- Imágenes satelitales y aéreas revelan que más de 60 pistas de aterrizaje clandestinas son utilizadas para el transporte de droga en las regiones de Ucayali, Huánuco y Pasco, en Perú.
- En estas zonas del país el miedo y la violencia se han apoderado de estas regiones, donde decenas de líderes indígenas han sido asesinados en los últimos años.
Durante más de un año de trabajo y con la ayuda de una herramienta de búsqueda que utiliza inteligencia artificial (IA), Mongabay Latam y Earth Genome detectaron 67 narcopistas de aterrizaje clandestinas usadas para el narcotráfico en la selva del Perú.
Nuestra investigación detectó estas vías utilizadas para el transporte de droga en las regiones peruanas de Ucayali, Huánuco y Pasco. De estas narcopistas, 30 están dentro y 26 alrededor de comunidades indígenas.
Según el último monitoreo de coca de Devida, los cultivos de coca en las tres regiones suman más de 18 mil hectáreas: 12 mil en Ucayali, 4960 en Huánuco y 1561 en Pasco. Esta extensión es comparable con 76 veces el Centro Histórico del Cusco.
También encontramos que diez narcopistas se han instalado incluso dentro de nueve concesiones forestales que están destinadas al aprovechamiento sostenible del bosque. Seis de las diez pistas ilegales de las provincias de Atalaya, Coronel Portillo y Padre Abad están en medio de sembríos de coca.
Recorrimos estas zonas del país y recogimos testimonios que dan cuenta de que el miedo y la violencia se ha apoderado de estas regiones donde decenas de líderes indígenas han sido asesinados en los últimos cuatro años.
En este reportaje fotográfico explicamos la magnitud del problema:



Detectamos que 31 de las 45 narcopistas abiertas en la región Ucayali están en Atalaya. Lo preocupante es que más de la mitad de los aeródromos ilegales afectan a comunidades y reservas indígenas. Viajamos hasta las zonas de envíos de droga y registramos la situación de crisis y alarma que oprime a las comunidades.

“En Tahuanía, por citar un caso, mueren hermanos que han sido captados para trabajar para el narcotráfico. No sabemos en realidad cuántos mueren a diario. No hay policías, no hay autoridades. El Estado nos ha olvidado”, dice un líder indígena.

La violencia del narcotráfico también azota a los pueblos indígenas kakataibo del Perú. A través del uso de tecnología detectamos pistas de aterrizaje ilegales. Viajamos a la zona y corroboramos que son usadas para sacar cargamentos de droga.

“Los cultivos ilegales están muy avanzados en ambas comunidades y el gobierno no está haciendo nada. Así vamos a seguir muriendo. Necesitamos combatir estos grupos peligrosos que están convirtiendo estos territorios en tierra de nadie”, dice un líder kakataibo.

Además, detectamos ocho pistas de aterrizaje ilegales dentro de dos comunidades yaneshas y siete más rodeando ambas. Las pistas son utilizadas por el narcotráfico para el traslado de la droga que se produce en la selva central de Perú con destino, principalmente, a Bolivia.

“Si nosotros hablamos de ellos y decimos ahí está el narcotráfico, te ven y más rato ‘pum’ te bajan. No tienen leyes”, dice una fuente que protegemos por seguridad.


La escalada de las pistas de aterrizaje clandestinas y de los cultivos de coca en Perú es tan alarmante que ya invaden tierras forestales de Ucayali. Encontramos que de las 45 narcopistas ubicadas en esta región, diez fueron abiertas en medio de nueve concesiones forestales con fines maderables.


“Hace 8 años fui a declarar a la Divincri, les mandé las fotos de la avioneta, de las pistas, a la policía de inteligencia, pero nunca más volvieron. Ahí quedó”, dice Teddy Arbe Rengifo, de la empresa Ucayali Wood, sobre las pistas de aterrizaje clandestinas que invaden tierras forestales de Ucayali.

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Foto principal: Image ©️ Airbus DS 2023 / produced by Earth Genome.