Cámaras trampa instaladas en una área protegida de Santa Rosa de Cabal, en Colombia, registraron ataques y persecuciones de perros que deambulan sin supervisión en contra de ejemplares de dantas. Esta situación pone en riesgo a esta especie considerada en peligro Crítico según la UICN. Los detalles en video.
Ataque y persecución
Los dos registros no pueden considerarse eventos menores. En primer lugar, dicen los investigadores, porquela danta de montaña (Tapirus pinchaque) se encuentra enEn Peligro de extinción,según la Lista Roja de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “Actualmente tenemos más de mil millones de perros en el mundo, mientras que hay aproximadamente 2500 dantas de montaña. Cuando haces cálculos, estamos hablando de cerca de 400 000 perros por cada danta de montaña que existe”, dice Juan Camilo Cepeda-Duque, biólogo de la Fundación Wild Campo Silvestre, director del Proyecto de conservación del tigrillo andino y autor principal del reporte científico.
Es por eso que perder una sola danta en un ataque canino es un lujo que no puede permitirse esta especie que habita en los Andes de Colombia, Ecuador y el norte de Perú.La preocupación no es sólo porque los perros puedan matar al animal, sino que detrás de su interacción hay otros riesgos.
“Esto puede tener consecuencias negativas en las poblaciones de tapires de montaña a través de una disminución del rendimiento reproductivo y la eficiencia de búsqueda de alimento, un mayor potencial de brotes de enfermedades y más”, indican los investigadores en el reporte.
Diego Lizcano es biólogo, consultor en WCS y coautor de la publicación. Durante más de 10 años se ha interesado en estudiar a la danta de montaña y comenta que el problema con los perros ha aumentado. La situación se ha hecho más evidente con el uso de cámaras trampa, donde cada vez es más común encontrar interacción entre estos animales domésticos y la fauna silvestre.
A Lizcano le preocupan muchas cosas, pero sobre todo la transmisión de enfermedades. “Muchos de estos perros son de campesinos o pobladores locales que los tienen en condiciones muy básicas y muchas veces no los vacunan. Los animales silvestres son muy susceptibles a las enfermedades que normalmente afectan a un perro. Al perro quizás no le causen la muerte, pero el animal silvestre fácilmente podría morir”, asegura.
Aún no se conoce a ciencia cierta si los perros podrían causar la muerte de una danta directamente con sus ataques, pero Lizcano asegura que las heridas que pueden dejarles son un riesgo latente. “Aunque no hemos logrado documentarlo en un 100 %, algo en lo que estamos trabajando con laCARDER[autoridad ambiental en el departamento de Risaralda], es que cuando los perros muerden a las dantas, les causan heridas que se infectan con gusanos, los cuales dejan unas huellas impresionantes y eso afecta enormemente su salud”, afirma.
La danta de montaña cumple un papel fundamental en los ecosistemas andinosya que, debido al amplio hábitat que necesita para vivir, es una importante dispersora de semillas. “El manejo y control de la población de perros domésticos dentro y alrededor de áreas protegidas debe considerarse una prioridad en futuras acciones de conservación para apoyar una población saludable de tapires de montaña y otras especies en peligro en la región”, destaca el artículo.
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Imagen principal: Evidencia fotográfica de perros domésticos (A) atacando y (B) persiguiendo dantas de montaña en un área privada protegida de los Andes centrales de Colombia. Foto: Juan Camilo Cepeda-Duque.