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Aumenta la tala de árboles en el sur de Estados Unidos de América para satisfacer la demanda extranjera de biocombustibles

Con el fin de cumplir el objetivo de la Unión Europea de lograr un 20% de utilización de biocombustibles para el 2020, algunas empresas de servicios de Europa están reemplazando el carbón por pellets de madera. La idea es simple: los árboles volverán a crecer y absorber el carbono liberado en la combustión de pellets de madera, logrando que el proceso supuestamente sea neutro en lo que respecta al carbono. Sin embargo, igual que otras ideas sencillas, omite detalles importantes que pueden cambiar su concepto.



El problema es que el proceso puede ser carbono-neutral sólo luego de que los árboles vuelvan a crecer y recuperar su tamaño original. En el caso de la tala de un bosque de 100 años de antigüedad, esto tardaría un siglo. Si el bosque se encuentra deforestado, puede que nunca se regeneren los árboles, a menos que se los vuelva a plantar. Si la nueva plantación forestal se encuentra compuesta por especies de árboles diferentes o por una menor cantidad de estas, seguramente, almacenará menos carbono que la plantación original. Finalmente, si el ecosistema forestal fuese rico y valioso, como por ejemplo un humedal, su vida silvestre se perdería para siempre.



La tala de bosques primarios, humedales y la deforestación son ilegales o se encuentran estrictamente reglamentados en la mayoría de los países de Europa. Sin embargo, en el sur de Estados Unidos de América, es totalmente legal. Es allí donde los productores de grandes cantidades de pellets de madera llevan a cabo sus operaciones.



Una empresa con base en Maryland, Enviva, es una de las cinco empresas más grandes que producen pellets. Actualmente, sus instalaciones en Carolina del Norte y Misisipi producen y exportan a Europa más de medio millón de toneladas de pellets de madera todos los años. La empresa planifica triplicar su producción en los próximos años con el fin de satisfacer la creciente demanda de combustible de biomasa a base de madera, especialmente de las empresas de servicios europeas, aunque también de las plantas de energía de Estados Unidos.


Instalación de Enviva en Ahoskie, Carolina del Norte. La fotografía demuestra que la empresa utiliza grandes cantidades de árboles enteros para sus pellets. Fotografía de: Southern Enviromental Law Center.
Instalación de Enviva en Ahoskie, Carolina del Norte. La fotografía demuestra que la empresa utiliza grandes cantidades de árboles enteros para sus pellets. Fotografía de: Southern Enviromental Law Center.


Enviva afirma que produce los pellets de madera utilizando sólo recursos madereros de bajo impacto como astillas, cortezas, derivados de aserrín, copas de árboles, ramas y otros residuos forestales remanentes del procesamiento de troncos de árboles de bosques comerciales para utilizarse como materiales de construcción. Estos residuos no procesados generalmente no se utilizarían como recurso. Actualmente, las fuentes adicionales de biomasa incluyen fibras de madera y troncos de pequeño tamaño de bajo impacto.



Sin embargo, los operadores forestales privados y los propietarios de tierras de Carolina del Norte que fueron entrevistados para un informe de investigación para el Wall Street Journal la semana pasada admitieron que árboles de más de 100 años de antigüedad, incluyendo algunos de humedales, son utilizados en fábricas de pellets.



“Enviva necesita tanto la madera que está pagando por la tala de árboles en pantanos”, un operador forestal le comentó al periodista del Wall Street Journal.



La empresa no respondió a la solicitud de información realizada por Mongabay esta semana.



Scot Quaranda de Dogwood Alliance, y ONG que trabajan en la protección de bosques del sur, explican que casi no hay una reglamentación que impacte en la gestión de los bosques en el sur de Estados Unidos. Desafortunadamente, el 90% de los bosques son privados y carecen de protección legal. La mayoría de las directrices de gestión que se encuentran en los libros son totalmente voluntarias y no incluyen limitaciones a las deforestaciones en larga escala, transformaciones de bosques naturales en plantaciones, tala de árboles en humedales, utilización de productos químicos tóxicos, o deforestaciones de bosques en peligro.



Esta es la razón por la cual Dogwood Alliance y Natural Resourses Defense Council [Consejo de Defensa de los Recursos Naturales] han lanzado una nueva campaña denominada “Nuestros bosques no son combustible”.



“Centramos nuestro trabajo en el mercado comercial ya que, en el sur, grandes empresas conducen tanto la destrucción como el cambio de las practicas forestales”, explica Quaranda.


Es irónico que las empresas de servicios europeas limiten su importación de pellets de madera a países desarrollados como Estados Unidos de América justamente con el fin de evitar la tala ilegal de árboles.



“El sector forestal estadounidense se encuentra bien desarrollado y gestionado, cumple con nuestro criterio de sostenibilidad y el abastecimiento de biomasa sustentable es abundante”, señala Melanie Wedgbury de Drax Power, la empresa de generación de energía más grande de Gran Bretaña.



El año pasado, Drax anunció sus planes de convertirse en un generador de energía alimentado predominantemente de combustible de biomasa. La empresa está modificando tres de sus seis unidades generadoras para que funcionen completamente a base de biomasa en vez de a carbón. De acuerdo a un informe del BBC, Dax quemará siete millones de toneladas de materiales vegetales por año.





Bosque Bayou en Luisiana. Fotografía de: Rhett A. Butler.
Bosque Bayou en Luisiana. Fotografía de: Rhett A. Butler.






REFERERENCIA: Searchinger, Timothy D., et al. “Fixing a critical climate accounting error.” Science 326.5952 (2009): 527.


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