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La población del leopardo del Amur crece, pero también su riesgo de ser atacada por tigres y cazadores furtivos

En el lejano oriente ruso, entre los bosques de pino y los largos inviernos, puede que un felino esté comenzando a recuperarse. Un nuevo estudio indica que la población del leopardo de Amur ha llegado a constituirse de nada más y nada menos que cincuenta ejemplares. Aunque esto no parezca mucho, la población actual es muy diferente de aquella que contaba con sólo veinticinco especímenes. Luciendo el pelaje más grueso de los leopardos, este animal caza por excelencia animales ungulados, como el ciervo y el jabalí, en un bosque donde el tigre siberiano aún sigue siendo el rey.



“Este hecho nos llena de alegría; no obstante, no podemos bajar la guardia. Cincuenta continúa siendo una cifra alarmantemente pequeña para una población de larga persistencia”, anunció la WWF de Rusia en un comunicado de prensa.


Al controlar los rastros de los leopardos de Amur por los senderos nevados, los científicos contaron 23 ejemplares. Se estima, entonces, que existen entre 43 y 45 ejemplares de leopardos adultos y 4 o 5 crías, como mínimo, viviendo en estado salvaje. Esto da cuenta de un crecimiento del 50 por ciento desde el último estudio en el 2007, con el cual se estimó un total de 27 a 34 especímenes en total. Los investigadores además descubrieron que los leopardos estaban expandiendo y modificando su hábitat a medida que crecía su población.



La mayoría se encuentra en Rusia; sin embargo, recientes fotografías sacadas con una cámara trampa demuestran de que algunos ejemplares habitan en el lado chino de la frontera. También se ha notificado su presencia en Corea del Norte.


“El leopardo del remoto oriente, el felino más extraño en la tierra, se está salvando de una situación desastrosa”, dice Yury Darman, Director de la rama del Amur de la WWF de Rusia. “Comenzamos con el programa de recuperación en el 2001 y ahora podemos estar orgullosos de que, al menos, cincuenta leopardos viven en estado salvaje. El papel más importante lo tiene el establecimiento de una gran área de protección unificada y ampliamente apoyada por el Estado, la cual cubre 360.000 hectáreas donde se hallan los hábitats del leopardo en Rusia. Ahora es importante agilizar la creación de una reserva transfronteriza entre China y Rusia la cual unificará seis áreas protejidas adyacentes que en total contienen 6.000 kilómetros.



El leopardo de Amur peligra debido a la caza furtiva, la pérdida de su hábitat y la endogamia. Los cazadores furtivos no sólo eligen a los leopardos como sus víctimas, sino también a los animales de presa de los cuales dependen. No obstante, los conservacionistas afirman que una nueva amenaza para esta disminuida población está comenzando a surgir: los tigres siberianos (o tigres de Amur) (Panthera tigris altaica).



La población de tigres siberianos también está creciendo en la región, lo que conlleva a enfrentamientos entre estos dos grupos de depredadores. El felino más grande del mundo, el tigre siberiano, pueden pesar hasta 6 veces más que el leopardo de Amur y representa una amenaza letal para él. De hecho, la WWF de Rusia declaró que hace pocos años se encontraron tres leopardos de Amur asesinados por tigres. Esta entidad manifiesta que se necesita profundizar la investigación sobre la relación entre estos dos felinos.






Leopardo de Amur, (Panthera pardus orientalis) gruñendo en la nieve. Cautivo. Fotografía: Lynn M. Stone/WWF.
Leopardo de Amur, (Panthera pardus orientalis) gruñendo en la nieve. Cautivo. Fotografía: Lynn M. Stone/WWF.





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