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Bosque virgen deforestado por un enorme proyecto de plantaciones de aceite de palma en Perú



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Two palm oil plantations have recently been established in Peru, supplanting  primary forest. Photo courtesy of EIA.
Dos plantaciones de aceite de palma han sido establecidas en Perú recientemente, deforestando bosque virgen. Un análisis con imágenes por satélite muestra la extensión de este enorme proyecto, que está liderado por un grupo de compañías vinculadas al empresario en plantaciones y Director Ejecutivo de United Cacao Dennis Melka. Foto cortesía de la Agencia de Investigación Medioambiental.

Desde 2011, se han eliminado más de 9400 hectáreas de bosque tropical de dosel cerrado para implantar dos plantaciones de aceite de palma en la región peruana de Ucayali, según los científicos que trabajan en MAAP, Proyecto de Monitorización de la Amazonia Andina. Ambas plantaciones se vinculan al empresario checo Dennis Melka.



Melka es el Director Ejecutivo de United Cacao, una compañía con sede en Las Islas Caimán que ha sido acusada por científicos y ONGs de deforestar más de 2000 hectáreas de bosque virgen para plantaciones de cacao en regiones de Perú, al tiempo que pregona apoyar un método “sostenible”. Es también el fundador, director, presidente y Jefe Ejecutivo de United Oils, cuya sede principal se encuentra en Las Islas Caimán según algunos socios, y es también dueño de una “refinería de aceite de palma” en Singapur, según otros. Basándose en las declaraciones públicas de al menos un inversor americano, parece que United Oils afirma que sus operaciones son sostenibles.



De acuerdo con varios análisis con imágenes satélite de 1990, se han destruido un total de 12 188 hectáreas de bosque a finales del mes de abril, según declaró MAAP el 27 de abril. MAAP es una iniciativa creada por un grupo de científicos y organizaciones ecologistas para dar a conocer información técnica acerca de las amenazas que sufre el Amazonas.



El 77 por ciento del total del área deforestada no había sido eliminada –en otras palabras, había sido bosque primario– durante al menos los últimos 25 años. Casi otro 20 por ciento o alrededor de 2300 hectáreas era bosque secundario que había sido deforestado hace tiempo pero que ha vuelto a crecer desde entonces, según muestra el análisis.





Estos dos proyectos a gran escala de aceite de palma cerca de Nueva Requena, en la región central del Amazonas peruano se iniciaron a finales de 2011 y actualmente cubren prácticamente 12 200 hectáreas, de acuerdo con el análisis recientemente publicado por MAAP. Los datos indican que antes del proyecto de plantación, la mayoría de esta área estaba ocupada por bosque primario. Imagen cortesía del proyecto MAAP. Clic para ampliar.





Una de las plantaciones de aceite de palma. Foto cortesía de Agencia de Investigación Medioambiental.



El aceite de palma en Perú ha proliferado desde que el gobierno decidiera en 2003 que la producción de biofuel, que incluye el aceite de palma, debería ser una prioridad estratégica. Sin embargo, este país también realizó compromisos relacionados con la deforestación, incluyendo un trato de más de 260 millones de euros con Alemania y Noruega si pudieran recortar su tasa neta de deforestación hasta cero para 2021.



Para detener la deforestación, científicos y ecologistas han propuesto el uso de “terrenos degradados” para la agricultura, en lugar de bosques. Las tierras degradadas son áreas que han sido despejadas y el bosque no ha vuelto a crecer, dijo Matt Finer, ecologista en la Asociación por la Conservación del Amazonas que trabajó en el análisis. Según esa definición, tan solo un cuatro por ciento de las dos plantaciones en cuestión podrían haber cumplido con esta propuesta cuando el proyecto comenzó hace tres años y medio.



“Perú podría y debería plantearse un futuro con el aceite de palma,” añade Finer, “pero sería necesario ubicar estos proyectos estratégicamente en la mayoría de tierras ya deforestadas que existen por toda la región”.



Finer, junto con sus colegas de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA) con sede en Perú, utilizó imágenes satélite Landsat del área en 2010 para desarrollar una cronología de la deforestación. Entre agosto de 2010 y julio de 2012, se comenzó a despejar la tierra, comentó Finer y los trabajadores comenzaron a cultivar aceite de palma antes de septiembre de 2013.



El equipo también examinó imágenes de 1990, las más antiguas disponibles en ese área, y establecieron un punto de referencia. Con una serie de imágenes de los 25 años posteriores hasta 2015, demostraron que el área permaneció como bosque de dosel cerrado, es decir, boque primario, hasta que el proyecto de las plantaciones comenzara en 2011.



¿Quién es el responsable?



Las dos plantaciones se sitúan cerca de la ciudad de Nueva Requena en la ribera norte del Río Aguaytía, afluente del Río Ucayali, que fluye al norte para formar el nacimiento del Amazonas. Según el informe de Ucayali, gracias a mongabay.com, parece que son numerosas compañías relacionadas las responsables de la deforestación. Grupo Palmas del Perú, Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa operan en esta área y todas ellas tienen vínculos con Dennis Melka.






Los datos de Global Forest Watch apoyan los descubrimientos del proyecto MAAP, mostrando amplias áreas de pérdida forestal cerca de Pucallpa entre 2012 y 2014 (2013 fue el último dato con información disponible). La mayor parte de esta pérdida ocurrió en Paisajes de Bosque Intactos (IFL, por sus siglas en inglés), que son regiones de bosque virgen sin acción del hombre sobre ellos y lo suficientemente grandes y apartadas de la actividad humana para conservar niveles originales de biodiversidad. En total, el área comprendida entre las dos plantaciones perdió aproximadamente 1500 hectáreas de cubierta forestal IFL en 2012 y 3100 hectáreas en 2013. Clic para ampliar.



Un documento del Ministerio de Agricultura demuestra que Plantaciones de Ucayali opera la más meridional de las dos plantaciones, conocida como “El Fundo Zanja Seca.” Con fecha del 9 de diciembre de 2014, este documento ordenó el cese de toda actividad agrícola hasta que Plantaciones de Ucayali pudiera mostrar una justificación mayor para un cambio del uso de las tierras como así lo dicta la ley de Perú.



Un habitante y granjero local, Iván Flores, dijo que Plantaciones Pucallpa está desarrollando una plantación al norte, que es adyacente a bastantes hectáreas de terreno forestal propiedad de su familia.



“Pero son los mismos propietarios que de Plantaciones de Ucayali,” dijo al reunirse con mongabay.com en Pucallpa. Flores comentó que los representantes de la compañía le ofrecieron comprarle las tierras de su familia, pero ellos decidieron no vender.



Han sido repetidas solicitudes para aclarar y comentar la situación las que mongabay.com ha hecho a los representantes de Melka en Londres, Pucallpa, Iquitos (la sede de la filial peruana de United Cacao) y Lima, pero se han negado a responder o han permanecido en silencio.



Es evidente que las compañías tienen estrechos vínculos financieros y operativos entre ellas. La dirección comercial registrada para Plantaciones de Pucallpa y Plantaciones de Ucayali es El Hotel Río de Ucayali en Pucallpa, según los documentos de la autoridad de administración tributaria de Perú SUNAT.



Melka, que además de ser ciudadano checo y tener pasaporte americano en el momento en que estas compañías fueron registradas, figura como representante de cada compañía, según una investigación de la ONG Agencia de Investigación Medioambiental que publicó en su informe, “Definición de deforestación”.



Melka es también director de United Oils, así como su colega Anthony Kozuch es director ejecutivo de United Cacao. United Oils, según nos consta, tiene oficina en Pucallpa, de acuerdo con el sitio web de un inversor. Los documentos facilitados a mongabay.com por la Agencia de Investigación Medioambiental y los obtenidos a través de SUNARP, la rama del gobierno nacional a cargo de registrar negocios que operan en Perú, confirman que United Oils y Grupo Palmas del Perú financiaron tanto a Plantaciones de Ucayali como a Plantaciones de Pucallpa.



También existen conexiones entre United Cacao y los intereses del aceite de palma de Melka. De acuerdo con el documento de admisión de la compañía al Mercado Alternativo de Inversión de la Bolsa de Londres, United Cacao también ha establecido actividades de concesión y recepción de préstamos con Palmas del Perú, Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa.



Cuestión de definiciones



Enrique Vásquez Da Silva, presidente de la sección regional Convención Nacional del Agro-Peruano, organización de defensa para agricultores y asociaciones agrícolas de Perú conocida como Conveagro, confirmó los intereses financieros de Melka en Ucayali. Vásquez Da Silva explicó a mongabay.com que las compañías de Melka poseían dos plantaciones en la región, en las que pretenden cultivar 11 000 hectáreas de aceite de palma. Según análisis de imágenes satélite dirigidas por Sidney Novoa, científico de ACCA e integrante de MAAP, se cultivaron aproximadamente 9000 hectáreas de aceite de palma en ambos sitios a principios de mayo.






Vista aérea de la región de Nueva Requena muestra maquinaria pesada trabajando en una plantación. Foto cortesía de la Agencia de Investigación Medioambiental Clic para ampliar.




Aceite de palma recién cultivado en una de las plantaciones. Foto por John Cannon.



La inyección monetaria en la economía de la región gracias a los proyectos de aceite de palma es la razón por la que Vásquez Da Silva está tan contento. “Estamos muy agradecidos de que la inversión privada haya llegado aquí,” dijo. “Si no fuera por la inversión privada, no creceríamos de la manera en que lo estamos haciendo.” A su parecer, la afluencia de financiación agrícola es la responsable de servicios e instalaciones como supermercados en la capital regional de Pucallpa, así como mejores carreteras que conectan mercados y poblaciones por toda la región.



Coincide con Finer en que los territorios degradados deberían ser el objetivo para desarrollar las plantaciones y que los bosques vírgenes habrían de ser conservados. Pero Vásquez Da Silva tiene también una definición diferente sobre qué constituye un bosque primario. Explica que un bosque primario “…es un bosque que los humanos nunca han trabajado,”. “La mano del hombre nunca lo ha tocado.” Altos niveles de biodiversidad, recursos intactos y valiosas especies de árboles de madera dura, como la caoba, que es el sello distintivo de los bosques vírgenes, añade.



Dada la intensidad que el impacto del hombre ha tenido en el Amazonas peruano, Finer explicó que una definición tan estricta no es práctica e ignora la importancia de los bosques densos, incluyendo aquellos de los que se sirven las personas.



“La definición de ‘jamás tocado por la mano del hombre’ es extremadamente radical y no tiene sentido en el contexto amazónico, donde comunidades indígenas viven incluso en los rincones más remotos,” contó Finer a mongabay.com en un email.



“En Perú, la explotación forestal selectiva e ilegal de árboles de alto valor no tiene frenos, por lo que solo unos pocos lugares podrían considerarse bosque primario según esa definición, incluyendo las áreas más protegidas,” explicó. No es posible definir las explotaciones de aceite de palma en Ucayali como sostenibles cuando se han realizado a expensas de muchos bosques primarios, añadió.




Plantación de Pucallpa dock en Nueva Requena. Foto por John Cannon.




Además, Anholt Services, una empresa americana de inversión con sede en Connecticut e inversora en United Oils desde 2012, solicitó al líder medioambiental de United Oils en un comunicado de prensa de septiembre de 2014 anunciar el objetivo de la empresa como “un marco creativo y beneficioso mutuo para permitir a United Oils continuar con su evolución y expansión”.



Ihab Massoud, director gerente de Anholt, dijo en una declaración que la empresa estaba “deseosa” de ayudar a United Oils a cooperar con sus operaciones por “la fuerte promesa de la compañía de realizar actividades sostenibles que creen resultados positivos a la comunidad local mediante el compromiso y programas auxiliares.” Rudolph Krediet, socio de la empresa inversora, insinuó que el acuerdo con United Oils ayudaría que las pequeñas parcelas territoriales de Anholt Services alcancen “un uso más sostenible y valioso con el tiempo”.



Los representantes de Anholt no respondieron a las numerosas solicitudes para comentar la situación.



“En el año 2015 que estamos, deforestar cualquier bosque tropical virgen que quede en Amazonas para proyectos de agricultura a gran escala es inaceptable,” dijo Finer.



Así, un informe reciente sobre deforestación y aceite de palma en Perú realizado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos declaró que hasta que Perú no refuerce la aplicación de sus leyes forestales para asegurar sus bosques vírgenes, no podrá pararle los pies a los productores de agricultura a gran escala, “es poco realista esperar que grandes corporaciones o incluso pequeños agricultores centren sus proyectos de aceite de palma en terrenos deforestados o degradados.” Normalmente, no suelen haber amplias franjas de terreno degradado disponible, lo que hace muy costoso comprar la tierra a los propietarios de la misma y encontrar suficientes zonas adyacentes para hacer viable y eficiente el proyecto de plantación, declara el informe del autor.



También comentaron que conseguir productores de aceite de palma que se centraran en territorios ya degradados era “muy improbable” sin una mejor recomendación por parte del gobierno peruano.



Finer hizo eco de esa afirmación: “Perú podría aumentar el rendimiento del aceite de palma sin destruir su bosque virgen, pero requeriría un enfoque mucho mejor planteado del que actualmente existe”.







Fuentes:



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