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En busca del aye-aye, el primate más extraño del mundo, en el paraíso tropical de Madagascar

En busca del aye-aye, el primate más extraño del mundo, en el paraíso tropical de Madagascar

En busca del aye-aye, el primate más extraño del mundo, en el paraíso tropical de Madagascar
Rhett A. Butler
Traducción por Genoveva Trejo Macías
mongabay.com
25/3/2008



Alrededor del 75% de las especies de Madagascar son endémicas de la isla, lo que sitúa al país en el primer lugar de las naciones más diversas biológicamente. Los lémures son primates endémicos de la isla, y dentro de este grupo se encuentra el aye-aye, uno de los animales más extraños del planeta. Este lémur utiliza su dedo largo medio para localizar a las larvas de los insectos dentro de la corteza de los árboles, semillas y frutos. Algunos estudios sugieren que el aye-aye es capaz de detectar el movimiento de los insectos a una profundidad de 12 pies. En un principio, la ciencia clasificó al aye-aye como un roedor, aunque posteriormente se situó dentro de su propia familia (Daubentoniidae) de lémures.



En el pasado existía otra especie de aye-aye, pero al igual que otras especies de lémures de mayor tamaño se extinguió después de la llegada del hombre hace menos de 2000 años.



Actualmente, el aye-aye se encuentra en peligro de extinción, debido a la reducción de su hábitat y a la persecución local por su relación mítica con la muerte.



En un esfuerzo para evitar su extinción, en 1966, se traslocaron seis animales a la Reserva de Nosy Mangabe, una isla situada 2 km al noreste de Madagascar, con el objetivo de establecer una población reproductiva antes de que la especie desapareciera del país.



En Nosy Mangabe existen otros lémures, además del aye-aye: el lémur blanco y negro de collar, y el lémur de frente blanca. Aunque no se sabe con exactitud, se piensa que el lémur blanco y negro fue introducido en la década de 1930, aunque existen algunos reportes británicos que dan indicios de su existencia desde el siglo XVII.






La isla alberga además geckos, camaleones, ranas y una gran cantidad de insectos. En Madagascar, las poblaciones de la herpetofauna (anfibios y reptiles) se han reducido significativamente debido al comercio de estos animales.



Ser guía es un trabajo respetado y bien remunerado en Madagascar, debido a que el ecoturismo es una de las grandes esperanzas para el desarrollo económico del país.



Los habitantes de la Península de Masoala viven directamente de la utilización de sus recursos naturales, por lo que ofrecer incentivos económicos a la gente es la clave para el éxito de la conservación en Madagascar. El ecoturismo es la mejor opción que tiene la gente local para beneficiarse directamente de las áreas protegidas, ya que alrededor del 50% de la gente que viaja al país visita algún área protegida.



Los programas de entrenamiento de guías, impartidos por el servicio de parques nacionales (ANGAP), han frenado las actividades ilegales que se realizaban por ignorancia.



Hoy en día, los encargados del parque difunden información dentro de las comunidades, mediante transmisiones en la radio, en donde explican las regulaciones relacionadas con el parque y la importancia de Masoala.






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