- Una investigación periodística denunció graves vacíos en el estudio de impacto ambiental que sustentó la construcción de Isberyala, una urbanización levantada en plena área protegida para recibir a los primeros desplazados climáticos de Panamá.
- Diputadas de la comisión de Población, Ambiente y Desarrollo de la Asamblea Nacional manifestaron su preocupación y aseguraron que en su labor fiscalizadora buscarán que la comisión haga una investigación “más profunda de lo efectuado en esta migración climática”
La amenaza que se cierne sobre el área protegida de Narganá, tras haber construido en ella una urbanización para recibir a los desplazados climáticos de la isla Cartí Sugdup sin la debida evaluación ambiental, será un asunto a abordar por los diputados de la Asamblea Nacional. Así lo manifestaron dos diputadas de libre postulación que conforman la Comisión de Población, Ambiente y Desarrollo del Órgano Legislativo, Walkiria Chandler y Yamireliz Chong.
Para construir Isberyala, la barriada en la que ya viven al menos 285 familias isleñas que tuvieron que ser reubicadas debido al aumento del nivel del mar, se deforestaron 11 hectáreas de bosque protegido. Lo más grave, advierten los expertos, es que la degradación de Narganá podría seguir avanzando a medida que crezca la población ya que el estudio de impacto ambiental no prevé impactos a futuro. Esos fueron los principales hallazgos de una investigación de Mongabay Latam publicada a inicios de agosto.
Al respecto, la vicepresidenta de la comisión de Población, Ambiente y Desarrollo de la Asamblea Nacional, Walkiria Chandler, comentó que “la medicina ha sido peor que la enfermedad”. La diputada Yamireliz Chong, quien también forma parte de la comisión permanente, agregó que “fue una buena iniciativa, pero llevada de una mala forma. No podemos hablar de cuidar el ambiente y tomar una decisión precisamente por el tema de cambio climático y decidimos devastar un área protegida, eso no tiene ningún sentido”.
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La denuncia
Según estudios del Ministerio de Ambiente las islas de Guna Yala serán las primeras en desaparecer al 2050 por el incremento del nivel del mar. Por eso, la construcción de Isberyala para reubicar en tierra firme a los isleños fue considerada un momento histórico para el país. “Esta es la bandera del cambio climático, la primera isla afectada por el cambio climático y Panamá va a estar bajo los ojos del mundo”, dijo Roger Tejada, exministro de Gobierno, cuando se inauguró la urbanización en mayo de este año.
Isberyala está ubicada en un lote de 22 hectáreas en el área protegida del corregimiento de Narganá, que también forma parte de las tierras comarcales o de uso colectivo para los indígenas de Guna Yala. En ella se construyeron 300 viviendas para igual número de familias, con materiales de PVC, similar al plástico. Indígenas gunas denuncian que, además de ser muy pequeñas —unos 49 metros cuadrados— fueron construidas sin considerar aspectos culturales de este pueblo.
La investigación de Mongabay Latam reveló que el estudio de impacto ambiental del proyecto no precisa cuál la extensión que se pretendía deforestar dentro del área protegida, ni cuántos árboles fueron arrancados, de qué especies, ni de dónde específicamente. Tampoco detalla cuál fue la metodología utilizada para censar la fauna y la flora. En lo que respecta a las medidas de mitigación o remediación frente a la tala, el documento únicamente menciona que se adoptarán medidas como “contar con un plan de rescate y ubicación” y que se eliminará “sólo la vegetación necesaria”, sin más detalles sobre cómo se pretendía llevar a cabo dicho plan de rescate o qué se entiende por “sólo la vegetación necesaria”.
El estudio tampoco detalla aspectos relacionados al manejo de los residuos, la electrificación, el saneamiento o el acceso al agua. Mucho menos se estimó la variable de cambio climático.
Para los expertos consultados, puesto que el proyecto se ubica en un área protegida, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) tendría que haber sido de categoría 3 que considera no solo los impactos directos, sino también los indirectos y acumulativos sobre los recursos naturales y el entorno”. Sin embargo, el EIA que analizó Mongabay Latam es de categoría 2 y “no tiene la rigurosidad requerida”.
“La comisión debe hacer una investigación”
“Son unas casas de menos de 50 metros para familias que se sabe son numerosas y esa población va a seguir creciendo. Eso altera el área protegida”, dijo Chandler.
El Ministerio de Ambiente evitó detallar por qué admitió un proyecto que no contaba con un estudio de impacto ambiental lo suficientemente riguroso.
Tras la denuncia, la diputada Chandler indicó que es importante que los comisionados legislativos se reúnan con el titular de la cartera de Ambiente, Juan Carlos Navarro, para trabajar en colaboración como parte de la agenda ambiental del país.
“Estoy interesada en llevar este tema a la comisión de ambiente. Si bien es un tema del Ejecutivo, nosotros tenemos una labor de fiscalizar y es lo que deseo imprimir en esta nueva Asamblea”, confirmó Chandler.
En opinión de Chong, “la comisión debe hacer una investigación más profunda de lo efectuado [en esta migración climática]” y conversar con el Ministro de Ambiente para conocer su punto de vista y saber sus planes a futuro con Isberyala y otras comunidades vulnerables. “El Ministerio de Ambiente es el primero que tiene que tomar cartas en el asunto y crear un plan con el Ministerio de Vivienda para que estas cosas no vuelvan a suceder y que se le encuentre una solución”, sostuvo.
La diputada Flor Brenes, del opositor Partido Revolucionario Democrático y que en la Asamblea Nacional legisla por el circuito de Guna Yala, comentó que no hay planes de mudanza para los isleños que aún deben ser reubicados. Sin embargo, aseguró que en vista de lo ocurrido en Isberyala, estos no desean ser trasladados. Una de las razones, indicó, es que la nueva urbanización aún no cuenta con un mecanismo para la recolección de basura lo que, entre otras cosas, favorece la proliferación de mosquitos.
“Hemos fallado mucho en la protección ambiental, nos toca tener una visión mucho más clara de qué modelo de país se quiere, uno exclusivamente productor o donde se convive de forma más inmediata y directa con el medio ambiente”, dijo Neftalí Zamora, diputado independiente del distrito de Panamá Norte, al referirse al tema.
Durante una semana, Mongabay Latam intentó conocer el punto de vista del ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, sin embargo, no contestó las llamadas telefónicas ni las preguntas enviadas por escrito. Navarro únicamente dijo que “por el momento toda declaración se está manejando desde Presidencia”.
Imagen principal: Había mucha área del proyecto intacta, se veía que había un bosque”, dice George Hanily. Foto: Ramiro Rodríguez