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Brasil endurece las medidas contra el cultivo de soya y la producción de ganado ilegales en la Amazonía

Brasil endurece las medidas contra el cultivo de soya y la producción de ganado ilegales

Brasil endurece las medidas contra el cultivo de soya y la producción de ganado ilegales en la Amazonía

mongabay.com
5/2/2008



El gobierno brasileño lanzó una iniciativa para frenar la deforestación del Amazonas, que sienta las bases para que el país potencialmente obtenga miles de millones de dólares por el comercio de carbono a través los esquemas implementados hace dos semanas en Bali, Indonesia, durante la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático.



El viernes pasado Brasil anunció la prohibición de la comercialización de productos agrícolas provenientes de zonas deforestadas ilegalmente en la Amazonía, en un intento por frenar la deforestación y los incendios forestales que han aumentado en meses recientes debido al repentino incremento en los precios de las mercancías, propiciados por los subsidios al etanol de maíz estadounidense y la creciente demanda de alimentos para el ganado por parte de China y otras economías emergentes. El decreto presidencial impone multas y limita el acceso a los créditos a los propietarios de tierras que compren o intercambien soya, carne y otros productos producidos en terrenos deforestados de manera ilegal, reportó la agencia Reuters.



Para apoyar este esfuerzo, Brasil creará un registro de la propiedad y enviará más de 700 policías federales adicionales a la región, que ha presenciado violentas disputas por la tierra. Los propietarios que no se registren en el nuevo programa ya no serán elegibles para recibir préstamos y otros beneficios del gobierno, de acuerdo a información de Associated Press (AP).


“Este registro nos permitirá crear una base de datos que nos ayudará a identificar las zonas rurales que requieran de acciones contra la deforestación”, dijo la Ministra Ambiental Marina Silva en conferencia de prensa en Brasilia, según cita AP.



Brasil cuenta con una de las regulaciones ambientales más estrictas del mundo —por ley, el 80% de la propiedad de una persona debe mantenerse forestada— pero su cumplimiento es bastante azaroso en la Amazonía. Se ha culpado de esta situación a la lentitud en los procesos de aprobación de permisos, desde la investigación científica hasta los desarrollos, que ha propiciado una corrupción endémica y una mentalidad parecida a la del “salvaje oeste” en la región.



Las razones por las que se desmontan las tierras en el Amazonas son sencillas: terrenos de bajo precio, mano de obra barata y una creciente demanda de productos. Estos factores, en combinación con la estabilidad financiera y una variedad mejorada de soya, han ayudado a que Brasil se convierta, en menos de una generación, en una superpotencia agrícola, siendo el principal exportador a nivel mundial de carne de res, algodón y azúcar, entre otras mercancías. Los propietarios de tierras en la Amazonía han visto que el valor de sus terrenos se duplica cada 4-5 años en áreas que hace sólo una década eran bosques prístinos.




La deforestación de la Amazonía brasileña disminuyo más del 60% entre 2004 y 2007.

Dado este panorama, algunos piensan que la única manera de abordar el problema de la deforestación es mediante mecanismos de mercado, como los propuestos por el gobierno brasileño el viernes.



John Cain Carter, fundador de Aliança da Terra, una organización conservacionista pionera que trabaja en Mato Grosso, en el corazón de la frontera agropecuaria de la Amazonía brasileña, asegura que al otorgar incentivos a los productores para que reduzcan el impacto sobre el bosque, el mercado puede tener éxito donde los esfuerzos tradicionales de conservación han fracasado.



“La Aliança da Terra se basa en el concepto de aceptación en el mercado de la producción agrícola sustentable en la Amazonía brasileña. Actualmente nos enfocamos hacia la carne de res, principal agente de la deforestación amazónica, aunque también estamos trabajando con otros productos, incluyendo la soya”, comentó Carter a mongabay.com. “Estamos estableciendo un sistema de acreditación que ayudará a que los propietarios responsables accedan a los mercados y obtengan el mejor precio por sus productos… A los propietarios les gusta nuestro sistema por que pueden opinar sobre las medidas a seguir y porque tienen intereses creados para hacerlo económicamente viable”.



Una nueva fuente de financiamiento para la conservación del bosque lluvioso

Los esfuerzos de Brasil para reducir la deforestación podrían generar dividendos en el mercado internacional de comercio de emisiones de carbono. El 14 de diciembre, los delegados asistentes a la Conferencia Climática de la décimo tercera Conferencia de las Partes de la ONU (COP-13) llevada a cabo en Bali, Indonesia acordaron respaldar los mecanismos de Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación (REDD) para combatir el cambio climático. De acuerdo a algunas estimaciones, el esquema podría destinar decenas de millones de dólares al año a los esfuerzos de conservación de los bosques en los países tropicales.





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