunco haya podido sobrevivir. En mayo de 2023, el equipo de investigadores espera regresar a la isla Chañaral para registrar los nidos y ver los avances del proyecto.
Lo que sigue, dice Vilches, es mantener las herramientas de atracción social operativas, monitorear los sitios de implementación a través de las cámaras trampas. Además, asegura que es imprescindible continuar eliminando especies invasoras y evaluar otros sitios dentro de la isla donde implementar el proyecto de atracción social.
Según la experta, estos dos últimos puntos son fundamentales, puesto que cuando comenzaron a buscar sitios en la isla que fueran propicios para la nidificación, los expertos observaron que en numerosos lugares el suelo estaba dominado por la presencia de plantas invasoras. Además, en donde el suelo presentaba características idóneas, el espacio era muy pequeño como para implementar el sistema de atracción acústica. “Estos cambios en el paisaje y la manera en que ha evolucionado la isla en los últimos años —facilitado por el efecto de las especies invasoras— hacen sospechar que los sitios que alguna vez fueron aptos para la nidificación del yunco en la isla estén disminuidos en tamaño o que hayan desaparecido”, dice Vilches. “Esto implica que debemos continuar evaluando otros sitios en la isla que puedan ser aptos para establecer yunqueras”.
Para la experta, “este trabajo ofrece esperanza a estas increíbles criaturas”, puesto que ha catalizado el interés en implementar herramientas de atracción social en otros sitios. Uno de ellos es la isla Pájaros Uno, que es parte del Sistema Costero de Coquimbo, un ecosistema compuesto por siete islas que albergan grandes colonias de aves marinas en peligro de extinción. Allí, Island Conservation ya erradicó con éxito las ratas invasoras que eliminaron y desplazaron a los yuncos y que amenazaban la supervivencia de otras especies. “Con esta fantástica noticia, ahora los esfuerzos se enfocarán en reconstruir la isla atrayendo a las especies de aves marinas que alguna vez estuvieron presentes, acelerando así la recuperación de los ecosistemas terrestres y marinos a su potencial natural”, dijo el Ministerio de Medio Ambiente en un comunicado.
* Imagen principal: foto de archivo de polluelo de yunco. Foto: Ecología y Diversidad de Aves Marinas.
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