- El Gobierno peruano busca inversionistas para explotar petróleo en pueblos de Ucayali de extrema pobreza y que arrastran pasivos ambientales no remediados.
- Se trata de Pueblo Nuevo del Caco y Nuevo San Juan, comunidades de origen shipibo conibo que no fueron informadas de las intenciones del Estado. Estas familias nativas carecen de atención médica y agua segura, y ahora temen que una futura actividad extractiva afecte sus ríos, sus sistemas de pesca y sus tradiciones comunitarias.
- Los reportes del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y del Ministerio de Energía y Minas confirman que en el Lote 114, que se superpone a estos territorios indígenas, se detectaron pozos de exploración abandonados en 1976 y 1989 sin cumplir los parámetros de seguridad ambiental.
- Las últimas empresas que buscaron petróleo en esta zona fueron Compañía Española de Petróleo (Cepsa) y Pan Andean Resources, desde 2006 a 2015.
En la localidad de Mercedes Magin solo se pueden enfermar una vez al mes. Un martes o un jueves, y en la mañana, que es cuando llega el enfermero asignado al puesto de salud de Pueblo Nuevo del Caco, una comunidad shipibo conibo ubicada en la selva de la región Ucayali, a la que solo se llega tras seis horas de viaje por río desde su capital. Los pueblos aledaños también dependen de este centro de salud, y desde que a mediados de 2023 el dengue se extendió en la región, son más los que cruzan el río para buscar atención médica.
Pero hoy es sábado y Mercedes no logra detener el sangrado nasal de su bebé. Mientras la amamanta, le va limpiando suavemente el rostro con un trapo y se sienta junto al fogón donde ha puesto a hervir plátanos. Allí espera el regreso de su hijo de siete años, a quien envió a sacar unas hierbas medicinales del monte. Ese será el único remedio que reciba su niña este día.
Son más de 100 familias las que viven en esta comunidad nativa del distrito de Iparia, y a las que el Estado les falla diariamente. Aquí los ancianos, adultos, jóvenes y niños mantienen sus tradiciones textiles, idioma y formas de organización; incluso han dinamizado sus sistemas de pesca y siembra para abastecerse de alimentos, pero no tienen acceso a salud pública permanente, colegios con techos en buen estado ni agua segura.
El agua que usan para cocinar, beber y asearse no es tratada ni purificada, la extraen de tres pozos que instaló la autoridad regional hace unos años. Por eso, las enfermedades más recurrentes en sus niños son dolor estomacal, diarrea y fiebre.
―Esta es la primera vez que nos visita un medio de prensa. Ahora ustedes son testigos de la distancia que recorremos y del abandono del Estado. Esto es el Perú. Así vivimos, esta es la realidad, y el Gobierno debería saberlo. El Perú no solo es Lima (…) Hemos pedido apoyo para el puesto de salud, pero no nos escuchan. De repente, con este reclamo, ahora sí nos atienden ―dice Roger Sumayta, vecino de la comunidad.
Pero en este pueblo shipibo que se sostiene por resiliencia los planes del Gobierno peruano son otros.
Negocios bajo tierra
El banco de datos de Perupetro, la empresa que representa al Estado en sus negocios petroleros y gasíferos, tiene identificados 31 lotes con potencial de exploración en el país, y ocho de estos se encuentran en Ucayali. Mongabay Latam cruzó esta información con el mapa de territorios indígenas protegidos y con reportes del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), y encontró que sobre Pueblo Nuevo del Caco, y otras comunidades vecinas, se superponen lotes con pasivos ambientales que nunca fueron remediados. Y aún así, los están ofreciendo nuevamente.
Los documentos a los que accedimos muestran que en el último semestre de 2023 representantes de Perupetro asistieron a Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y España para promocionar estos lotes a inversionistas extranjeros en eventos como el Offshore Technology Conference-OTC, donde se reúnen los empresarios más importantes del sector energético global.
El último de estos encuentros se realizó en febrero de 2024, en el Centro de Convenciones George R. Brown, de Houston. En un comunicado oficial, Perupetro indica que algunas de estas compañías “han mostrado interés en las áreas para exploración, sobre todo en el offshore peruano (mar adentro)”. En el material que se entrega a los inversionistas, Carlos Casas, miembro del directorio de Perupetro, ofrece contratos por más de 30 o 40 años, estabilidad fiscal y exoneración de impuestos a la importación a las empresas que deseen extraer hidrocarburos en Perú.
En otra diapositiva se destacan las posibilidades extractivas en Ucayali, especialmente en el Lote 126 (UC-XP-014), que atraviesa el distrito de Masisea, y el Lote 114 (UC-XP-012), en el distrito de Iparia. En este último se encuentran las comunidades shipibo conibo de Pueblo Nuevo del Caco y Nuevo San Juan.