- La Reserva Indígena Sierra del Divisor Occidental abarca más de medio millón de hectáreas en los departamentos de Ucayali y Loreto, en la Amazonía peruana.
- La Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO) calificó la creación de la reserva como una victoria.
- La reserva no sólo beneficia a los pueblos indígenas que la habitan, sino también a las personas defensoras de derechos humanos y el medio ambiente en el país.
- Las principales amenazas son la deforestación por tala ilegal, la apertura de caminos forestales y el cultivo de coca.
Un espacio de 515 114 hectáreas, que se encuentra entre los departamentos de Ucayali y Loreto, en la Amazonía peruana, se ha convertido en la Reserva Indígena Sierra del Divisor, donde se reconoce y se protege a los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI), Remo o Isconahua, Mayoruna (Matses y Matis) y Kapanawa.
En 2005 inició el proceso para el reconocimiento de la reserva indígena a pedido de la Federación de Comunidades Nativas del Bajo Ucayali (Feconbu) y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), pero recién en 2018 la Comisión Multisectorial de la ley número 27836, conocida como Ley PIACI, aprobó el Estudio Previo de Reconocimiento. Finalmente, en 2019 se hizo oficial a través de un Decreto Supremo.
Cinco años después, el 22 de mayo de 2024, se otorgó la categoría de reserva indígena a Sierra del Divisor con el objetivo de proteger los derechos, territorio y condiciones que aseguren la existencia e integridad de los pueblos indígenas en situación de aislamiento, así como el uso y manejo de los recursos naturales para su subsistencia.

El estudio de categorización de la reserva incluyó más de 300 evidencias sobre la presencia de los PIACI en Loreto y Ucayali. También se realizaron estudios ambientales, jurídicos y antropológicos que incluyen imágenes satelitales, sobrevuelos y trabajo de campo en comunidades aledañas, información con la que se demostró la ocupación histórica y continua de estos pueblos en el territorio.
El uso de la reserva
Sierra del Divisor Occidental está conformada por llanuras onduladas, con terrazas y planicies y su cobertura vegetal se caracteriza por la presencia de bosques de colina alta. Se extiende entre los distritos de Maquía, Alto Tapiche y Emilio San Martín, en la provincia de Requena; los distritos de Vargas Guerra, Contamana y Padre Márquez, en la provincia de Ucayali, departamento de Loreto; y el distrito de Callería, en la provincia de Coronel Portillo, departamento de Ucayali.
El Ministerio de Cultura de Perú precisó que dentro del área se pueden realizar actividades de carácter tradicional y de subsistencia que practican las comunidades aledañas al sitio protegido y que a su vez sean compatibles con los derechos de los Piaci, que se desplazan dentro de la reserva. Por ejemplo, la recolección para su alimentación, la caza, la horticultura y la sustracción de recursos minerales.

“Los hermanos no contactados se mueven de un lugar a otro y, si a un lugar en donde están ellos entran empresas privadas (forestales), se trasladan a otro lugar. Prácticamente no tienen libertad, no pueden estar tranquilos en su territorio”, asegura Beltrán Sandi Tuituy, presidente de Orpio.
“También hay narcotraficantes en esa zona. El Gobierno tiene que moverse y no abandonar estos temas”, agrega Tuituy , y además resalta que existen carreteras ilegales y aeropuertos clandestinos de donde sacan coca.
El plan de protección
La creación de la reserva no era el único paso pendiente. A partir de su decreto, son necesarias diversas medidas para garantizar la protección de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial, que van desde la vigilancia puntual hasta el monitoreo del sitio y la coordinación con diversos actores a nivel local.
La elaboración de este documento es el principal y más urgente instrumento pendiente por construir, según el líder indígena Beltrán Sandi Tuituy.

El plan de protección de la reserva determina las acciones específicas que cada sector, institución u organización deberá cumplir. Para ello, el decreto especifica que se creará un comité de gestión y se garantizará la participación de las organizaciones indígenas representativas.
“En el plan también se deben implementar las necesidades básicas de las comunidades que están cerca, para que así ellas puedan proteger a los PIACI. Si no promovemos un tema de proyectos, vamos a abandonarlos. Necesitan internet, salud y educación para que esas comunidades —que no tienen presupuesto— se sientan protegidas y respaldadas. Si nosotros no hacemos eso, no van a proteger a los PIACI”, afirmó el líder indígena.
Amenazas a los Piaci
Toda esta riqueza cultural y ambiental está bajo una constante presión. El Ministerio de Cultura señaló a Mongabay Latam que, en el ámbito de la Reserva Indígena Sierra del Divisor Occidental se han identificado dos clases de amenazas: la deforestación por tala ilegal y por la apertura de caminos forestales; y el cultivo de coca.

La mayor preocupación para las organizaciones indígenas es que empresas ilegales continúen negociando con las comunidades aledañas para la extracción de recursos naturales. “A los ilegales no les interesa que existan seres humanos no contactados allí. Ellos arrasan con todo y, si fuera posible, los matan si es que los encuentran porque para ellos estas personas no contactadas son un obstáculo. Pero nosotros defendemos estas vidas y es una preocupación para nosotros”, aseguró el presidente de Orpio.
El Ministerio de Cultura informó que, como principal mecanismo para la gestión de la reserva, implementará una red de puestos de control y vigilancia ubicados en las cuencas clave de acceso a esta área protegida, realizando patrullajes fluviales, terrestres y aéreos. Además, hará acciones de control y alerta temprana ante la presencia de actividades ilícitas que amenacen la vida e integridad de los pueblos indígenas en aislamiento.
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*Imagen principal: Malocas de indígenas en aislamiento. Foto: cortesía ORPIO / IBC