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Los leones aumentan: la conservación comunitaria está marcando una gran diferencia para los Reyes de África en Mozambique

Colleen Begg dio una conferencia en la Exposición para la Conservación de la Naturaleza de San Francisco el 12 de Octubre del 2013.



Todo el mundo sabe que los tigres, los pandas y las ballenas azules están en peligro de extinción -¿y los leones?- Algunos investigadores acaban de descubrir que la población de leones ha caído precipitadamente: ha descendido hasta los 30.000 animales en todo el continente africano. Aunque 30.000 pueda sonar un gran número, supone una reducción de casi el setenta por ciento desde 1960. Además, la población de leones se está fragmentando ya que cierto número de ellos ha desaparecido. Sin embargo, aún hay esperanza: un lugar en el que los leones están actualmente aumentando es en la Reserva Nacional Niassa en Mozambique. Aquí el número de leones ha crecido en torno al sesenta porciento en sólo siete años. En parte gracias al esfuerzo de Colleen y Keith Begg.



Los Begg dirigen el Proyecto Carnívoro Niassa – Niassa Carnivore Project-, que busca mitigar los conflictos entre los leones y las 35.000 personas que viven en Niassa. Para salvaguardar a los leones, los Begg trabajan con la gente del parque. El Proyecto Carnívoro Niassa ha acordado con las comunidades construir granjas a prueba de predadores y mitigar la caza incluyendo el uso de alambres (que muy a menudo atrapan inintencionadamente a predadores como los leones). Los Begg y su equipo también hacen cursos de educación intensivos, usando lo que pueden -desde teatro a libros infantiles- para cambiar sus ideas sobre los leones.



Mapa de la Reserva Nacional Niassa. Cortesía del Proyecto Carnívoro Niassa.
Mapa de la Reserva Nacional Niassa. Cortesía del Proyecto Carnívoro Niassa.

Aunque los Begg son unos apasionados de los leones, también comprenden las dificultades que las comunidades pueden encontrar viviendo con los mayores predadores.



“Creo que no deberíamos olvidar ni minimizar el alto coste que tiene para las comunidades locales el convivir con animales peligrosos como los leones y los elefantes,” Colleen Begg declaró a mongabay.com. “Los costes pueden ser altos en algunas zonas y necesitamos ser pragmáticos y estar de acuerdo en que no podemos salvar a todos. El ataque de un león es algo terrible que nunca se olvida y perder ganado es como perder tus ahorros. En algunas zonas, podemos conseguir que funcione pero depende de los números -de leones, de caza natural disponible para ellos y de personas.”



Construir una relación más estable entre personas y leones no será ni fácil ni barato, según Begg, y en algunos casos es posible que requiera vallar leones (o personas). Pero, a juzgar por los buenos resultados de Niassa, esto es posible.



Colleen Begg estuvo presentando la Red de Exposiciones para la Conservación de la Naturaleza – Wildlife Conservation Network Expo – en San Francisco, el 12 de Octubre de 2013, un evento presentado por Jane Goodall.





UNA ENTREVISTA CON COLLEEN BEGG



Colleen Begg con los jefes locales promoviendo las vallas naturales (usando especies de madera para vallar las aldeas. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Colleen Begg con los jefes locales promoviendo las vallas naturales (usando especies de madera para vallar las aldeas. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.


Mongabay: ¿Qué te atrajo de los leones?



Colleen Begg: Los leones son el ejemplo perfecto de la vida salvaje, y Keith y yo somos unos apasionados de la conservación de lugares salvajes y sus carnívoros en África. Los leones salvajes pueden ser un indicador de cómo le va a la naturaleza. Si los leones están bien, implica que el lugar también lo está. Ni siquiera necesitas verlos, tan sólo sus huellas en la arena o su rugido nocturno y ya sabes que estás en África; esto es la naturaleza tal y como debería ser. Se ha perdido algo irrevocable cuando no quedan leones salvajes en la naturaleza.



En 2003 llegamos a la Reserva Nacional Niassa al norte de Mozambique para estudiar los tejones y para hacer un primer estudio sobre los carnívoros. Nos atrajo Niassa por su tamaño y su situación remota (42.000 km2) y porque 35.000 personas estaban viviendo dentro del área protegida y nos fascinó la interconexión entre las personas y la vida salvaje. Al mismo tiempo había una preocupación generalizada por la población de leones que estaba disminuyendo rápidamente en toda África y había muchos menos leones de los que se pensaba (menos de 32.000 es la estimación más optimista). Esto fue un shock. ¿Cómo podía haber ocurrido esto con los leones, los felinos más sociales y vistosos de África, ante la presencia de científicos, conservacionistas, productores de cine, fotógrafos y ecoturistas -nosotros incluídos-?



Proyecto Carnívoro Niassa puso collares a los leones para monitorizar sus movimientos. Foto:  Proyecto Carnívoro Niassa.
Proyecto Carnívoro Niassa puso collares a los leones para monitorizar sus movimientos. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.

En la Reserva Niassa descubrimos que a pesar de haber leones viviendo allí, las cifras (600-800) era más bajas de lo esperado dado el gran tamaño del área protegida. La conservación de esta población era de importancia internacional y había potencial para que dicha población pudiera aumentar. Trabajando con las Autoridades competentes de la Reserva Niassa y con el permiso del gobierno de Mozambique, decidimos que esto merecía una investigación mayor. Descubrimos que si podíamos proteger a los leones, no sólo estaríamos haciendo una gran contribución a su conservación, sino también a la del lugar. Nuestro estudio preliminar mostró que esos leones se enfrentaban a diversas amenazas como la caza por deporte, trampas, caza para su venta y enfermedades contagiadas por perros domésticos. Entonces comenzamos a trabajar para su sostenibilidad, desarrollando métodos con los que podríamos reducir estas amenazas colaborando con las comunidades de la Reserva, las autoridades competentes y los touroperadores turísticos.



Mongabay: El número de leones ha descendido drásticamente durante el último siglo. ¿Cuáles han sido los motivos principales?



Colleen Begg: El principal factor es el crecimiento de la población humana que ha ido dejando menos espacio a los leones. Junto con la expansión de la gente y la destrucción de la sabana ha habido un incremento de trampas para animales salvajes (que mata a los leones y a sus presas), la caza por venganza, así como el envenenamiento para responder a los ataques de personas y animales de granja y la caza deportiva no sostenible ni regulada.



Mongabay: ¿Cómo les está yendo a los leones el la Reserva Nacional Niassa y en Mozambique en general?



Colleen Begg: Los leones de la Reserva Niasa lo están llevando bien. Llevamos trabajando en la Reserva Niassa en colaboración con las autoridades de la Reserva de Mozambique y el Ministerio de Turismo desde 2003. Controlamos la población de leones cada 3-4 años en toda la Reserva y también monitorizamos a los leones en un estudio intensivo en áreas de 600 kilómetros cuadrados. Durante este periodo de tiempo la población de leones en la Reserva de Niassa ha incrementado de 600-800 leones en 2005 a 1.000-1.200 leones en 2012. Esto hace de la Reserva Nacional Niassa un baluarte para la conservación del león en África así como una de las diez áreas en las que aún quedan más de 1.000 leones.



Sin embargo, aunque las noticias sean positivas no hay tiempo que perder ya que la población humana que vive dentro de la Reserva Niassa está creciendo (35.000 personas en 40 poblaciones) y reducir la caza de presas y los potenciales conflictos es una prioridad. Las trampas en arbustos son trampas de alambres colocadas con el fin de atrapar animales salvajes para comer y vender. Los leones no son el objetivo pero se estima que unos 40 leones al año mueren en estas trampas. Estamos trabajando duro en colaboración con las autoridades de Mozambique (hay un acuerdo entre La Sociedad para la Conservación de la Naturaleza y el Ministerio de Turismo) para reducir la caza y buscar una alternativa al sustento y fuente de proteínas. Las trampas y los conflictos leones-humanos no son sólo un problema en Niassa, sino también en todo Mozambique y en cualquier sitio en el que haya leones. Se estima que hay unos 2.000-2.500 leones en Mozambique, aunque nadie lo sabe realmente. Un proyecto nuevo ha comenzado en el Parque Nacional de Gorongosa bajo el liderazgo de Paola Booley, y están trabajando duro para proteger la población de leones (30-50) en este icónico parque Nacional como parte del proyecto de Restauración Gorongosa.



Mongabay: ¿Podrían llegar a convivir en paz las crecientes comunidades humanas con los leones?



Huellas de leones y humanos juntas en la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Huellas de leones y humanos juntas en la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.


Colleen Begg: Quizá, aunque no muy a menudo, es más probable que vivan en una delicada tregua. Creo que la coexistencia es posible en algunas zonas si se incrementara la tolerancia, reduciendo los conflictos y aumentando los beneficios directos que aportan los leones a las comunidades. Varios proyectos están teniendo éxito protegiendo el ganado de los leones y reduciendo sus ataques a través de la colaboración comunitaria. Creo que no deberíamos olvidar o minimizar los grandes costes que las comunidades locales deben soportar viviendo tan cerca de animales peligrosos como leones y elefantes. Los costes pueden llegar a ser muy altos en algunas áreas y necesitaremos ser pragmáticos y admitir que no toda la población de leones puede ser salvada. El ataque de un león es un evento terrible que nunca se olvida y perder ganado equivale a perder tus ahorros. En algunas áreas, puede funcionar pero depende de los números -cuántos leones, cuántas presas naturales hay y cuántas personas. También depende del tipo de comunidad (agrícola, pastoral), la política de cada país y la presión internacional. Hace falta mucho dinero, tiempo y personas dedicadas para que esto funcione. Tenemos soluciones efectivas, pero nuestro problema principal es escalarlas a un nivel que sea significativo para la conservación de leones y al mismo tiempo permita el desarrollo y la seguridad de la comida en las comunidades. Tenemos desafíos enormes por delante y esto va a necesitar de mucha colaboración y grandes cantidades de dinero si lo queremos hacer bien y a tiempo.



Mongabay: ¿Cómo consigues convencer a las comunidades locales que ver leones es una ventaja y no una plaga peligrosa?



Colleen Begg: Lo primero y más importante es asegurarse de que su ganado está a salvo de los ataques de leones. Esto siempre debería ser una prioridad dondequiera que los leones y las personas convivan juntos. Ayudar a la población a construir corrales y establos a prueba de predadores, reducir el trasiego de animales salvajes en las poblaciones, responder a los ataques de leones con rapidez y empatía, y enseñar a las personas qué comportamientos les hacen vulnerables para que puedan hacerse responsables de su propia seguridad. Los leones no deben ser sobrevalorados por encima de los humanos y no podemos esperar que a todo el mundo le gusten, son extremadamente peligrosos desde la perspectiva de una comunidad, aunque pueden significar grandes beneficios financieros. También pueden ser neutrales y tolerarlos.



Lo segundo, es proveer directamente beneficios significativos de la conservación de leones a la gente que vive con ellos, ya sea en forma de dinero que llega del turismo, pagos relacionados con la conducta, asistencia a las comunidades para la reducción de conflictos, entrenamiento de aptitudes, educación o empleos directos.
Estos beneficios deben ser significativos, duraderos, apropiados geográficamente y se debe ver muy clara la unión directa entre leones y beneficios. La conservación no consiste en decir que no, tenemos que incentivarles para el éxito y estos incentivos tienen que ser relevantes a nivel comunitario e individual.



Mongabay: Recientemente ha coescrito un trabajo sugiriendo que vallar a los leones puede ser la mejor manera de protegerlos. ¿Qué nos puede decir sobre esa idea?



Familia viviendo en la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Familia viviendo en la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.


Colleen Begg: Es muy importante que miremos objetivamente lo que está funcionando para los leones y lo que ha fallado. No tenemos tiempo de continuar cometiendo los mismos errores. El objetivo de este trabajo era observar los efectos del vallado y controlar los presupuestos de la población de leones y su crecimiento. También se ha tenido en consideración la densidad de la población humana, el gobierno, la caza deportiva, la gerencia privada y el tamaño de área protegida. El Profesor Craig Packer ha recopilado estos datos de más de 50 científicos a través de 42 estudios de 11 países.Tan sólo el hecho de recopilar esta cantidad de datos desde tantas áreas distintas ha sido una gran proeza que nos ha ayudado a identificar los patrones.



Los resultados muestran que la densidad de población de leones es más alta en las reservas valladas y en las áreas con los presupuestos más altos. No sólo se estima que la población vallada alcanza el 80% o más de la capacidad estimada pero está costando considerablemente menos controlar estas poblaciones de leones en comparación con las de las áreas no valladas (500$ por kilómetro cuadrado comparado con los 2000$ por kilómetro cuadrado). Desde luego que aún quedan más leones en las áreas sin vallar que en las valladas. No ha sido ninguna sorpresa que la separación física entre las personas y los animales salvajes sea una manera muy eficiente de conservar los leones y otros animales. Una valla física es más probable que reduzca la caza, la destrucción del hábitat y el conflicto humanos-leones. Este trabajo ha mostrado claramente que las vallas son una herramienta efectiva, pueden ser consideradas parte de un “set de herramientas”



Desde luego, como muestra este trabajo, una valla física no es apropiada en todas partes y sólo funcionaría en áreas con fronteras definidas siempre que no emigren ni las personas ni los animales. En espacios muy grandes, dominados por los animales, quizá sea más apropiado vallar las comunidades para reducir los conflictos en lugar de vallar todo el área. Mientras que la mayoría de los debates se centran en el controvertido uso de vallas, el trabajo también ha destacado la frágil situación en que se encuentran los leones actualmente, basándose en estudios previos. Según las predicciones, menos de la mitad de los leones sin protección puede que se extingan en los próximos 20-40 años. También ha señalado la amplia cantidad de fondos que se van a necesitar para proteger con efectividad a los grupos sin vallar.



Mongabay: Las áreas valladas han levantado mucha controversia. ¿Qué puedes decir a otros investigadores de leones que creen que es una mala estrategia?




León descansado bajo pinturas Batwa en la roca. Los humanos evolucionaron en África junto a los leones. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
León descansado bajo pinturas Batwa en la roca. Los humanos evolucionaron en África junto a los leones. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.


Colleen Begg: En ocasiones, una opinión objetiva nos puede ayudar a tener visiones nuevas sobre un problema y ayudarnos a avanzar. Nos obliga a mantener una mente abierta y a no obcecarnos con nuestras propias ideas. En este momento, necesitamos ideas nuevas que nos ayuden a ver lo que hemos hecho mal en el pasado y cómo podemos darlo la vuelta para no perder leones. Lo más importante de este trabajo es que ha generado muchas discusiones sobre cómo conservar leones. Creo que es necesario recordar que no era una cuestión de opinión, sino un análisis objetivo de muchos datos que han mostrado claramente la efectividad del vallado para la conservación, especialmente de las áreas pequeñas. Por supuesto que siempre hay excepciones y no todos estamos de acuerdo. Lo más interesante de la ciencia es que podemos tener grandes discusiones y estar totalmente en desacuerdo, pero todos tenemos la misma meta.



Para muchos de nosotros la idea de vallar toda la naturaleza sigue siendo una aberración porque simboliza la vuelta al estilo de fortalezas y algo indefinible parece perderse cada vez que un lugar es vallado. Hemos luchado muy duro y durante mucho tiempo para evitar las vallas y extender las áreas naturales permitiendo que los animales se muevan libremente. La idea de instalar vallas nos hace sentir a disgusto. Hemos trabajado muy duro para incluir carnívoros en zonas desprotegidas como parte de una estrategia de conservación y en muchas de estas zonas, las vallas no serían posibles. Sabemos que para muchas especies , como los perros salvajes africanos o los guepardos, las vallas son un desastre porque necesitan áreas muy grandes para andar sueltos. También es cierto que el vallado tendría consecuencias desastrosas en algunas zonas donde no queda muy claro si las personas o los animales tienen costumbres migratorias. Todo esto es cierto, pero aún así no quita las conclusiones de que las vallas han ayudado a proteger los leones en algunas zonas y son factibles. No podemos desechar la idea sólo porque no funcione en todas partes. Tenemos que observar las poblaciones de leones y comprobar si quedan áreas que no se han podido vallar. Tenemos un amplio abanico de soluciones, no todas son válidas en todas partes.



Si no podemos, o no queremos vallar, tendríamos que estar preparados para perder gran parte de la población de leones en los próximos 20-40 años a no ser que podamos reunir muchos, muchísimos más fondos que los que disponemos actualmente. Gracias a este trabajo podemos empezar a mirar de un modo diferente a la población de leones y hacernos preguntas mucho más específicas. ¿Podría una valla funcionar aquí? ¿Cuánto costaría? Si no podemos vallar, ¿cuánto dinero nos puede costar protegerrlo? Dada la cantidad de dinero que tenemos, ¿dónde deberíamos centrarnos para salvar a los leones? Yo considero que la idea de las vallas vale para la conservación en la Reserva Niassa pero no podemos vallar toda la sabana ni encerrar a las comunidades que viven dominadas por ella para reducir los conflictos. Nuestros programas de vallado están haciendo justamente esto.



El valor de este trabajo son la preguntas que plantea, así como el cambio que presenta a todo el mundo. Asegurar a los leones un futuro saludable va a llevar la toma de decisiones duras, mucho dinero (más del que estamos generando actualmente) y mucha colaboración, además de ideas nuevas.





León macho en Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.

León macho en Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.






El teatro se usa para acercar los leones y sus investigaciones a los niños en la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
El teatro se usa para acercar los leones y sus investigaciones a los niños en la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.






Trampas de alambre se usan para cazar ilegalmente. El Proyecto Carnívoro Niassa está desarrollando proyectos alternativos para disminuir la caza. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Trampas de alambre se usan para cazar ilegalmente. El Proyecto Carnívoro Niassa está desarrollando proyectos alternativos para disminuir la caza. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.






El uso de trampas de alambre también daña y mata a animales que no eran el objetivo, tal como los leones. Este león se quedó atrapado con el alambre en la cintura, que fue retirado Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
El uso de trampas de alambre también daña y mata a animales que no eran el objetivo, tal como los leones. Este león se quedó atrapado con el alambre en la cintura, que fue retirado Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.






Construyendo una valla natural para mitigar el conflicto humanos-vida salvaje en Niassa Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Construyendo una valla natural para mitigar el conflicto humanos-vida salvaje en Niassa Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.






Corrales de mejor calidad ayudan a disminuir los ataques de leones y leopardos. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Corrales de mejor calidad ayudan a disminuir los ataques de leones y leopardos. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.





Vista aérea de la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.
Vista aérea de la Reserva Nacional Niassa. Foto: Proyecto Carnívoro Niassa.




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