- Un equipo de científicos, arqueólogos y guías del pueblo indígena Cayubaba recorrieron los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación ubicados en el departamento del Beni.
- Durante la expedición, que duró un mes, registraron más de 1400 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces y otras especies. De ellas, 9 podrían ser nuevas para la ciencia.
Durante un mes, científicos, arqueólogos y guías del pueblo indígena Cayubaba recorrieron los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación —Rogaguado, Largo, Guachuna y Ginebra— y el río Iruyáñez, en los Llanos de Moxos, para conocer la biodiversidad y la historia de este lugar ubicado en el departamento del Beni.
El resultado fue el registro de 1497 grupos taxonómicos de plantas, mariposas diurnas y vertebrados; de ellos, nueve registros de vertebrados —peces, anfibios, reptiles y un murciélago— son potencialmente nuevos para la ciencia. Además, se documentaros 18 sitios arqueológicos que evidencian una gran diversidad cultural indígena.
Fueron 266 hectáreas de sabanas inundables, de bosques, de lagos y lagunas que recorrieron los investigadores para realizar, por primera vez, una evaluación completa de este ecosistema y que han sido publicados en el libro Expedición Científica a los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación.
Descubrimiento de la biodiversidad
En su recorrido por los Llanos de Moxos los investigadores registraron 269 especies y subespecies de mariposas, entre ellas la Morpho telemachus foucheri, catalogada En Peligro por el Libro Rojo de Invertebrados de Bolivia.
También se registraron 190 especies de peces, tres de ellos posiblemente son nuevos para la ciencia. Además se identificaron 347 especies de aves y 104 registros de mamíferos, así como 521 especies de plantas, 22 de ellas se encuentran en situación de amenaza según el Libro Rojo de Plantas Amenazadas de las Tierras Bajas de Bolivia y el Libro Rojo de las Plantas de los Cerrados del Oriente Boliviano.
“Para nosotros todo era novedad, porque la vegetación tiene características amazónicas propiamente dichas y las especies presentan adaptaciones a esas condiciones. Y también nos llamó la atención los extensos pastizales”, comenta Rebeca Rivero, directora del Centro de Investigación de Biodiversidad y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma del Beni (CIBIOMA-UAB).
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Los secretos de los lagos tectónicos
Los grandes lagos tectónicos se formaron durante un gran evento tectónico hace aproximadamente 6000 años, se explica en el libro Expedición Científica a los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación. El más grande es Ginebra, con 326,74 km2 de extensión y el segundo en tamaño es Rogaguado, que tiene 311,53 km2.
Estos lagos son ecosistemas acuáticos que comprenden llanuras aluviales, ríos meandriformes, lagunas meándricas, lagunas tectónicas y pantanos. Y en ellos se registraron diferentes grupos de peces en cada cuerpo de agua, así como su caracterización físico-química y biológica.
“También colectamos muestras de los diferentes grupos microscópicos como las microalgas, el zooplancton y la fauna de macroinvertebrados que viven en los sustratos de los cuerpos de agua y son muy importantes para la red trófica, principalmente alimentando a los peces”, comenta Jorge Molina, experto en limnología de la organización Wildlife Conservation Society (WCS).
Los hallazgos arqueológicos
Los investigadores también exploraron las zonas arqueológicas en los Llanos de Moxos y encontraron evidencia de diversas ocupaciones culturales desde hace aproximadamente dos milenios.
En total fueron 18 sitios arqueológicos los que se documentaron, y de ellos, 10 se estudiaron con fotogrametría, una técnica para obtener mapas y planos de grandes extensiones de terreno por medio de la fotografía aérea. También se excavaron tres sitios arqueológicos: El Cerro, el lago Ginebra y el lago Rogaguado.
“El estudio arqueológico fue una solicitud de las poblaciones indígenas de la zona. Nos permitieron ingresar a estudiar la biodiversidad, pero hicieron un pedido especial para que también se investigaran los lugares arqueológicos”, recuerda Rebeca Rivero, del Cibioma de la Universidad Autónoma del Beni.
Imagen principal: El armadillo (Euphractus sexcinctus) es una de las especies que habita en los Llanos de Moxos. Foto: Rob Wallace / WCS.
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