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Naomi Oreskes sobre el cambio climático: “La hemos fastidiado, pero el pesimismo no tiene cabida”

  • Se ha hablado de Naomi Oreskes como “uno de los grandes nombres de la ciencia climática”. Su importante investigación ayudó a establecer el consenso irrefutable en la comunidad científica y ofreció una crónica sobre cómo las empresas de combustibles fósiles dirigen el movimiento de negación del cambio climático.
  • En esta entrevista exclusiva con Mongabay, Oreskes hace balance sobre París, REDD+ como una herramienta para reducir la deforestación y almacenar el carbono, Exxon, el legado climático de Obama, el significado del reciente cambio de opinión sobre el cambio climático del Tribunal Supremo, la encíclica ambiental del Papa y la esperanza.
  • “Soy intrínsecamente optimista… Sin embargo, es difícil ser optimista en estos tiempos que corren, sobre todo en vista de la continua negativa de la gente que debería ser más consciente del problema. […]No podemos dejar de luchar porque no es tan tarde para evitar el peor de los daños”. —Naomi Oreskes.
Naomi Oreskes. Photo by Harvard University photographer Claudio Cambon
Naomi Oreskes. Imagen del fotógrafo Claudio Cambon para la Universidad de Harvard.

En el año 2000, Naomi Oreskes, geóloga de formación, trabajaba en el Instituto Scripps para la Oceanografía en San Diego, una institución con un largo historial de investigación sobre el cambio climático.

“Todos los científicos me hablaban del cambio climático como si fuese una cuestión de estado. Probado científicamente. Hecho por el hombre”, recuerda Oreskes, renombrada profesora de Harvard especializada en historia de la ciencia. “Sin embargo, me di cuenta de que los medios de comunicación informaban del problema como si se debatiera si era siquiera real. Esa contradicción me condujo al trabajo que publiqué en 2004”.

Oreskes, a quien The New York Times definió como “uno de los grandes nombres en la ciencia climática”, hizo lo que cualquier parte interesada podría haber hecho por aquel entonces y no hizo. Tomó como muestra 928 de los aproximados 10 000 estudios científicos sobre el cambio climático existentes hasta la fecha y determinó que prácticamente ninguno discordaba: todos estipulaban que el cambio climático era una realidad, en progreso y por mano del hombre. Hizo estallar el mito de que existía cualquier debate. La prensa se enteró, y ella, por supuesto, se vio atacada por quienes reniegan de la ciencia climática.

Mala idea. Si hay algo que sea Oreskes es dura, insensible ante las críticas y atrevida al proclamar la verdad tal y como ella la ve, basada enormemente en su permanente confianza en los métodos científicos. En 2010, escribió conjuntamente con Erik M. Conway “Mercaderes de la Duda”, el cual reveló que las mismas personas que mintieron sobre los peligros de fumar hicieron lo propio con la lluvia ácida y ahora con el cambio climático, poniendo los beneficios corporativos por encima de la salud pública y ganando la guerra de la opinión pública.

En una entrevista en exclusiva con Mongabay, Oreskes da muestras de su franqueza y perspicacia científica sobre el que probablemente sea el reto más difícil al que se enfrenta la humanidad: hacer frente a la negativa política y la falta de acción contra la urgente realidad científica de un planeta que se calienta rápidamente.

As climate change escalates so does the intensity of storms, droughts and heat waves. Photo courtesy of the Ocean Biology Processing Group at NASA's Goddard Space Flight Center
A medida que el cambio climático aumenta, también lo hace la intensidad de las tormentas, sequías y olas de calor. Imagen cortesía del Grupo de Procesos de Datos de Biología Oceánica del Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA.

Mongabay: Muchos han aclamado el Acuerdo de París firmado por 195 países el pasado diciembre como un avance histórico. No obstante, los científicos se muestran reacios a darle mucho crédito y ecologistas como Bill McKibben han sido desdeñosos con el tema. ¿Cuál es su postura al respecto?

Oreskes: Es difícil. Desde luego entiendo a los científicos que afirman: “Son solo intenciones, solo palabras, no hay penas por incumplimiento. ¿Cómo vamos a tomárnoslo en serio?” Muchos científicos piensan en formas definidas, así que esto es difícil. No les gusta la ambigüedad.

Por tanto, no me sorprende que a la comunidad científica le haya costado verlo como un éxito. Aun así creo que se equivocan. Esto es un documento político, un acuerdo político. En esencia, manifiesta por primera vez —y esto es muy importante— que todas las naciones del mundo afirman que el cambio climático es una realidad. Es algo serio y una amenaza para la prosperidad de la humanidad. Ya de por sí es enorme.

Mongabay: Curiosamente, parece que el mundo corporativo lo ha aceptado mejor. ¿Qué piensa de ello?

Oreskes: Una de las cosas que llevan tiempo esperando las organizaciones es una señal clara de los líderes políticos de que van a tomarse en serio la problemática del cambio climático. Si eres una empresa que trata de decidir si invertir o no en controles de eficiencia energética y de emisiones —o si eres de Shell o BP y te preguntas si ha llegado el momento de cambiar tu modelo empresarial— es muy importante creer que los gobiernos se han comprometido con esto. Las estructuras fiscales futuras van a favorecer la energía que no se base en el carbono.

Mongabay: El petróleo cayó 7 dólares por barril el día después de la firma del Acuerdo de París.

Oreskes: ¡Bingo! Creo que eso es algo que la comunidad científica no entiende del todo. El mercado ha respondido, ¿no? El Acuerdo de París es una declaración de intenciones, y también son importantes. Antes de poder actuar, tienes que decidir actuar. Esta es la decisión de actuar.

¿Significa que el mundo vaya a actuar o que lo hará a tiempo? Por supuesto que no. Ahí es donde se tiene que trabajar ya mismo. No obstante, creo que es un gran error que los científicos rechacen este acuerdo.

The world's tropical forests have a major role to play in curbing the worst impacts of climate change. Photo by Rhett A. Butler
Las selvas tropicales del mundo tienen un papel importante que desempeñar en la reducción de los peores impactos del cambio climático. Imagen de Rhett A. Butler

Mongabay: En 21 años, esta es la primera vez que se mencionan las selvas en un documento climático de las Naciones Unidas. De lo único que se hablaba hasta ahora era de reducir las emisiones. El Plan REDD+ aparece mencionado específicamente.

Oreskes: Sí, pero los bosques llevan tiempo en el candelero y en parte de las conversaciones científica. Cuando doy charlas, pregunto: “¿Qué país ha hecho más por reducir las emisiones que cualquier otro país?”. La gente casi siempre dice que Suiza, Suecia, o cualquier otra nación nórdica. Sin embargo, la respuesta correcta es Brasil por los esfuerzos que ha puesto en controlar la deforestación.

Los bosques han estado en el punto de mira [de la ONU], pero que aparezcan de forma oficial y formalizada es lo importante. Deja claro que países como Brasil, Indonesia y Estados Unidos —si tomamos el objetivo de la reforestación— tienen un papel muy importante en el futuro.

Mongabay: ¿Le preocupa la naturaleza voluntaria del Acuerdo de París y la falta de mecanismos de aplicación?

Oreskes: Sí, pero no como piensas. En principio, no me preocupa que sea voluntario. Al fin y al cabo, un acuerdo no tiene el más mínimo valor si las personas que lo encomendaron no lo cumplen. La ONU no tiene la autoridad para imponer un impuesto sobre el carbono o un sistema de comercio sobre las emisiones. Solo los gobiernos nacionales y la Unión Europea tienen dicha autoridad. A cierto nivel, se ha de implementar a tenor de los estados nacionales que formen parte del acuerdo.

No obstante, la razón por la que me preocupa [el aspecto voluntario del acuerdo] es por el papel que desempeña Estados Unidos. La realidad es que EE.UU. ha sido el mayor obstáculo para el enorme potencial que existe para combatir el cambio climático. Se remonta a Kioto, donde insistimos en que el comercio de emisiones sería el mecanismo adecuado, convencimos a los europeos para que aceptaran y luego en nuestro país frustramos el acuerdo. Nuevamente, tenemos un papel obstructivo al afirmar que solo aceptaremos algo que sea voluntario. Por tanto, a pesar de que [en EE.UU.] nos guste actuar como un gran líder internacional en la materia, no solo no hemos sido líderes, además hemos sido un obstáculo. Es triste y deprimente como ciudadana americana que soy y amo mi país.

A Supreme Court decision made just days before the death of conservative judge Antonin Scalia could significantly delay US action on cutting carbon emissions. Photo by Steve Petteway, Collection of the Supreme Court of the United States
Una decisión del Tribunal Supremo tomada pocos días antes de la muerte del juez conservador Antonin Scalia podría retrasar significativamente la acción de Estados Unidos en la reducción de las emisiones de carbono. Imagen de Steve Petteway, Colección del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

Mongabay: Y luego está la reciente decisión sin precedentes del Tribunal Supremo de suspender las órdenes judiciales de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) del plan del presidente Obama contra el cambio climático para controlar las emisiones de carbón.

Oreskes: Esa decisión revocada con 5 jueces a favor y 4 en contra [una semana antes de que muriera el juez conservador Scalia] fue definitivamente una decisión política en mucho niveles ─ los conservadores insisten en que están por encima de eso.

El Tribunal de Circuito no está de acuerdo con esto. El propio Tribunal Supremo había dicho a la EPA que era necesario hacer cumplir estas órdenes judiciales bajo el amparo de la Ley del Aire Limpio. Se la habían enviado de nuevo a la EPA, que fue la lectura correcta de la ley. Ahora, dicen que deberíamos esperar hasta que acaben todos los desafíos legales. Eso podría durar una eternidad. Es tan hipócrita que hace que me chirríen los dientes.

Mongabay: Abogados de Nueva York y California estudian demandar a las empresas de combustibles fósiles por mentir a los accionistas sobre lo que, dicen, han sabido todo el tiempo en lo concerniente a la conexión entre la quema de combustibles fósiles y su contribución al calentamiento global. ¿Conseguirá ganar terreno una demanda así?

Oreskes: En base a las pruebas que tenemos por el momento —todavía no hemos tenido un juicio— ciertamente parece que se ha dado una versión tergiversada del riesgo climático a los accionistas.

Las regulaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (SEC) requieren que las empresas aseguren que los accionistas son conscientes de los problemas que pueden representar un potencial riesgo financiero para el valor de la empresa y sus acciones. Por tanto, si la empresa supiera que el cambio climático significa que va a haber activos bloqueados, entonces tienen la obligación de compartir esa información con los accionistas. Ahora, podrían decir que hasta hace poco no había ninguna amenaza creíble de que hubiera activos bloqueados, pero eso se convierte en una decisión subjetiva.

Mongabay: Explique los activos bloqueados.

Oreskes: Son activos que no puedes vender. Esto se aplica a las concesiones de petróleo, gas y carbón en las que se encuentran, o reservas de petróleo, carbón y gas que no se podrán vender, o [por las que] el valor puede disminuir dramáticamente. Si Exxon tiene motivos para esperar que pueda ocurrir, tenían la obligación de decírselo a sus accionistas.

Even as oil prices plummet, the world's oil producing nations continue to pump oil at extremely high levels. Pictured here is the PT Chevron Pacific Indonesia oil field in Sumatra. Photo by Rhett A. Butler
A pesar de que los precios del petróleo caen en picado, los países productores de petróleo del mundo siguen drenando el petróleo a niveles extremadamente altos. Se representa aquí el campo petrolero PT Chevron Pacific Indonesia en Sumatra. Imagen del Rhett A. Butler.

Mongabay: Teniendo en cuenta el Acuerdo de París, las posibles demandas, el creciente consenso mundial por la realidad del cambio climático y que urge actuar, ¿cree que estamos en un punto de inflexión en cuanto a los combustibles fósiles?

Oreskes: Lo que pasa con los puntos de inflexión es que no sabes si lo fueron hasta que echas la vista atrás. La cantidad de información que hay ahora es apabullante y están produciéndose cambios, debería ser el punto de inflexión.

Por eso le tengo poca estima a Exxon Mobil. Creo que ellos mismos se han puesto en la tesitura de lo que yo llamo “posición del tabaco”. Incluso ahora con montones de pruebas científicas y el daño causado, siguen en sus trece.

Sin embargo, tienen alternativas. Pueden dejar de buscar nuevas reservas de gas y petróleo y pasar a las energías renovables o a la captura y almacenamiento de carbono. No es como si no hubiera nada más que puedan hacer para generar dinero. No obstante, requeriría un cambio masivo por su parte, y [habría mucho] que explicar a sus accionistas [como] por qué es el momento de hacer este cambio. Pueden hacerlo, pero no hay indicio de que lo hagan. Eso es lo trágico. Podrían hacer lo correcto.

President Obama and King Salman of Saudia Arabia stand at attention during the U.S. national anthem on the president's visit in January 2015. Official White House Photo by Pete Souza
El presidente Obama y el rey Salman de Arabia Saudí firmes durante el himno nacional de EE.UU. en la visita del presidente en enero de 2015. Imagen oficial de Pete Souza para la Casa Blanca.

Mongabay: Esto me lleva a una pregunta delicada. Barack Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en hacer algo por el cambio climático. Sin embargo, sigue aprobando las exploraciones en reservas de combustibles fósiles por medio de la fracturación hidráulica y la perforación mar adentro. ¿Qué sentido le encuentra a su legado ambiental?

Oreskes: No le doy sentido. John Holdren, el consejero científico de Obama, me ha dicho que el presidente comprende estos problemas, que lo entiende. Sin embargo, es muy difícil cuadrar ese círculo porque si de verdad comprendes este problema, no puedes entender la decisión [del presidente] de facilitar zonas para una nueva exploración [de petróleo].

Obama dice tener una política energética y climática, pero no la tiene. Tiene una política energética. Cuando anunció hace mucho tiempo que iba a tener una estrategia “por todo lo alto”, fue una política energética, no una política energética y climática. Si a Estados Unidos solo le preocupa la energía, entonces podemos utilizar la fracturación hidráulica en busca gas y petróleo, podemos quemar carbón. Tenemos enormes reservas energéticas en nuestro país.

Si nos preocupamos por la energía y el clima, el panorama es bien distinto.

Super Typhoon Haiyan, November 15, 2013, the Philippines. A woman stands outside her makeshift shack in the storm’s aftermath. The world’s poor are the hardest hit by climate change. Photo by Mass Communication Specialist Seaman Liam Kennedy courtesy of the U.S. Navy.
Supertifón Haiyan, 15 de noviembre de 2013, Filipinas. Una mujer se encuentra fuera de su improvisada choza ante los estragos de la tormenta. Los pobres del mundo son los más afectados por el cambio climático. Imagen del marine Liam Kennedy, especialista en Comunicación de Masas, por cortesía de la Marina de los EE.UU.

Mongabay: Escribió la introducción de la histórica Carta Encíclica ‘Laudato Si’ del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común en su lanzamiento en EE.UU. Respecto a este documento ¿qué es lo que tiene mayor importancia para usted?

Oreskes: La relación entre el cambio climático y la pobreza es increíblemente poderosa. Creo que el Papa Francisco espera que ayude a dar fuerza a otros líderes políticos que quieran denunciar esta problemática y que no sientan que están solos. Todavía no ha tenido un efecto drástico. No obstante, las cosas siempre tardan más de lo que creo que deberían.

Una de las paradojas de este documento es que las encuestas muestran hasta el momento que la mayoría de los católicos [estadounidenses] no recordaban que su sacerdote hablase del ‘Laudato Si’ los domingos en la iglesia, pero se va consiguiendo. No creo que sepamos aún el alcance total de [lo que] será esta encíclica, pero creo que es significativa.

Indonesia on fire, October 16, 2015. The fires there were blamed on a record El Nino drought that was intensified by climate change, along with forest clearance for industrial agriculture. An image posted on Twitter purporting to show the smoke-choked city of Palangkaraya.
Indonesia se quema, 16 de octubre de 2015. Los incendios allí fueron atribuidos a la sequía originada por El Niño que se intensifica por el cambio climático, junto con la tala de bosques para la agricultura industrial. Imagen publicada en Twitter que pretende mostrar la ciudad de Palangkaraya asfixiada por el humo.

Mongabay: Ya para acabar, tengo una pregunta sencilla: ¿cuánta esperanza alberga?

Oreskes: ¡Es una pregunta trampa!

Mongabay: Lo sé. Gran parte del daño ya está incrustado en el sistema climático.

Oreskes: Eso es cierto. Ya sabes el chiste: ¡un optimista es la persona que cree que este es el mejor de los mundos posibles, y el pesimista es alguien que teme que lo sea!

Yo soy, intrínsecamente, una persona optimista y enérgica. Sin embargo, es difícil ser optimista en estos tiempos que corren, sobre todo en vista de la continua negativa de la gente que debería ser más consciente del problema. Me parece lamentable y vergonzoso. También es inquietante y deprimente ver que los efectos del cambio climático ya han empezado.

Es más bien que me entristece. Hay una clase de tristeza asociada al hecho de que en cierto modo, la hemos fastidiado. Tuvimos la ocasión de actuar sobre esta problemática hace 20 años antes de que el cambio climático fuese una realidad. Sabíamos qué hacer hace 20 años.

Suena a tópico decir que el conocimiento es poder. En realidad no es cierto. El conocimiento es conocimiento. En nuestra sociedad, el conocimiento reside en un solo lugar, y en su mayor parte, el poder reside en otro sitio. Esa desconexión es realmente la raíz del reto al que nos enfrentamos ahora mismo.

No sé cuál es la solución. Para mí, esto es motivo de ansiedad, si no pesimismo total.

Mongabay: ¿Quiere que acabe con ese apunte?

Oreskes: ¡No! No quiero terminar así. Lo que quiero decir es que al final del día, el pesimismo no tiene cabida. Pasa a ser una excusa para tirar la toalla, y me niego.

No podemos dejar de luchar porque no es tan tarde para evitar el peor de los daños, y sigue habiendo mucho por lo que luchar y salvar y proteger, incluso oportunidades para que nuestros hijos tengan vidas tan buenas, prósperas y bellas como las nuestras.

Mongabay: Esa es mejor forma de acabar esta entrevista.

Oreskes: Sí, bien. [Risas]

Naomi Oreskes. Photo by Vincent Verdi, the Open Mind
Naomi Oreskes. Imagen de Vincent Verdi para The Open Mind.

 

Justin Catanoso es profesor de periodismo en la Universidad Wake Forest y cubre para Mongabay la Cumbre del Cambio Climático COP21 en París. El Centro de Energía, Medioambiente y Sostenibilidad de Wake Forest y el Centro Pulitzer para el Reportaje de Crisis en Washington D.C. apoyan su informe sobre el cambio climático.

Revisión de la traducción: María Ángeles Salazar Rustarazo

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