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EN VIDEO | ¿Cómo protegen a las vaquitas de San Antonio en Argentina?

Un mapa creado con ciencia ciudadana busca proteger a las vaquitas de San Antonio en Argentina

A través de un mensaje de WhatsApp, cualquier persona en Argentina puede reportar la presencia de una vaquita de San Antonio. Esa información llega a un grupo de científicos que desde 2018 está monitoreando a estos insectos nativos que corren peligro por la invasión de la vaquita asiática multicolor. Esta especie fue introducida al país en 1986 para atacar —sin éxito— una especie de pulgón que afectaba los duraznos.

Un insecto de importancia agrícola

Las vaquitas de San Antonio, también conocidas en otros lugares como mariquitas (Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Perú), chinitas (Chile), catarinas (México) o paquitas y lalitas (Argentina) soncoccinélidos, una familia de insectos que pertenece a la orden de losColeópteros, organismos conocidos por tener un par de alas duras que protegen sus dos alas flexibles que les permiten volar. La mayoría de las especies son depredadoras, pero también existen algunas que se alimentan de esporas de hongos y otras que son fitófagas, es decir que se alimentan de plantas.

Tienen un rol fundamental en los ecosistemas, puesto que regulan a otros insectos y artrópodos. En los cultivos son bastantes valoradas por ser controladoras de plagas como los pulgones o cochinillas. Es probable que ese sentimiento que se tiene hacia las vaquitas, que no existe hacia otros insectos, tenga que ver con el conocimiento ancestral de que estos bichos ayudan en los procesos agrícolas. Si hay vaquitas, a los cultivos les va mejor”, dice Victoria Werenkraut.

Cycloneda ancoralis, vaquita nativa de Argentina. Foto: Ramiro Ripa

De esta manera, estos insectos permiten que las plantas no tengan enfermedades y exista un equilibrio ecológico. Sin embargo, esta también fue la razón por la que se empezó a introducir a la VAM en otros países.

“En Argentina, tenemos claro que la trajeron en 1986 a la provincia de Mendoza para atacar una plaga de un pulgón que afectaba al durazno. Se hicieron varias pruebas, pero no prosperaron. Después de dos o tres intentos, esas poblaciones lograron reproducirse y se dispersaron.Aunque son insectos pequeños pueden volar alrededor de dos kilómetros o se pueden enganchar en la ropa, es muy fácil que se expandan”, afirma Florencia Baudino, integrante del proyecto y becaria postdoctoral del Conicet.

No obstante, pudieron existir otros focos o ingresos posteriores aún sin establecer. Gracias al mapeo, hoy se sabe que la VAM está presente en 22 de las 24 provincias de Argentina y el grupo de investigación está adelantando estudios genéticos para reconstruir las otras rutas por las que pudo ingresar, aunque esto pueda ser muy complejo.

Las especies exóticas como la VAM pueden considerarse benéficas al atacar insectos plaga de la agricultura, pero a su vez, “se pueden considerar plagas cuando compiten con las especies nativas, desplazándolas en algunos casos”, explica Takumasa Kondo, ingeniero agrónomo e investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria.

Uno de los objetivos de la iniciativa argentina es poder determinar cómo la VAM está afectando a las vaquitas nativas.En Chile y algunos países europeos se sabe que este insecto se come las larvas, pupas, huevos y hasta los adultos de otras especies.

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