Noticias ambientales

Deforestación y erosión causan hambruna en Malawi

Deforestación y erosión causan hambruna en Malawi

Deforestación y erosión causan hambruna en Malawi
Por Ed Stoddard, Reuters
Traducido por Pablo García Chevesich

mongabay.com
4/2/2008



CHIKWAWA, Malawi — Jennifer Chikapa transporta el futuro de Malawi en su cabeza.



“Estoy recolectando leña, es el único combustible para cocinar”, dijo mientras pasaba bajo un ardiente sol, una pila de troncos sobrepuestos en su cabeza y su pequeño hijo en su espalda. La madera le durará por lo menos una semana, pues ella cuenta con pocos alimentos para cocinar. Las agencias de ayuda dicen que cerca de cinco millones de malawies — casi la mitad de la población de uno de los países más pobres del planeta — necesitan ayuda alimenticia para que sobrevivan hasta la cosecha de maíz en abril.



Mujeres como Chikapa están inadvertidamente contribuyendo a la miseria de su país en el largo plazo. La tala de bosques y la erosión del suelo podrían destinar a Malawi con una escases alimenticia permanente, mientras los fértiles suelos del país son literalmente barridos hacia sus ríos y transportados a altamar.



“La mayor exportación de Malawi es su suelo superficial”, dijo el conservacionista local Khalid Hassen. La evidencia puede verse no lejos de donde Chikapa acarrea su leña, en el ancho río Shire, el cual está completamente sedimentado.



Gran parte de las colinas que rodean Blantyre, la capital comercial, son utilizadas por granjeros, pese a sus elevadas pendientes. El resultado es una masiva erosión del suelo.



Con cerca de 11 millones de personas ocupando un área de 118.500 kilómetros cuadrados, Malawi es uno de los países más densamente poblados de África. Pero la mayoría de los terrenos cultivables han sido reemplazados por plantaciones comerciales de tabaco, té y azúcar. Esto ha llevado a que millones de granjeros cultiven el resto de los terrenos disponibles.



DEFORESTACIÓN



La deforestación está jugando su rol mientras las mujeres — rara vez los hombres — a lo largo del país colectan leña para cocinar o vender. “Una de las vías más comunes de sobrevivencia en períodos entre cosechas es la tala de árboles para vender madera destiada a carbón”, dijo Penelope Howarth, Cabeza de la oficina de las Naciones Unidas (Programa de Alimentación Mundial) en Blantyre. “Esto ha continuado la expansión de aluviones y erosión, causando un serio impacto en la seguridad de alimentos en el largo plazo”, dijo Howarth.



La pérdida de bosques contribuye a la erosión porque las raíces de los árboles anclan el suelo en su lugar. La seguridad alimenticia es ya tenuosa en Malawi. Una sequía devastó los cultivos de la pasada primavera y una agresiva expansión del SIDA ha agravado el problema, derrotando a campesinos en su lucha por la vida.



Según el Banco Mundial, en el año 2000 — el último año por el cual se obtuvieron datos — cerca de 26.000 kilómetros cuadrados de área superficial en Malawi, o 22%, se encontraba forestada. Sin embargo, la cubierta forestal ha declinado a una tasa estimada de 2.4% al año en la década precedente y probablemente se ha incrementado debido a la creciente escases de alimentos.



Se han hecho algunos esfuerzos por revertir dicha tendencia a través de programas de forestación financiados por donantes extranjeros, pero es una batalla contra la corriente, debido al rápido crecimiento poblacional.



Ambientes frágiles causan problemas en África, desde Madagascar, en donde la deforestación está acabando con la mayor parte del suelo, hasta el vasto desierto del Sahara al oeste de África, en donde la erosión eólica está adelgazando progresivamente los terrenos cultivables.



En Malawi, un creciente mercado de artesanías hechas con maderas, las cuales a menudo se venden a turistas en centros comerciales de Johannesburg y Cape Town, también ha contribuido a la tala de bosques.



Malawi ha doblado el cálido corazón de África. Pero su latido está disminuyendo a medida que su vigoroso suelo se pierde.



Procesos y Control de la Erosión by Pablo A. García-Chevesich






Salir de la versión móvil