La reserva de Tucabaca, una de las áreas protegidas más importantes del departamento de Santa Cruz, en Bolivia, enfrenta graves amenazas. La minería ilegal, los avasallamientos o invasiones, las quemas ilegales y la construcción ilegal de un nuevo puente por colonias menonitas acorralan a esta reserva natural clave para la protección del bosque chiquitano. Investigamos la situación.
Trochas y un puente en medio de un área protegida
Eder Santibáñez, coordinador del Movimiento en Defensa del Valle Tucabaca, relata que el pasado 23 de junio emprendió —junto a una comitiva de 10 personas— una inspección al valle de Tucabaca y al área protegida, la cual arrojó resultados poco alentadores.
La primera parada de la inspección fue en la zona donde se ubica la colonia menonita El Roble. Allí, la comitiva se encontró con una escena que considera alarmante: cordones de desmontes compuestos por árboles talados y hojas secas que estaban listas para ser quemadas. Santibáñez dice que el fuego ya había consumido parte de ese material vegetal y había un largo campo de cenizas en el lugar.
“Estamos bastante preocupados. Aparecen nuevas amenazas, ya no solo al valle Tucabaca, sino también al área protegida UCPN Tucabaca, que es una zona muy sensible que debería estar resguardada. Nos llegaron imágenes hace un mes (junio de 2024) que muestran que los menonitas abrieron brechas (trochas) dentro del área protegida. Es un camino de 800 metros de largo con un ancho de ocho metros. Todo esto indica que los menonitas quieren sacar agua del río Tucabaca para sus cultivos dentro del área protegida”, le dice Santibáñez a Mongabay Latam.
Es precisamente en este río donde la comitiva se encontró con una infraestructura que los dejó perplejos: un puente de 18 metros de largo, construido con madera, metal y concreto. Santibáñez no encontró ningún letrero o placa que indicara que se trataba de una obra municipal, departamental o nacional y, según dice, el puente fue construido por los menonitas.
“Nos llamó la atención que esta obra no viene a ser ni del municipio ni de la Gobernación (de Santa Cruz). Esta estructura ya tiene un año y medio y fue elaborada por los menonitas. ¿Habrá una ficha ambiental? ¿Habrá un estudio de impacto ambiental para que puedan construir tremenda estructura dentro de un área protegida?”, cuestiona Julio Zeber, también miembro del Movimiento en Defensa del Valle Tucabaca.
La Gobernación de Santa Cruz, a raíz de la inspección realizada por los activistas, llegó a la zona y comprobó la existencia del puente. Los técnicos descartaron que sea una obra con aprobación de la Gobernación cruceña.
De esta obra se desconoce la existencia de una Licencia Ambiental y de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), requisitos obligatorios en Bolivia para construir una estructura de tal magnitud, como indica la Ley de Medio Ambiente.
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Imagen principal: La tala ilegal de árboles también mata a la zona del valle Tucabaca. En el área protegida se encontraron troncos botados en la tierra. Foto: Movimiento en Defensa del Valle Tucabaca.