- En la región San Martín, la Cooperativa Agraria Villa del Triunfo teme que las exigencias de la nueva norma anti deforestación obstaculicen la negociación de la exportación del 50 % de su producción de café a Suiza y Alemania en el 2025.
- Productores de café y cacao critican que el Midagri haya iniciado mesas técnicas sobre la norma a última hora. En tanto, Midagri asegura que ya comenzó el registro de más de 2 millones de productores agrarios como parte de la implementación de la norma. Los agricultores creen que el avance es insuficiente.
En San Martín, región en la que la exportación de café a la Unión Europea (UE) generó cerca de 15 millones de dólares sólo en el 2023, las dudas de los cafetaleros sobre cómo se implementará la ley anti deforestación que implementó ese continente, probablemente desde fines del otro año, aún siguen sin ser resueltas.
“Nosotros tenemos un conocimiento muy básico de aquellos factores que plantea la norma. Queremos entender si más que un riesgo, podría considerarse un desafío la implementación de esta norma”, opina Álvaro Prada, gerente de la Cooperativa Agraria Villa del Triunfo.
Esta asociación del distrito de Soritor, en la provincia de Moyobamba, en San Martín, está conformada por 109 familias cafetaleras. Pese a que actualmente su principal mercado internacional es Estados Unidos, la cooperativa está en plenas negociaciones con compradores de Suiza y Alemania para exportar café desde el próximo año.
“Actualmente, tenemos una oferta de exportación de 10 contenedores de 20 pies por año. Esto es 20 toneladas aproximadas de café verde por contenedor. Cada contenedor está valorado en 118 000 dólares en promedio. Esperamos vender el 50 % a la Unión Europea”, precisó Prada.
La norma anti-deforestación debía entrar en vigencia el 30 de diciembre de 2024 para grandes operadores y comerciantes y el 30 de junio de 2025 para micro, pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, el Parlamento Europeo decidió el pasado 14 de noviembre que este plazo será extendido un año más. Ahora, la ley entrará en vigor el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas y el 30 de junio de 2026 para los más pequeños. La decisión deberá ser ratificada en los próximos días por el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea. Se espera que esto ocurra antes del 20 de diciembre.
Pequeños productores afectados
¿Dónde nace la preocupación de los cafetaleros? El Reglamento de la Unión Europea sobre Productos Libres de Deforestación, conocido como EUDR por sus siglas en inglés, fue aprobado en abril del 2023 con el fin de reducir la deforestación y la pérdida de biodiversidad a nivel mundial. Basados en un estudio bibliográfico y un artículo de investigación, el Parlamento Europeo estableció que el EUDR debe aplicarse sobre la exportación hacia ese continente de las materias primas que representan el mayor porcentaje de deforestación impulsada por la UE: palma aceitera (34 %), soja (32,8 %), madera (8,6 %), cacao (7,5 %), café (7 %), entre otros.
¿Qué se les está pidiendo a los productores de estos insumos y sus derivados? Básicamente, el artículo 3 del reglamento exige que, para exportar a la UE, los productos deben estar libres de deforestación, deben haber sido producidos según la legislación pertinente y amparados en una declaración de debida diligencia.
Es decir, con esta nueva norma solo se podrán exportar los productos o derivados que se hayan producido en tierras que no hayan sufrido deforestación después del 31 de diciembre del 2020. Además, para presentar una declaración de debida diligencia los importadores y exportadores deberán permitir el acceso a la información de, entre otras cosas, las coordenadas de geolocalización de las parcelas donde se han cultivado los productos.
“Nos están pidiendo que nuestra organización identifique y georreferencie el 100 % de las parcelas de los productores de la organización, de preferencia nos están pidiendo que sea una poligonización que sea remitida a los clientes para que puedan ver que sea libre de deforestación”, señala Prada.
Estas disposiciones, que se deberán implementar con la nueva norma, son las que han generado las críticas de los pequeños productores tanto de café y cacao, quienes aseguran no contar con los recursos para asumir esos gastos. “Creemos que es viable, pero el desafío siempre va por el tema económico, porque para implementar el tema se requiere profesionales y de equipamiento de calidad para poder generar este diagnóstico en campo”, agrega Prada.
Para los productores de cacao la situación es similar. Según la Secretaría General de la Comunidad Andina, solo en el 2023 Perú exportó 129 millones de dólares a la Unión Europea, lo que representa el 30 % de los productos que se exportan a ese continente. Desde la Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPCACAO), estiman que el costo por productor del proceso de georreferenciación y trazabilidad (el seguimiento de toda la cadena de producción y distribución del producto) no es costeable para los pequeños productores.
“Hemos avanzado con los polígonos y la georreferenciación. En San Martín se ha avanzado más, pero aún hay muchos productores que desconocen la norma, falta información”, contó Anaximandro Rojas, presidente de APPCACAO en un evento de productores de café, cacao y expertos sobre el tema.
Una respuesta insuficiente del Estado
“La norma es una amenaza y una oportunidad. Amenaza porque implica una serie de desafíos costosos para los pequeños productores, porque habría que hacer un proceso de adecuación con la georreferenciación, con la legalidad de la tierra. Pero también vemos una oportunidad que estamos tomando como un desafío”, dice Lorenzo Castillo, representante de la Junta Nacional del Café.
Originalmente la norma anti deforestación de la UE tenía que empezar a implementarse, en el caso de los pequeños productores, a mediados del 2025. Sin embargo, a medio año de cumplirse ese plazo, los productores de café aseguran que no recibieron la atención necesaria por parte del Estado. Ahora el plazo se extendió hasta mediados del 2026.
“El Estado peruano no tiene ni la voluntad política ni la infraestructura para acompañar a los productores en la adecuación de la norma europea. Este año el Estado no ha terminado de habilitar una ruta de georreferenciación. No hay voluntad política porque se ha esperado el último momento, a dos meses de vencer el plazo, para empezar a trabajar”, señala Castillo.
Los productores de la Junta Nacional del Café aseguran que sólo han tenido algunas reuniones con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), sector que lidera la implementación de la norma europea en el país.
Mongabay Latam solicitó al Midagri información actualizada sobre los avances con los productores de café, cacao, palma, entre otros, respecto a lo que dispone la ley anti deforestación de la UE, sin embargo, no respondieron a las consultas.
El pasado 1 de octubre, en un evento público realizado en Ecuador sobre este tema, Óscar Gutiérrez, director de estadística e información agraria del Midagri, precisó algunos alcances del trabajo realizado por el Estado peruano.
Según el funcionario, desde el 2022 se ha implementado el Padrón de Productores Agrarios (PPA), el cual establece una base de datos con información recogida de 38 variables estratégicas e información georreferenciada de las parcelas de los productores peruanos. Al registrarse en el PPA, explicó, el productor recibe una identidad digital, beneficios y el acceso a una aplicación móvil.
Gutiérrez informó que, a la fecha, se tienen registrados más de 2 millones de productores en el Perú. “Este es un instrumento valioso que nos ha permitido, de alguna manera, estar preparados para que los productores puedan cumplir con este primer requisito de la nueva regulación que es la georreferenciación de las parcelas”, dijo el funcionario del Midagri.
Asimismo, mencionó que otro avance es la creación de un aplicativo que está vinculado al PPA y permite que todos los productores empadronados puedan tener acceso a él.
“Hay capacitación a productores para que puedan ellos mismos georreferenciar cada una de sus parcelas. Tenemos más de 3000 polígonos georreferenciados. Nosotros hacemos una evaluación de los polígonos, pasamos un filtro, vemos criterios de inclusión o exclusión. Luego, verificamos si ese polígono cumple o no con esta primera condición”, aseguró.
Gutiérrez señaló que esa verificación del polígono se hace a través de la plataforma satelital de verificación que aún está en proceso de implementación, y que, por el momento, “está funcionando de manera interna (en el Midagri) para verificar si el polígono cumple o no cumple”.
Un reto contrarreloj
Para Beatriz Salazar, investigadora del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), el reglamento europeo sobre deforestación es una regulación necesaria debido al avance de la pérdida de bosques en la Amazonía y otros ecosistemas del mundo. “La Unión Europea es el primer bloque de países desarrollados que ha decidido atacar el problema de la deforestación desde el lado de su demanda, y eso es positivo porque crea estándares a nivel internacional”, señala la autora de la investigación ‘Reglamento Europeo sobre deforestación: retos y oportunidades a partir del caso peruano’.
Pese al optimismo por lo planteado por la norma europea, Salazar opina que el enfoque que el Estado peruano ha tomado para implementar el reglamento no es suficiente para poder aplicarlo exitosamente.
“Primero, no se ha dialogado con los actores que van a definir si es exitoso o no el reglamento. Ellos no han tenido un diálogo directo con la UE ni con el gobierno. Los interlocutores han sido los grandes comercializadores, los grandes productores, pero muy poco con los pequeños productores”, opina la investigadora.
El segundo problema, señala Salazar, es lo confiable que pueda ser la información sobre las parcelas que tenga el Estado si no se ha considerado a los pequeños productores. “Las mismas empresas en Europa estaban evaluando que este aplicativo digital del Midagri, con el que se está dando constancia de no deforestación, no era suficientemente confiable, y eso, en parte, es porque no se ha tomado en cuenta los alcances de los pequeños agricultores”, agregó.
Otra dificultad que la experta ha encontrado en el proceso de implementación de la norma europea en el Perú es lo mencionado también por los productores de café y cacao: la falta de recursos. Salazar recuerda que la mayoría de proyectos de iniciativa de apoyo a los productores han sido financiados por la cooperación internacional, más no por el Estado. “El problema es que ese apoyo tiene un fin a mediano plazo y eso se contrapone al reglamento que funcionará por décadas. ¿Qué va a pasar cuando el proyecto termine? ¿Quién va a pagar eso, las mismas cooperativas?”, indicó.
Para Salazar, sí ha habido esfuerzos desde el Estado para implementar mesas técnicas, sin embargo, recuerda que esas reuniones se realizaron por presión de los propios agricultores. Asimismo, cuestionó el PPA anunciado por el Midagri como un logro para la implementación de la norma de anti deforestación de la UE, ya que ese software se había creado originalmente para dar servicios a los agricultores como bonos o capacitaciones. “Eso ha tenido una evolución lenta. Se está aplicando porque se complementa con el aplicativo digital, pero tiene solo 3000 polígonos, lo que es realmente insuficiente y riesgoso”, concluyó la investigadora.
Desde la Unión Europea, Olivier Coupleux, Consejero–Jefe de sección Comercio y Economía de la Delegación en Perú, ha reiterado que desde el Estado peruano existe un compromiso fuerte para que se aplique la norma. En una reunión virtual con los productores de café y cacao realizada el 21 de noviembre pasado, Coupleux negó que Midagri no haya realizado avances respecto a la implementación del reglamento por lo que incentivó a los agricultores a continuar con el diálogo. “Estamos convencidos de que si la norma se aplica de forma correcta puede darles muchos beneficios. Perú no está en la cola, sí se han tomado medidas”, dijo.
En tanto, en medio de la preocupación y el desconcierto por la implementación de la ley anti deforestación, lo único que hasta el momento dicen tener claro las familias dedicadas a la producción del café y el cacao en el Perú, es que están de acuerdo con el objetivo principal del reglamento europeo de proteger y proteger el bosque de la deforestación.
*Imagen principal: El objetivo del Reglamento de la Unión Europea es reducir la deforestación. Foto: Oxfam Perú.