- Un reporte realizado por científicos y basado en información satelital señala incursiones de una embarcación de pesca deportiva en la reserva marina más importante de México.
- La actividad sospechosa de pesca ocurrió en enero del 2025, sin embargo, la embarcación ha incursionado frecuentemente en la reserva marina desde 2012, años antes de que fuera declarada parque nacional.
- El 29 de enero, tripulantes de la embarcación publicaron en redes sociales fotografías en las que se los puede ver capturando atunes de aleta amarilla y la fecha de publicación coincide con la incursión del barco en el parque, donde está prohibido realizar cualquier tipo de pesca.
- La pesca ilegal de embarcaciones deportivas en la zona no es nueva, aun así las autoridades mexicanas reportan inexistencia de sanciones.
Un barco de pesca deportiva, identificado como Red Rooster III, ha incursionado en el Parque Nacional Revillagigedo en al menos dos ocasiones en lo que va de 2025, para presuntamente extraer especies que habitan en la reserva marina más grande de Norteamérica y en donde cualquier tipo de pesca está prohibida.
Las incursiones del Red Rooster III al Parque Nacional Revillagigedo fueron documentadas por científicos del Centro para la Biodiversidad Marina y la Conservación (CBMC) y del Scripps Institution of Oceanography en un reporte, al cual Mongabay Latam tuvo acceso.
Los científicos identificaron las incursiones del barco gracias a la plataforma Skylight, herramienta que permite para monitorear en tiempo real las actividades náuticas, al utilizar imágenes satelitales y el Sistema de Identificación Automática (AIS, por sus siglas en inglés) que deben llevar las embarcaciones marinas.
Esa plataforma permitió documentar cómo el barco Red Rooster III, con bandera de Estados Unidos, diseñado para expediciones largas, zarpó el 25 de enero de 2025 directamente al Parque Nacional Revillagigedo, cruzando el polígono de protección dos días después a las 18:45 horas.
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Para la madrugada del 28 de enero, el barco entró al polígono de la isla Clarión, uno de los montículos protegidos del archipiélago, donde realizó movimientos asociados a la pesca. De acuerdo con el reporte, la embarcación apagó su sistema de detección y lo volvió a encender hasta el 8 de febrero, cuando ya se encontraba cerca de la frontera con Estados Unidos.
Mientras el sistema satelital estuvo encendido, Skylight detectó que el Red Rooster III se movió a distintas velocidades cerca de la isla Clarión, con rangos que van de los 7 a los 12 kilómetros por hora, un movimiento asociado a técnicas de pesca.
Además, los propios tripulantes de la embarcación publicaron en redes sociales fotografías de la pesca de atún aleta amarilla, una de las especies de alto valor comercial que habitan en la zona donde se encuentra el Parque Nacional Revillagigedo. Las fechas de las publicaciones coinciden con la estadía del barco en el parque, considerado patrimonio mundial por la UNESCO.
Los autores del informe aseguran haber enviado el documento a las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), con el objetivo de alertar y ayudar al monitoreo del Parque, declarado como tal en noviembre de 2017. Desde esa fecha está prohibida toda actividad de pesca dentro del polígono del área natural protegida.
Pesca deportiva, frecuente en Revillagigedo
Fabio Favoretto, investigador del Scripps Institution of Oceanography y uno de los autores del reporte, explica que la embarcación cometió varias irregularidades, como no avisar a las autoridades de la Conanp de su presencia en el polígono de protección y haber apagado su sistema de rastreo satelital AIS.
“Al ser un barco de pesca deportiva es más difícil estar seguros de que estaban pescando dentro de la reserva, porque no hacen maniobras como los otros buques, pero hay que explicar que estos hechos fueron cerca de Clarión y los posteos en redes coinciden con los mismos días en los que estaban dentro de la reserva”, afirma Favoretto.
El doctor en ecología marina advierte, además, que el Red Rooster III no fue el único barco detectado, pues la imagen satelital muestra que hubo más de una embarcación en la reserva, pero la otra u otras embarcaciones no pudieron ser identificadas.
“En una de las fotos satelitales que se han podido obtener con Skylight parece, desafortunadamente, que hay más de un barco, pero no tienen AIS (el sistema satelital) prendido y así no podemos identificar quiénes son”, explica.
Las incursiones del barco Red Rooster III a la zona núcleo de Revillagigedo no son nuevas. Desde 2012 la embarcación ha entrado a la zona, así como al monte submarino Shimada, una de las 51 elevaciones que integran la Reserva de Biosfera Pacífico Mexicano Profundo.
El reporte de los científicos analizó las rutas históricas del barco Red Rooster III, utilizando también la plataforma Global Fishing Watch, la cual permite visualizar los trayectos de barcos pesqueros que cuentan con el sistema AIS.

Ese análisis mostró que la embarcación ha tenido “una alta actividad” histórica en Revillagigedo. En muchas de sus incursiones han apagado el sistema de monitoreo satelital AIS justo cuando entran a la reserva.
En Global Fishing Watch también se detectó actividad del barco en Revillagigedo el 6 de marzo de 2025 al entrar nuevamente en la zona de Revillagigedo. Ese día apagó su sistema satelital AIS y lo prendió hasta el viernes 14 de marzo cuando comenzó su regreso, esta vez con escalas en Baja California Sur. Las fechas nuevamente coinciden con seis publicaciones de la cuenta de Facebook del barco que incluyen fotografías de la captura de atunes de aleta amarilla.

“Ese barco, el Red Rooster III, ha ido a Revillagigedo antes de la implementación del parque nacional (noviembre de 2017) y nunca ha dejado de ir. Son años y años que va a Revillagigedo”, explica Favoretto.
De acuerdo con el investigador, la mayoría de los casos de pesca ilegal que han detectado en la reserva de Revillagigedo han sido cometidos por embarcaciones deportivas.
Una investigación de Mongabay Latam publicada en 2020 reveló cómo la prohibición de pescar dentro del Parque Nacional Revillagigedo no ha sido respetada por las embarcaciones, al detectar que al menos 17 realizaron actividades sospechosas de pesca dentro del área.

El atún, especie clave
Científicos han alertado que estas actividades afectan y comprometen el futuro de las especies que se encuentran en Revillagigedo.
“Las consecuencias ecológicas son muy grandes porque aunque sea pesca deportiva, ellos van por peces grandes, porque los quieren de trofeo”, sostiene Favoretto.
El investigador señala que, además del impacto ambiental, las embarcaciones de pesca deportiva que operan en la zona están explotando de manera ilegal los recursos de la reserva.
“Están extrayendo recursos de un área protegida, que además están aprovechando de manera ilegal. Ellos, sin respetar las reglas, están extrayendo un recurso como el atún, que es una especie en riesgo, una especie que está cambiando mucho por el cambio climático”, dice el especialista.

Alejandro González, director de Global Conservation para México y director del Parque Nacional Revillagigedo entre 2018 y 2021, cuenta que tanto el atún de aleta amarilla como el guaju (Acanthocybium solandri) han sido las especies más impactadas por la pesca deportiva dentro de la reserva marina.
“Me tocó ser testigo de un impacto focalizado en las esquinas del parque nacional, en particular en los alrededores de la Isla Clarión, donde embarcaciones de pesca deportiva de California entran de manera furtiva con el AIS apagado a realizar faenas de pesca”, dice el exdirectivo a Mongabay Latam.
Dentro de Revillagigedo se encuentran las islas Socorro, San Benedicto, Clarión y Partida. Todas cuentan con ecosistemas marinos y terrestres frágiles, biodiversos y bien conservados, con mínimos impactos de actividad humana.
Además de ser un sitio de importancia para la anidación de aves marinas endémicas y destino de cuatro especies de tortugas en peligro de extinción, esta zona del Pacífico mexicano es de gran relevancia para la concentración de tiburones y un lugar clave para la reproducción y alimentación de la ballena jorobada, entre otras especies marinas en riesgo.

Red Rooster III, sin sanciones en México
En 2018, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California (CDFW, por sus siglas en inglés) dio a conocer una multa de 40 000 dólares contra el capitán de la embarcación Red Rooster III por posesión de pescado extraído ilegalmente fuera del estado de California e importación de pescado sin declaración, tras un viaje de seis días en aguas mexicanas, con un “exceso significativo” de límite de varias especies.
En ese momento, los agentes estadounidenses de vida silvestre decomisaron 96 atunes de aleta amarilla, 46 dorados y 57 jureles que superaban el límite permitido.
En México no hay información pública sobre algún tipo de sanción, por presuntos actos de pesca ilegal, en el Parque Nacional Revillagigedo.

Mongabay Latam preguntó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) si hay alguna investigación por las incursiones del Red Rooster III a Revillagigedo. La institución dijo no tener conocimiento de denuncias relacionadas, pero que su oficina regional buscaría información al respecto.
Investigadores como Favoretto y González sostienen que es vital utilizar las tecnologías de satélites, como Skylight o Global Fishing Watch, para mejorar el monitoreo de las embarcaciones que entran en el Parque Nacional Revillagigedo.
“El reto es detectar aquellas embarcaciones fantasma que entran al parque sin ningún tipo de dispositivo que puedas detectar con estas plataformas. Sin embargo, hay tecnología local, como el uso de cámaras de largo alcance o radares, que te permite facilitar la supervisión o la vigilancia en tiempo real de estas embarcaciones oscuras”, señala González.
Ante una falta de recursos para inspección y vigilancia, el exdirector del parque nacional sostiene que, tanto las alianzas como el pago de derechos por actividad turística en el área, ayudarían a mejorar el monitoreo de la zona protegida. “Un parque como Revillagigedo requiere de recursos, la vigilancia en el mar es cara. Por eso es importante establecer colaboraciones con actores y sectores para la conservación de estos espacios”, considera.
Actualmente, el pago para entrar al área protegida de Revillagigedo es de poco más de 177 dólares. González considera necesario que se destine una parte de esos recursos a la vigilancia del área. Hoy solo se destina un porcentaje para gastos de operación.
“Si pudiera retornar un 50 % de lo que se está recaudando, este parque nacional pudiera estar en condiciones diferentes y contar con herramientas, con personal, con embarcaciones y con colaboraciones que facilitarían el trabajo de prevención, disuasión y monitoreo”, menciona.
Mongabay Latam buscó a la Conanp para conocer acciones en respuesta a los posibles actos de pesca ilegal en la reserva de Revillagigedo, pero no obtuvo respuesta. También se buscó a la embarcación Red Rooster III para conocer su versión por los señalamientos de posible pesca ilegal, sin que hasta la publicación de este texto haya habido respuesta.
Imagen principal: la embarcación realizó actividades asociadas a la pesca ilegal en la reserva de Revillagigedo en enero y marzo de 2025. Foto: Reed Rooster III