- En la provincia de Bolívar nace la mitad del agua que fluye por la cuenca del río Guayas, uno de los más grandes del país, pero una minera amenazaría sus cabeceras.
- Afluentes con lodo y tomas de agua contaminadas son los primeros impactos del proyecto minero El Domo - Curipamba, en Las Naves, según sus habitantes.
- En 2023, el Ministerio de Ambiente advirtió en un informe que no se podría autorizar a la minera el uso del agua de la zona porque se debía priorizar el consumo humano.
- Los moradores también denuncian que vehículos pesados de la minera habrían causado afectaciones a los caminos angostos y de tierra de las comunidades.
Cuando los antepasados de Daniel Sisa llegaron a la zona subtropical de la provincia de Bolívar, en Ecuador, no había carreteras para sacar los productos que cultivaban. La única alternativa era transportarlos hacia la costa a través de los ríos. Construyeron balsas y canoas que fueron apodadas como naves. Así, la zona que recibió migración costeña desde 1930 fue llamada Las Naves. Sus habitantes denuncian que esos ríos ahora sufren los impactos del proyecto minero Curipamba – El Domo.
“Uno de los afluentes que formaban el río Naves Chico ya no existe. Es una pena. En el verano ya no hay nada, solo piedra. Ese es el resultado de la exploración. Con la explotación se va a acabar todo”, dice Sisa, representante de la junta administradora de agua de las comunidades de Jerusalén y Buenos Aires. Las comunidades también denuncian que las aguas de los ríos Oncebí y Silencio, para el uso humano, agricultura y ganadería, ahora no pueden usarse porque tienen lodo y sedimentos.
El proyecto minero de cobre, oro, zinc y plata es operado por Curimining, subsidiaria de la empresa canadiense Salazar Resources Ltd. y la canadiense Silvercorp Metals Inc., que recientemente adquirió Adventus Mining Corporation. Tras una polémica consulta ambiental y defensores ambientales que denunciaron criminalización, en 2024 Mongabay Latam comprobó que Isabel Noboa Pontón, tía del presidente de Ecuador Daniel Noboa, tenía hasta 2023 el 9.9 % de acciones de Adventus Mining. Este medio no encontró información que muestre que la familiar del presidente mantiene al 2025 vínculos con la empresa y la compañía no respondió a la solicitud de información.

El Domo – Curipamba tiene siete concesiones, que suman 30 372 hectáreas y se sobreponen a los cantones Las Naves, Echeandía y Ventanas, en las provincias de Bolívar y Los Ríos, en el centro oeste del país. En agosto de 2024, el gobierno ecuatoriano autorizó el inicio de la explotación en mediana minería de una de las concesiones, Las Naves, conformada por 1458 hectáreas.
Tan pronto empezó la construcción de la mina, los habitantes del cantón denunciaron impactos al medio ambiente y, sobre todo, al agua para consumo humano y productivo. El cantón produce más de 50 millones de dólares anuales en viveros de plantas de cacao y pepa de cacao para la exportación, de acuerdo con Sisa. “La minera ha pretendido posicionar que Las Naves es un cantón pobre, lo cual es falso. Hay una cadena de empleo que rota y eso no se acaba, es a largo plazo. En cambio, la minería es a corto plazo y destruye el suelo”, asevera.

En defensa del agua
Emily Conrad, geógrafa y analista ambiental que acompaña a los colectivos de defensa del agua de Las Naves desde 2018, explica que la concesión está en un cerro que los mineros llaman El Domo, pero que era conocido como Carcuto por los locales. Esta elevación, que en palabras de la experta es independiente de la cordillera, es una zona de recarga hídrica. Allí nacen vertientes que abastecen a las comunidades asentadas alrededor de la montaña.

También hay bosques primarios y secundarios, que ya están siendo deforestados para la construcción de la mina, donde habita el diostedé, el nombre que los locales le dan al tucán. En la zona se ha registrado el tucanete culirrojo (Aulacorhynchus haematopygus) y el tuncancillo collarejo (Pteroglossus torquatus). También es el hogar del mico de noche (Potos flavus), el olingo del Chocó (Bassaricyon medius) y la rana nodriza (Epipedobates anthonyi).
La minera habría ofrecido reubicar a las especies afectadas por la deforestación, sin embargo, no dio detalles ante la solicitud de Mongabay Latam. El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) tampoco brindó información al respecto.
El área operativa de la mina se sobrepone a varias quebradas, según la revisión de los estudios y planes de la empresa que hizo Conrad. Por eso, Curimining estaría encauzando los afluentes hacia tuberías. Hay preocupación, dice la especialista, de que los ductos no resistan las crecidas de las fuentes hídricas o, peor, que químicos o metales pesados contaminen las fuentes de agua. Por ejemplo, se usará cianuro de sodio, un químico que con solo una gota puede matar a una persona, asegura.
“Nosotros nos oponemos rotundamente a la minería porque perjudica a los recursos hídricos y a la actividad agropecuaria”, asevera Sisa. Los 7000 habitantes de Las Naves son los primeros afectados, pero asegura, también lo serán los habitantes de la costa.

En la provincia de Bolívar, de acuerdo con Conrad, nace casi la mitad del agua que fluye por la cuenca del río Guayas, la segunda más grande del país en términos de superficie y donde se concentra cerca del 39 % de la población de Ecuador y el 39.2 % de las tierras cultivadas del país.
A Conrad le preocupa aún más que el proyecto planifica construir una relavera. Esta es una especie de piscina enorme en la que se colocan todos los residuos líquidos producidos por la mina y que al estar en un cerro y en un país sísmico, correría el riesgo de romperse y liberar el material, causando impactos fatales en las comunidades de Las Naves.
Leer más | Un viaje por la Amazonía venezolana, donde el río Casiquiare se roba el agua del Orinoco

Agua sucia y esteros desviados
A inicios de marzo de 2025, el agua que abastece a 1650 habitantes de las comunidades de Jerusalén y Buenos Aires empezó a llegar sucia. Además, los filtros de procesamiento del sistema de agua se estaban tapando.
Sisa y un equipo del Municipio de Las Naves hicieron una visita técnica a la captación, que se encuentra dentro del polígono de explotación minera. El informe técnico al que accedió Mongabay Latam señala que “en la Y de Naves Chico y Voluntad de Dios guardias de la empresa minera junto a personal militar estaban realizando un operativo de chequeo de armas”. “El objetivo era no dejarnos pasar”, asegura el líder comunitario.
Una vez superado el chequeo, el equipo técnico se encontró con rocas y montículos de tierra que bloqueaban la vía. A pesar de las dificultades, y gracias a que un policía ordenó a personal de la minera que retire el material, los funcionarios municipales avanzaron. Al hacerlo, descubrieron que un pequeño afluente del río El Silencio había sido desviado hacia terrenos “frágiles”, que según Sisa, como consecuencia, ya tendrían grietas.

El informe indica que Diego Bastidas, un ingeniero de la empresa, habría reconocido que se desvío el cauce del agua, pero de manera temporal. La legislación ecuatoriana prohíbe la alteración del curso natural de los caudales del agua. Mongabay Latam pidió a Curimining que corrobore lo señalado por el Municipio y solicitó al Ministerio de Ambiente información sobre si, de ser el caso, se sancionará o multará a la minera, pero no respondieron.
Casi al final del informe del municipio se corrobora que la captación de agua tenía sedimentación de textura arcillosa, algo que en 17 años no había sucedido y solo se dio después de que la minera empezara a trabajar en el cerro. Sisa entregó el documento a una docena de instituciones, entre esas el Ministerio de Ambiente, la Asamblea Nacional y la Fiscalía, con el objetivo de que se investiguen las afectaciones al agua.

El representante de la junta de agua añade que cinco de las comunidades más pobladas de Las Naves, que sumarían unos 4000 habitantes, tienen sistemas de captación de agua para la potabilización que dependen de las vertientes de El Domo.
Ya en septiembre de 2023, la Dirección Zonal 5 del MAATE advirtió en un informe que no se podría autorizar el uso y aprovechamiento de agua al proyecto minero, pues “ponía en riesgo el orden de prelación y el caudal ecológico”. Esta recomendación técnica fue ratificada en febrero de 2025. El orden de prelación es la prioridad legal del uso del agua que establece la legislación ecuatoriana. El agua debe destinarse en este orden: consumo humano, soberanía alimentaria, usos ecológicos y, al final, usos productivos, en este caso, para la minería.

La consulta ambiental y el derecho al agua
El 5 de junio de 2024, la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) presentó una acción de protección –un mecanismo para la protección de los derechos– en contra de la consulta ambiental que se realizó en 2023, ya que solo incluyó a siete de las 17 comunidades del cantón. La consulta ambiental es el derecho que tienen las poblaciones a ser consultadas respecto a toda decisión que afecte directamente al ambiente.
Una de las pruebas era la autorización para el sistema de agua que tenía el municipio de Las Naves desde 2018 y que beneficia a Jerusalén y Buenos Aires, esta última una de las comunidades más grandes del cantón y que no fue tomada en cuenta en la consulta ambiental, de acuerdo con Alejandra Zambrano, abogada de la CEDHU y representante de varias comunidades de Las Naves.

Tan pronto se presentó la acción de protección, según la abogada, el MAATE empezó un procedimiento para revertir la autorización que tiene el Municipio para la captación de agua en la zona. El objetivo habría sido eliminar la prueba que mostraba que hay comunidades afectadas por la minera que no fueron consultadas. La población se movilizó a Quito y se reunió con María Luisa Cruz, en ese entonces viceministra de Agua y ahora ministra de Ambiente, y logró que el proceso de reversión se suspenda.
No obstante, antes de eso se dictó una medida cautelar para prohibir el avance de la construcción del sistema de agua del Municipio, pues está planificada la ampliación para llegar a más hogares, y aunque la medida se levantó, a la abogada le preocupa que se reactive. Mongabay Latam le pidió al Ministerio su versión, pero no respondió.
La acción de protección no prosperó y Zambrano dice que ahora están a la espera de que el proceso sea archivado para llevar el caso ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Mientras tanto, las comunidades Voluntad de Dios y La Unión, que tampoco fueron consultadas, están en resistencia. Por sus vías, angostas y de tierra, estaban circulando vehículos y maquinarias pesadas que se dirigían a la minera. En redes sociales, los pobladores denuncian afectaciones a los caminos que construyeron hace décadas con sus manos, por lo que cerraron el paso a los vehículos de la minera.
A inicios de junio se realizó una asamblea ciudadana en Las Naves, en la que se declaró que sus habitantes estarán en resistencia permanente. “Ahora estamos en proceso de presentar una acción de protección con medidas cautelares, porque ya hay afectaciones –dice Sisa– esperamos ganar, como sea tenemos que seguir luchando, pero no bajaremos los brazos”.
Foto principal: la construcción de la mina El Domo – Curipamba está causando deforestación y contaminación del agua, según las denuncias de los habitantes de Las Naves. Foto: cortesía Daniel Sisa