- Entre 2017 y 2021, nueve empresas exportaron más de 153 toneladas de aletas de tiburón con permisos que no cumplían con los requisitos.
- Al menos 10 funcionarios del Ministerio de la Producción están detrás de la emisión de esos permisos que nunca debieron haberse entregado. Hasta la fecha, ninguna autoridad viene siendo investigada.
Más de 150 toneladas de aletas de tiburón fueron exportadas al mercado asiático, entre abril de 2017 y octubre de 2021, con permisos que nunca debieron ser emitidos por las autoridades peruanas. Esas aletas fueron arrebatadas a siete diferentes especies de tiburones amenazadas de extinción que surcan los mares del país. Estos son algunos de los datos que se desprenden de los 158 permisos oficiales para la exportación de aletas de tiburón analizados por la ONG Oceana y en los que Mongabay Latam profundizó para aportar nuevos hallazgos.
Pero, ¿cómo es que una aleta de tiburón amenazado logra ser exportada? Varias especies de tiburones están protegidas por la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Esto quiere decir que para poder exportarlas o importarlas se requiere de un permiso especial emitido por una autoridad CITES designada en los distintos países y que se obtiene tras cumplir una serie de requisitos que tienen como objetivo garantizar el origen legal del producto. Lo que se busca con ello es controlar y regular el comercio de esas especies para evitar que su supervivencia se ponga en riesgo.
Son esos permisos CITES los que precisamente analizó Oceana y que llevó a sus expertos a identificar distintas irregularidades. Estas van desde no realizar el estudio científico obligatorio para determinar si la comercialización de la especie pone en riesgo su supervivencia, hasta utilizar documentos “ruleteados”, es decir, que ya habían sido utilizados en el pasado para exportaciones de tiburones.

Alicia Kuroiwa, directora de hábitats y especies amenazadas de Oceana Perú, cuenta que “a fines de 2019, tras culminar la primera etapa del análisis de los expedientes, desde Oceana le presentamos los hallazgos principales a Produce pero el ministerio no mostró interés”.
¿Qué empresas estuvieron detrás de esas exportaciones? ¿Cuáles son sus antecedentes? ¿Quiénes dieron el visto bueno? ¿Cuántas aletas se exportaron en total con permisos que no cumplían con los requisitos? Para responder a estas preguntas, Mongabay Latam analizó los 98 expedientes de los permisos CITES en los que Oceana detectó problemas. Con ello pudo establecer que por lo menos nueve empresas de esa lista exportaron a China, Singapur y Vietnam más de 153 toneladas de aletas de tiburón con permisos que nunca debieron otorgarse. Además identificó que tres exportadoras tuvieron vínculos comerciales con proveedores que tiempo después fueron sentenciados por tráfico ilegal de especies o por integrar organizaciones criminales.
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Irregularidades detrás de los permisos
Los tiburones están entre los animales marinos más amenazados del mundo. En total, son 316 las especies que están en peligro de extinción sobre todo por la pesca legal e ilegal. Las aletas, consideradas un manjar culinario en el mercado asiático, son la principal ganancia de este comercio que mueve millones de dólares. Varias de esas especies amenazadas de tiburones habitan en el mar del Perú, el mayor exportador de aletas en la región.
Cuando un país desea exportar una especie que ha sido enlistada en el apéndice II de CITES, debe obligatoriamente realizar un estudio científico para determinar si la comercialización de dicha especie pone en riesgo su supervivencia. Este estudio es conocido como Dictamen de Extracción No Perjudicial (DENP) y, en el caso de Perú, es el Ministerio del Ambiente el encargado de hacerlo.