- Los dispositivos instalados en la concesión de conservación han permitido a los biólogos identificar la presencia de otorongos, osos de anteojos, sachavacas, macheteros y otros animales.
- El área se encuentra dentro de la zona de amortiguamiento del Bosque de Protección Pui Pui, que concentra las principales cuencas hídricas de la selva central del país latinoamericano.
- Además, la administración ha implementado proyectos de conversión de cultivos para evitar el avance de la deforestación.
Un oso de anteojos (Tremarctos ornatus) pasa por una de las cámaras trampa instaladas dentro de la concesión de conservación Sacha Causay, en el distrito de Perené, región Junín, en la selva central del Perú. El gran animal de un metro y medio de altura se acerca al lente, olfatea el terreno por unos segundos y luego se va. Esta especie se encuentra en situación vulnerable, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por lo que la preservación de su hábitat es vital para mantener a la especie.
Estas imágenes de junio de 2024 han permitido a la organización civil Atiycuy Perú demostrar la existencia del oso de anteojos dentro del área de 17 000 hectáreas que cuidan desde diciembre de 2017, según la autorización que alcanzaron del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) por 40 años.
Las cámaras lograron identificar además al jaguar (Panthera onca), que se encuentra como especie casi amenazada en esta zona y otras especies en situación vulnerable, como las sachavacas (Tapirus terrestris), la perdiz gris (Tinamus tao) y el machetero (Dinomys branickii).
“Seguimos trabajando en la identificación de especies dentro del área. Actualmente se están evaluando dos ranas que probablemente sean nuevas para la ciencia. Esperamos anunciar pronto los resultados de la investigación”, señaló Elizabeth Luque, presidenta de la organización civil Atiycuy Perú, a Mongabay Latam.
Otros felinos, a parte del otorongo, también viven en el área: ocelotes (Leopardus pardalis), tigrina (leopardus tigrinus), Yaguaroundí (Puma yagouaroundi) y puma (Puma concolor). El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) señala que la presencia de los grandes felinos son “indicadores de salud ambiental, equilibrio e integridad de los hábitats que ocupan”.
En cuanto a aves, hasta la fecha se han registrado 170 especies, destacando el mosquerito Inca (Leptopogon taczanowskii), tangara azuleja (Thraupis episcopus) y el jilguero encapuchado (Spinus magellanicus), entre otros.


Zona de protección
Aniycuy Perú cuenta con dos concesiones de conservación, la primera es Sacha Causay, que traducido del quechua significa “bosque de vida”, de más de 17 887 hectáreas; y la segunda es Sacha Causay II, de 1020 hectáreas. Ambas se encuentran en el distrito de Perené, en la selva central del país latinoamericano.
El Estado peruano define las concesiones de conservación como una modalidad de acceso al bosque para privados, con la finalidad de desarrollar proyectos de investigación científica, educación ambiental y protección del área. En ambas áreas se cuentan con 111 quebradas y nacen siete ríos que permiten el abastecimiento de agua potable a las ciudades amazónicas de Perené, La Merced y Pichanaqui. “Protegemos las cabeceras de cuenca para que las poblaciones locales puedan tener agua”, dijo Freddy Rodríguez Gerardini, coordinador del programa de Conservación y Biodiversidad de Atiycuy Perú.

Además, ambas concesiones son colindantes al Bosque de Protección Pui Pui, una área de 60 000 hectáreas que fue establecida por el gobierno de Perú desde el 31 de enero de 1985 en la región Junín. En este espacio recientemente se descubrió una nueva especie de queñual: Polylepis rocio-rojasii, un árbol de hasta nueve metros de altura registrado a más de 3000 metros de altitud, perteneciente al género Polylepis.

Precisamente ambas concesiones de conservación se encuentran entre los 1600 y 3500 metros de altitud, lo que le permite tener una gran variedad de especies en flora y fauna.
“Nosotros somos parte de la zona de amortiguamiento del Bosque de Protección Pui Pui, lo cual refuerza la protección al área. Nuestro trabajo permite advertir el avance de agricultores en las zonas boscosas. Además, trabajamos de la mano con Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) cuando identificamos alertas de deforestación”, explicó Elizabeth Luque.
Los bosques de sacha Causay almacenan 3.5 millones de toneladas de dióxido de carbono (C0 2) y evapora más de 100 millones de litros de agua.


Transición de cultivos
A las 7 de la mañana, Carlos Quispe ya terminó de recorrer sus campos de cultivos de café en el distrito de Perené. Su rutina consiste en revisar el avance de los plantones en medio de un bosque reforestado con árboles de pacay, robles y otros. El agricultor cambió sus cultivos de piña por café hace cinco años atrás y decidió apostar por la agroforestería, una combinación de cultivos y árboles forestales.
Hoy sus tres hectáreas de cultivos tienen una nueva imagen. Hace siete años atrás, en 2018, todo era piña, campos completamente deforestados pues “la piña no puede crecer junto a otras especies y necesita el sol directo, a diferencia del café que puede vive bajo sombra”, dijo el agricultor de 54 años a Mongabay Latam.

Carlos Quispe es parte del caserío Alto Gran Playa, que se encuentra colindante a la concesión de conservación Sacha Causay. Junto a él hay otras 25 familias productoras que son migrantes de las regiones de Ayacucho, Huancavelica y otras zonas de los andes de Perú.
“Inicialmente todos realizamos cultivos de piñas porque era rentable mandarlo para Lima. Sin embargo, con el tiempo estos no dan buenos frutos porque la tierra se desgasta y debemos migrar a otros terrenos”, explicó.

Actualmente son 20 las familias de Alto Gran Playa que han cambiado su forma de realizar agricultura, dejando los monocultivos por la agroforestería. Los cafetaleros de Alto Gran Playa ofrecen sus productos en ferias y concursos locales. “El café ha llegado a costar en algún momento hasta 65 soles el kilo, claro que también tiene sus momentos de baja, pero estamos cuidando la tierra para así poder tener otros productos como el pacay”, anotó el agricultor desde la selva central en Perú.
Imagen destacada: Un oso de anteojos (Tremarctos ornatus) pasa por una de las cámaras trampa instaladas dentro de la concesión de conservación Sacha Causay, en el distrito de Perené.