- El 2 de diciembre, un grupo de personas saqueó y quemó el Centro de Investigación Científica y Forestal Bosque Macuya de la Universidad Nacional de Ucayali.
- En febrero de este año, estudiantes y docentes descubrieron las primeras invasiones en el bosque Macuya.
Solo quedan cenizas. Lo que hasta hace diez días era un lugar para la investigación ha quedado destruido luego de que el último 2 de diciembre, unas 60 personas —de acuerdo a medios locales— ingresaran a quemar y saquear el Centro de Investigación y Capacitación Forestal Bosque Macuya (CICFOR-BM), de la Universidad Nacional de Ucayali (UNU), en la selva peruana.
Los delincuentes se llevaron laptops, computadoras y equipos de laboratorio que se encontraban en las instalaciones del CICFOR para uso de estudiantes, investigadores y docentes de diversas universidades del Perú y del extranjero. Incendiaron, además, tres bungalows implementados como viviendas y oficinas del centro de investigación.
“Para mí es un caso de tráfico de tierras”, señala José Guzmán, de la Primera Fiscalía de Medio Ambiente, quien está a cargo de la investigación. “Están organizados y financiados para hacer esto —continúa— y llegan a Pucallpa y a Huánuco porque ven deficiencia de las instituciones”.
Guzmán compara el hecho con el problema de invasión de bosques y matanza que ocurrió en setiembre de este año, cuando seis personas fueron asesinadas en el sector denominado Motelillo luego de que durante varios meses se produjera un conflicto por la posesión de casi 500 hectáreas de bosques de producción permanente.
“Pareciera que un grupo de personas ha visto las tierras de las que puede apoderarse con sus argucias. El bosque Macuya lo están parcelando, se ve el desbosque con líneas y cuadrículas. Detrás hay una gran organización, es un tema que se repite en Pucallpa”, señala Guzmán.
En setiembre de este año, Mongabay Latam publicó el reportaje Bosques de Ucayali: un botín para los traficantes de tierras en Perú, que daba cuenta del problema de tráfico de tierras que afecta a esa región de la Amazonía peruana, donde las invasiones de bosques son constantes, las tasas de deforestación altas y las modalidades de apropiación de territorios están relacionadas con la criminalidad.
Isaac Huamán Pérez, director Regional de Agricultura de Ucayali, coincide con el fiscal de Medio Ambiente. “A mí me parece que es tráfico de tierras. Hay una presión social en Ucayali por parte de empresarios arroceros del norte y de San Martín. Entonces vienen a Ucayali porque hay escenarios libres y son fácilmente engañados por algunos traficantes que toman bosques tan importantes como el de Macuya y que luego ofrecen en venta bajo el cuento de que tienen constancia de posesión del terreno”.
En conversación con Mongabay Latam, Rubén Manturano Pérez, decano de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad Nacional de Ucayali se refiere a las pérdidas ocasionadas por el vandalismo y señala que “alcanzan el millón de soles, entre construcciones y equipos perdidos. Pero hay cosas que no tienen valor como las caobas que se han cortado y la flora que se ha eliminado. Imagínese cuánto tarda en crecer un árbol como los que teníamos. Pueden pasar entre 60 y 70 años”.
El Centro de Investigación y Capacitación Forestal Bosque Macuya es un territorio que abarca 2640 hectáreas de bosques entre Ucayali y Huánuco. Fue cedido a la Universidad Nacional de Ucayali en el año 1987 por la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre del Ministerio de Agricultura, y desde entonces cientos de estudiantes, investigadores y docentes nacionales y extranjeros se han internado en este territorio para indagar sobre la Amazonía peruana.
“Es un bosque único cerca de la ciudad de Pucallpa, donde casi ya no quedan bosques. Un centro que no solo está abierto para la universidad de Ucayali ni para la especialidad de forestales, sino que recibe estudiantes y docentes de otras facultades y de otras ciudades del Perú. Hemos tenido también tesistas de maestría y doctorado de la República Checa”, explica el decano de la facultad.
Destrucción anunciada
La alarma se dio en febrero de este año cuando en un recorrido habitual de estudiantes y docentes de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la UNU encontraron árboles de caoba talados.
Ninguna denuncia prosperó en ese momento. Tampoco semanas después cuando Rubén Manturano, junto con docentes y estudiantes, encontró sembríos de plátano y maíz en los bosques primarios que pertenecen a la universidad.
“Esto no hubiera sucedido si cuando encontramos a seis personas, primero, y a cinco en una segunda oportunidad, las autoridades hubieran actuado. Como no pasó nada, se metieron nuevamente”, manifiesta Manturano, quien señala que hasta el momento se calcula entre 90 y 150 hectáreas el territorio afectado.
En recientes declaraciones a la prensa de Pucallpa, el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Ucayali, Ricardo Jiménez, señaló que el caso de Macuya contemplará una doble investigación. Por un lado, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental profundizará su trabajo para determinar a los responsables de la tala ilegal y, por otro lado, la Fiscalía Provincial Mixta de Campoverde indagará sobre el robo y la destrucción de los ambientes de CICFOR-BM
José Guzmán asegura estar comprometido con las investigaciones y con realizar labores en la zona junto con las autoridades universitarias. Manifiesta, además, que se debe tratar este tema como crimen organizado.
Por su parte, la fiscal Janeth Magaly Osorio Briceño, de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Campoverde, dijo a Mongabay Latam que acaba de ser asignada a la investigación por presuntos daños materiales. “Se trata de un caso con denuncias anteriores sobre el mismo predio y que además son recurrentes. Por ello me reuniré con el equipo de fiscales para determinar cómo se realizará la investigación”.
Salvemos Macuya
Las imágenes de la destrucción han circulado en redes sociales. En los muros de estudiantes, egresados, investigadores y ambientalistas se leen posts de indignación por lo ocurrido en el bosque Macuya.
Corina Hidalgo, estudiante de la Facultad de Ingeniería Forestal le comenta a Mongabay Latam que están muy preocupados. “Hicimos un plantón en nuestra universidad en coordinación con la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía para que el rector agilice las acciones y cumpla las promesas que hizo cuando todo comenzó, hace meses atrás. En ese momento planteamos soluciones y todas fueron puestas en espera, ahora nos levantamos para que eso ya no suceda y no sigan avanzando con la depredación del bosque Macuya”, manifiesta enfática en su mensaje.
Sandro Villena, estudiante de Ciencias de la Comunicación de la UNU y jefe de informaciones de El Unusino, quincenario creado por estudiantes de la Escuela Académica Profesional de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Ucayali, menciona que se ha formado un frente para la defensa del bosque Macuya. Recuerda que las invasiones se han venido efectuando desde febrero de este año, pero asegura que hace dos meses se agravó la situación porque había presencia de más personas. “Hubo dos marchas. Una hace varios meses en la que participaron cerca de cuatro mil estudiantes y la segunda hace un mes frente a la Fiscalía del Medio Ambiente. En ese momento se llegó a acuerdos como realizar monitoreo satelital y hacer diligencias para entrar a la zona con protección policial”.
Mediante un pronunciamiento, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional de Ucayali declaró en emergencia el centro de investigación experimental y autorizó al procurador de esa casa de estudios que tome las acciones legales correspondientes por los daños y perjuicios ocasionados a la universidad, entre otras medidas.
En tanto, el rector de la universidad, Carlos Fachín Mattos, ha indicado que se están realizando todas las diligencias necesarias para preservar el bosque. Añadió que existe un proyecto, denominado Nuevo Macuya, que cuenta con un presupuesto de 7 millones de soles para restablecer lo perdido, implementar mayor vigilancia y mejorar las comunicaciones del CICFOR.
En setiembre de este año un reporte del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) daba cuenta de la deforestación de más de 70 hectáreas al interior del bosque de este centro de investigación experimental; y en octubre, medios locales informaban sobre invasiones y reclamos de los estudiantes. Pero a pesar de las denuncias y protestas, el tráfico de tierras se sigue abriendo paso en los bosques de Ucayali.
Foto de portada: Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales-Universidad Nacional de Ucayali