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Comunidades indígenas de Perú usan tecnología satelital para reducir la deforestación en el parque Sierra del Divisor

En comunidad Nueva Saposoa se realiza monitoreo satelital para proteger las áreas conservadas.

En la comunidad Saposoa, los indígenas y no indígenas se unieron para proteger el parque nacional Sierra del Divisor con tecnología satelital. Foto suministrada.

  • Cinco comunidades indígenas de la región Ucayali aprendieron a usar drones y a realizar lectura de mapas satelitales para proteger a un parque nacional de Perú de taladores ilegales.
  • Los líderes indígenas son reconocidos por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Estado peruano. El trabajo de monitoreo ha permitido que otras comunidades apuesten por la protección de los bosques, formulando estrategias de vigilancia comunal.

Son las 5 de la mañana del jueves 6 de abril. Layver Vásquez Mayta no necesita que el canto del gallo lo despierte, a esa hora ya está listo. En unos minutos partirá junto a un indígena shipibo konibo y dos guardaparques hacia la “selva virgen” —como llaman los mestizos al bosque nativo— del Parque Nacional Sierra del Divisor, en la amazonía peruana, para realizar la vigilancia del territorio y reportar alertas de deforestación con tecnología satelital.

Para algunos, Layver Vásquez —un migrante con padres andinos que llegó al territorio shipibo konibo a los dos años— es un héroe por su trabajo de protección ambiental. Para otros, es un enemigo porque lucha contra la tala para la siembra de hoja de coca. A sus 36 años está fascinado con la conservación de especies de fauna silvestre y es líder de la comunidad campesina ribereña Guapries del Río Alto Callería, en Ucayali y uno de los diez hombres, entre indígenas y no indígenas, que con el monitoreo del bosque, apoyan a los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), administrador del parque Sierra del Divisor.

El parque nacional Sierra del Divisor protege el enlace final del Corredor Andes y el Amazonas.
El parque nacional Sierra del Divisor protege el enlace final del Corredor Andes y el Amazonas. Foto suministrada.

El equipo denominado “guardaparques comunales” trabaja hace un año vigilando el interior de Sierra del Divisor, una cadena de montañas en la frontera entre Brasil y Perú, y que fue categorizado como parque nacional por el estado peruano el 8 de noviembre de 2015, con una extensión de 1 354 485 hectáreas en los departamentos de Ucayali y Loreto.

Una iniciativa de conservación y  supervivencia

Layver es uno de los cinco líderes que iniciaron con la labor en 2021. Su comunidad, Guapries del Río Alto Callería, está en la zona de amortiguamiento del parque y colinda con las comunidades shipibo konibo Nueva Saposoa, Sasa y Patria Nueva, San Mateo, del pueblo ashéninka. Los líderes de todas estas comunidades, que tienen aproximadamente 460 habitantes, cuidan sus bosques y el interior del parque Sierra del Divisor.

“El involucramiento de los indígenas en labores de monitoreo del Serfor [entidad ambiental del estado peruano] es importante porque permite abrir puestos laborales en la zona y que ellos, los que mejor conocen los bosques, continúen asumiendo la defensa de territorios ancestrales”, explicó Margoth Quispe, representante de Global Conservation, la organización sin ánimo de lucro que firmó un acuerdo con el parque Sierra del Divisor para aplicar esta estrategia de conservación.

En la Amazonia peruana, un grupo de guardaparques comunitarios cuida el parque nacional Sierra del Divisor.
La tecnología satelital y los reportes en terreno ayudan a proteger el parque Sierra del Divisor.

Erika Guerrero Santana, jefa del parque, le explicó a Mongabay Latam que la estrategia implica que uno o dos indígenas acompañen a los guardaparques de los puestos de vigilancia de Callería, Tashitea, Anguillal y Utiquiniya en sus recorridos rutinarios de monitoreo del parque. “Las actividades de control, es decir, intervención al detectar deforestación de bosques, sólo las realiza el guardaparque como representante del Estado”, anotó.

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Las comunidades guardianas de la Sierra del Divisor

Teddy Cairuna Cauper aún recuerda el mes de marzo de 2016, la primera vez que usó un dron para identificar las zonas deforestadas en su comunidad (Nueva Saposoa), ubicada en el distrito de Callería, en el departamento de Ucayali. “Pocos creían en el proyecto porque en ese momento la deforestación era de un 25 % en nuestro territorio [aproximadamente 15 000 hectáreas de bosque], pero trabajamos mucho para reducirlo a cero”, contó el líder indígena.

Hay programas de protección que incluyen el entrenamiento de guardabosques, cámaras de vigilancia en ríos y senderos en el parque, vigilancia aérea y con drones, y patrullas de guardabosques.
El entrenamiento de guardabosques incluye manejo de cámaras de vigilancia en ríos y senderos en el parque, vigilancia aérea y con drones. Foto suministrada

La estrategia de los indígenas fue monitorear cada 15 días los linderos de la comunidad, detectar zonas deforestadas y dar parte a la Policía y a la Fiscalía, para luego elevar los casos al Poder Judicial y sancionar con penas de cárcel a los responsables. “Los invasores se fueron progresivamente desde el 2016 porque la Policía intervenía constantemente sus laboratorios clandestinos [para elaborar droga]”, explicó Cairuna.

En 2013, las comunidades Nueva Saposoa y Patria Nueva detectaron el ingreso de taladores ilegales a sus territorios y la situación se agravó a principios de 2015 cuando hallaron cultivos ilegales de hoja de coca en sus tierras. Temían que la invasión los obligara a desplazarse o que mataran a sus líderes, como ya había sucedido en la zona fronteriza de Perú y Brasil, en la comunidad Alto Tamaya Saweto, donde cuatro líderes indígenas ashéninkas fueron asesinados en el 2014 por denunciar mafias de tráfico de madera.

Mapa del Parque Nacional Sierra del Divisor.
Mapa del Parque Nacional Sierra del Divisor. Fuente: Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado

En noviembre de 2015, el gobierno peruano creó el parque Sierra del Divisor y tanto Nueva Saposoa como Patria Nueva quedaron ubicadas en la zona de amortiguamiento. Esto les permitió iniciar un proyecto piloto de vigilancia del área de sus comunidades con tecnología satelital, el cual fue financiado por Rainforest Foundation Perú desde el 2016 hasta el 2020. Los indígenas aprendieron a manejar drones, usar GPS y los aplicativos ‘Locus Map’ y ‘Forest Watcher’, sistema que permite obtener información georreferencial de los bosques a través de la plataforma Global Forest Watch para luego analizar las imágenes satelitales.

El parque nacional ha sido afectado por la tala para cultivos de coca.
El parque nacional ha sido afectado por la tala para cultivos de coca. Foto suministrada.

La ONG Global Conservation dio continuidad al proyecto implementando el programa Global Park Defense para la protección de las zonas colindantes, de amortiguamiento y del interior del Parque Nacional Sierra del Divisor en Ucayali, con capacitación e implementación de equipos y sistemas para la vigilancia de los bosques. Uno de los objetivos era incentivar a las otras comunidades para que apostaran por el trabajo de conservación ambiental. Teddy Cairuna es el coordinador intercomunitario del personal de campo de la cooperación.

Gracias a este proyecto, las comunidades Nueva Saposoa y Patria Nueva pudieron formar guardias comunales integradas por 10 indígenas de cada comunidad. “Los equipos siguen funcionando hasta ahora y salen a patrullar por los linderos de las comunidades para reportar incidencias. Nuestro objetivo es que cada vez más jóvenes se interesen por el cuidado de los bosques”, explicó Cairuna Cauper, quien fue el primer jefe de monitoreo de Nueva Saposoa.

La historia de esta estrategia de seguridad

Hace diez años, en la actual comunidad campesina ribereña Guapries del Río Alto Callería vivían apenas 100 familias. En ese momento era un centro poblado, una forma de organización territorial en el Perú para facilitar la prestación de servicios básicos, proyectos sociales y productivos de un conjunto de personas con títulos individuales. Ese centro estaba conformado por tres caseríos: Guacamayo, Primavera y Esperanza, que tenían cultivos de plátanos, yuca y realizaban pesca artesanal. Más del 50 % de su población también se dedicaba a la siembra ilícita de hoja de coca.

Guardaparques comunitarios en el Parque Nacional Sierra del Divisor, en la amazonía peruana, para realizar la vigilancia del territorio y reportar alertas de deforestación con tecnología satelital.
Los guardaparques comunales vigilan el territorio para reportar alertas de deforestación con tecnología satelital. Foto suministrada.

Layver Vásquez Mayta, líder de la comunidad y guardaparque comunal de Sierra del Divisor, contó que en la actualidad solo 20 familias viven en el territorio: 18 familias en el anexo de Guacamayo, una en Esperanza y una en Primavera. “Esto se debe a que decidimos ser comunidad campesina para dejar de deforestar y apostar por la conservación. Ahora tenemos un mariposario y trabajamos con artesanía, las familias dejaron de sembrar coca y las que no querían cambiar de rubro se fueron de la comunidad”, relató Vásquez Mayta a Mongabay Latam.

Para el líder, el cambio ha sido para bien y promueve que los jóvenes apuesten por la conservación porque “es una forma de vida más tranquila y saludable”. Eddy Mejía, director de saneamiento físico legal de la ONG Cedia, explicó que la legislación peruana también reconoce como comunidades campesinas a los grupos poblacionales de origen campesino que viven en las riberas de los ríos en la selva.

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La comunidad alcanzó su reconocimiento en 2018 a través de la Dirección Regional de Agricultura de Ucayali y continúan tramitando la titulación de más de 10 mil hectáreas. “Las familias que viven en la zona apostaron por pasar de ser un centro poblado a comunidad campesina como una estrategia de seguridad jurídica […] para mantenerse unidos y enfrentarse a los peligros por actividades ilícitas”, explicó el abogado Mejía.

Una parcela de bosque de tala ilegal en el área del parque nacional Sierra del Divisor.
Una parcela de bosque de tala ilegal en el área del parque nacional Sierra del Divisor. Foto suministrada.

Como parte del cambio, la comunidad también decidió ser parte de la estrategia de monitoreo del bosque con tecnología satelital para reportar alertas de deforestación. Es así que Layver Vásquez, como jefe de la comunidad, decidió en 2022 unirse al equipo de guardaparques comunales para proteger el parque Sierra del Divisor, labor que antes únicamente realizaba personal de Serfor.

Las áreas vecinas ya han sido devastadas por la minería y la tala. Foto suministrada
Las áreas vecinas ya han sido devastadas por la minería y la tala. Foto suministrada

“Mi hermano Yampier Vásquez Mayta, de 18 años, también se unió al equipo. Esperamos que los demás hermanos se animen a ser guardaparques comunales porque nos permite tener un trabajo fijo en nuestra misma comunidad y además cuidar nuestros hogares”, comentó.

Una lucha constante para proteger el Parque

El apoyo de la comunidad Guapries del Río Alto Callería al trabajo de monitoreo de bosques que ya realizaban Nueva Saposoa, Patria Nueva, San Mateo, Sasa y Anguiallay fortaleció la labor de los indígenas en la lucha para proteger sus tierras de los ilegales.

“La presencia del líder de Guapries es fundamental porque demuestra que las poblaciones que no son indígenas originarios de la zona también pueden trabajar en la protección de los bosques”, comentó el líder shipibo Teddy Cairuna. Antes de que Guapries apostara por el monitoreo de bosques se reportaban cerca de 250 alertas de deforestación al año, pero ahora se han reducido a menos de 20.

Cairuna reconoce que el trabajo ha mejorado porque ahora “hay más áreas de bosque que se defienden desde la zona de amortiguamiento del parque”. Sin embargo, aún hay un largo trabajo que continuar por el río Abujau, donde las comunidades ashéninkas y shipibas están acechadas por el narcotráfico.

El trabajo de los guardianes comunitarios es permanente en todas las zonas del parque.
El trabajo de los guardianes comunitarios es permanente en todas las zonas del parque. Foto suministrada.

“Mi labor es conversar con los líderes de las comunidades, caseríos y centros poblados para presentarles la propuesta de conservación: dejar los cultivos ilegales para apostar por un desarrollo sostenible con artesanía, cuidado de especies y vigilancia comunal. El trabajo es complicado, pero cada vez hay más personas convencidas de que cuidar el medio ambiente es la mejor solución”, anotó.

Imagen principal:  Las comunidades indígenas y campesinas que viven en el área de amortiguación del Parque Nacional Sierra del Divisor trabajan para conservar el ecosistema. Foto suministrada. 

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