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La llamada a los científicos para que participen en movimientos ambientales tiene eco

  • Los científicos tienen “el deber moral” de participar en movimientos ambientales como Extinction Rebellion y la huelga por el clima, según sostienen dos ecólogos.
  • La participación de los científicos podría despertar más interés en estos temas y acciones para abordarlos, escriben.
  • La participación de los científicos también daría credibilidad a la urgencia de estos movimientos, afirman los científicos.

Catalogar el creciente número de especies en declive o hacer un seguimiento del continuo aumento de las temperaturas en todo el mundo puede llenar los días de gris para los científicos en estos campos, científicos como la ecóloga Claire Wordley.

“Me sentía desesperada ante la situación, en particular ante el cambio climático y lo que estábamos haciendole al mundo”, dijo Wordley, que ha estudiado la influencia de la agricultura en los murciélagos en India y ha trabajado para impulsar políticas de conservación con base empírica en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.

Un rayo de esperanza, que llegó tras su propia participación en movimientos como Extinction Rebellion y la huelga por el clima, ha sido el aumento de la marea de activismo que apunta al conjunto de crisis ecológicas a las que se enfrenta el mundo en la actualidad.

“Para mí, ver que la gente estaba de verdad dispuesta a levantarse en contra de esto fue muy alentador”, dijo Wordley.

Claire Wordley on Blackfriar’s Bridge at a protest in London. Image by Jane Carpenter.
Claire Wordley en una protesta en el puente de Blackfriars en Londres. Imagen de Jane Carpenter.

De hecho, dijo que piensa que más científicos deberían participar, y no solo para sentirse mejor consigo mismos. Wordley y otro científico conservacionista, Charlie Gardner, defienden en un artículo de opinión publicado el 2 de septiembre en la revista Nature Ecology and Evolution que los científicos tienen “el deber moral” de unirse a los movimientos centrados en temas ambientales como el cambio climático y la extinción de las especies.

La colaboración empezó poco después de que Wordley escribiera un artículo de opinión para Mongabay en diciembre de 2018 en el que animaba a los ambientalistas a participar en Extinction Rebellion, que estaba naciendo en aquellos momentos. Leer el artículo llevó a Gardner a ponerse en contacto con ella y los dos empezaron a trabajar en otro artículo para conseguir que los científicos se involucraran.

Wordley y Gardner dicen que la falta de representación de la comunidad científica les parece sorprendente.

“Me pareció un poco raro que la gente que más sabe de las crisis a las que nos enfrentamos no se involucraran”, dijo Gardner en una entrevista. “Creo que tenemos la responsabilidad moral de actuar en consecuencia, dada la urgencia de las situaciones a las que nos enfrentamos”.

A pink boat, named after murdered Honduran activist Berta Caceres, in Oxford Circus, April 2019. Image by Louise Gardner.
Un barco rosa que recibió su nombre por la activista hondureña asesinada, Berta Cáceres. Oxford Circus, Londres, abril de 2019. Imagen de Louise Gardner.

A los científicos les preocupa que participar en las protestas o la desobediencia civil pueda empañar su objetividad. Sin embargo, como señala Wordley, la ciencia en estos campos no es “neutral”.

“Si trabajas como científico conservacionista, ya estás tomando partido. Ya estás defendiendo que deberíamos conservar estas especies”, dijo. “No creo que sea ir mucho más lejos ir a apoyar a la gente que está de acuerdo con las conclusiones que has extraído de tu trabajo científico”.

“El trabajo científico se ha hecho”, añadió Gardner. “Ahora se trata de actuar en consecuencia”.

Del mismo modo, los investigadores podrían estar preocupados por la erosión de la confianza de la sociedad si les ven con pancartas o bloqueando carreteras como forma de llamar la atención sobre estos problemas. No obstante, los dos ecólogos mencionan un estudio que se llevó a cabo después de la Marcha por la ciencia de 2017 en Washington, D.C., que demuestra que la participación de los científicos no cambió las percepciones de la sociedad sobre su credibilidad.

Por el contrario, Gardner dijo que cree que la participación de los científicos podría aumentar el interés en estos temas y las acciones para abordarlos.

“Es algo que hace que la gente se siente, sea consciente y piense: ‘vaya, esto tiene que ser grave’”, dijo. “Por mi parte, la ciencia es una herramienta que tenemos para abordar la crisis ambiental y yo estoy dispuesto a utilizar todas las herramientas de las que disponemos”.

Claire Wordley (right) joins Extinction Rebellion protesters blocking Blackfriar’s Bridge. Image by Jane Carpenter.
Claire Wordley, a la derecha, con los protestantes de Extinction Rebellion que bloquean el puente de Blackfriars, Londres. Imagen de Jane Carpenter.

Con su participación, según escriben los investigadores, pueden ayudar a asegurar que la gente involucrada en los movimientos está armada con la información más exacta. Gardner dijo que un grupo de científicos planea asistir a la nueva ronda de protestas de Extinction Rebellion que empezaron en 7 de octubre en el Reino Unido.

Wordley dijo que entiende las preocupaciones por lo que podría significar tener antecedentes de arresto, sobre todo para los investigadores que trabajan en países extranjeros y podrían perder sus visados. Sin embargo, dijo que pueden encontrar otras formas de apoyar los movimientos.

“Podemos dar charlas, actuar como portavoces para la prensa, escribir o hablar públicamente sobre por qué hemos adoptado la desobediencia civil, o apoyar tareas organizativas”, escriben Wordley y Gardner.

Hay señales de que la comunidad científica está tomando nota. El 19 de septiembre, más de 200 investigadores de Australia firmaron una carta en apoyo a Extinction Rebellion. Además, un estudio reciente en la revista Frontiers in Communication descubrió que estos actos están desencadenando acciones en la sociedad.

Wordley y Gardner dijeron que han recibido correos electrónicos y tuits que apoyan las ideas que expresaron en su artículo de opinión. También ha llamado la atención de los lectores en línea: de más de 180 000 artículos publicados entre julio y septiembre, su artículo de opinión estaba en el puesto 31, según Altmetric, que hace un seguimiento de la actividad en línea de las publicaciones científicas.

“Lo que eso me dice es que los científicos estaban esperando a que alguien dijera esto”, dijo Gardner, y añadió que, teniendo en cuenta lo que está en juego, solo hacer el trabajo científico no es suficiente. “Todos nosotros como individuos tenemos elección y si elegimos la inacción, estamos eligiendo el colapso climático”.

*Imagen principal: protestantes en el puente Blackfriar’s en Londres. Imagen de Jane Carpenter.

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Referencias:

Gardner, C. J., & Wordley, C. F. R. (2019). Scientists must act on our own warnings to humanity. Nature Ecology & Evolution, 3(9), 1271–1272. doi:10.1038/s41559-019-0979-y

Swim, J. K., Geiger, N., & Lengieza, M. L. (2019). Climate Change Marches as Motivators for Bystander Collective Action . Frontiers in Communication. doi:10.3389/fcomm.2019.00004

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