Noticias ambientales

El 97% de los peces migratorios está amenazado de extinción | ESTUDIO

Tortuga Carey. Foto: ICAPO

  • Un informe de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) arrojó resultados alarmantes: una de cada cinco especies incluidas en la lista de la CMS están amenazadas de extinción y el 44% tiene una tendencia decreciente. La situación de los peces migratorios es particularmente preocupante.
  • Crear más áreas protegidas y asegurar que estén conectadas las unas a las otras para que los animales migratorios puedan desplazarse sin peligro entre ellas, es uno de los retos más urgentes. También se requiere una acción coordinada entre los Estados para combatir la sobreexplotación, incluida la pesca ilegal. 

Todos los años, las ballenas jorobadas recorren más de 8 mil kilómetros desde la Antártica, donde se alimentan durante el verano del hemisferio sur, hasta las costas del Pacífico colombiano donde se reproducen en invierno. Algo parecido hace el zarapito de pico recto que vuela cada año entre Alaska y la isla de Chiloé, en el sur de Chile; las tortugas marinas que se desplazan cientos de kilómetros para anidar en una zona y alimentarse en otra; o los tiburones martillo que surcan las aguas de al menos cuatro países de América del Sur. Todos esos animales que necesitan hábitats específicos, según el momento de su ciclo vital, y que viajan a veces miles de kilómetros para llegar a ellos, son especies migratorias y desempeñan un papel clave en el mantenimiento de ecosistemas saludables.

Por ejemplo, los peces transportan de un lugar a otro larvas de otras especies marinas y nutrientes que son esenciales y muchas poblaciones humanas dependen de esas migraciones para subsistir u obtener ingresos. Las aves dispersan semillas y polinizan plantas que también son fundamentales para nuestra alimentación. Así, a lo largo de sus viajes, las especies migratorias proporcionan beneficios vitales para las personas.

Álex Hearn marcando tiburones mientras bucea en Islas Galápagos. Foto cortesía: Jonathan R. Green.

Lamentablemente, un informe reciente de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) arrojó resultados alarmantes: una de cada cinco especies incluidas en la lista de la CMS están amenazadas de extinción y el 44% tiene una tendencia decreciente. De hecho, entre 1988 y 2020, 70 especies migratorias empeoraron su estado de conservación mientras que sólo 14 mejoraron.

La situación de los peces migratorios es motivo de especial preocupación. Casi todos los que están enlistados en la Convención, el 97%, están amenazados de extinción, asegura el informe. De ellos, 28 están clasificados como En Peligro Crítico según la Unión Intencional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y todos continúan disminuyendo en abundancia.

Las principales razones detrás de estas desalentadoras cifras son la pérdida, la degradación y la fragmentación del hábitat de estos animales, impulsada principalmente por la expansión agrícola, y la sobreexplotación ya sea por caza o pesca. Además, el cambio climático y la contaminación representan otras fuentes clave de presión.

El informe hace un llamado a realizar esfuerzos urgentes y coordinados para proteger, conectar y restaurar los hábitats de las especies migratorias, hacer frente a la sobreexplotación, reducir la contaminación medioambiental y abordar el cambio climático. “Las especies migratorias son un tesoro natural común y su supervivencia y conservación son responsabilidad de todos, sin importar las fronteras nacionales”, dice el informe.

Lee más | Planeta perdió 3.7 millones de hectáreas de bosques primarios en 2023: diez campos de fútbol por minuto

Las especies se están deteriorando

Las especies migratorias se enfrentan a grandes amenazas y su supervivencia depende de la implicación de los diferentes países por los que se desplazan. Teniendo en cuenta esa realidad, nació en 1979 la CMS con el objetivo de reunir a los Estados por los que pasan los animales migratorios y establecer así medidas de conservación coordinadas internacionalmente.

Las especies protegidas por la CMS están enlistadas en dos apéndices. El Apéndice I comprende especies migratorias que se han evaluado como En Peligro de extinción en todo o en una parte importante de su área de distribución. Los Estados firmantes deben esforzarse por proteger estrictamente las especies de este apéndice, prohibiendo su captura, conservando y restaurando sus hábitats, previniendo o eliminando los obstáculos a su migración y controlando otros factores que puedan ponerlos en peligro. Algunos ejemplos de animales que están en ese listado son el manatí antillano o del caribe (Trichechus manatus), diferentes especies de tortugas marinas como la Carey (Eretmochelys imbricata) o la verde (Chelonia mydas), el elefante indio (Elephas maximus indicus) o el gorila de montaña (Gorilla beringei).

Jaguar. Foto: Andrea Reyes/Jaguares en la Selva

El Apéndice II, en cambio, “cubre especies migratorias que tienen un estado de conservación desfavorable y que requieren acuerdos internacionales para su conservación y gestión, así como aquellas que tienen un estado de conservación que se beneficiaría significativamente de la cooperación internacional”. En este caso, la Convención anima a los Estados del área de distribución de las especies a celebrar acuerdos globales o regionales para la conservación de esos animales. Diferentes especies de tiburones o félidos como el jaguar están en este listado.

Durante la Conferencia de las Partes COP13 de la CMS en 2020, se identificó la necesidad de revisar el estado de conservación de las especies migratorias y este informe es el resultado de esa decisión. “La evidencia disponible sugiere que el estado de conservación de muchas especies incluidas en los Apéndices de la CMS se está deteriorando”, dice el documento. Además, hay 399 especies, especialmente aves y peces, que no figuran en ninguno de los dos apéndices de la Convención. “Estas especies merecen un escrutinio más detenido por parte de la CMS y del consejo científico ya que podrían beneficiarse de su inclusión”, sostiene el informe.

Lee más | Escuela para jaguares: el santuario donde se les enseña habilidades para retornar a la vida silvestre

Las amenazas causadas por el ser humano

La pérdida, degradación y fragmentación del hábitat está alterando cada vez más la capacidad de los animales para moverse libremente a lo largo de sus rutas de migración, “particularmente cuando grandes áreas de hábitat continuo se convierten en parches más pequeños y aislados que ya no pueden facilitar estos movimientos”, asegura el informe. La expansión de la frontera agrícola es un gran responsable. De hecho, las tasas mundiales anuales de expansión de las tierras de cultivo casi se han duplicado, según la CMS, pasando de 5,1 millones de hectáreas por año en 2004 a 9 millones de hectáreas por año en 2019.

Sumado a eso, los obstáculos a los desplazamientos empeoran el panorama. Entre esos obstáculos destacan la contaminación lumínica y sobre todo la acústica. Se trata, de hecho, de un problema de creciente preocupación para los científicos, principalmente en los entornos marinos donde el ruido provocado por el transporte marítimo constituye un riesgo.

Una investigación científica publicada en la revista Science, explica que el sonido es la señal sensorial que viaja más lejos a través del océano y los animales marinos lo usan para interactuar y explorar su ambiente. El problema es que el ruido que producen las embarcaciones puede interferir con esas señales, lo que interrumpe “los viajes, la búsqueda de comida, la socialización, la comunicación, el descanso y otros comportamientos en mamíferos marinos”, señala el estudio.

Ballena azul. Foto: Centro de Conservación Cetacea.

En Chile, por ejemplo, un grupo de científicos logró visualizar cómo las ballenas azules son asediadas por cientos de barcos en la Patagonia que operan, principalmente, para la industria salmonera. Los sitios donde ocurre esta interacción son importantes zonas de alimentación para estos animales lo que podría poner en riesgo su recuperación.

Lo preocupante, además, es que se trata de un problema que va en aumento. “Se prevé que las emisiones sonoras mundiales del transporte marítimo comercial, por ejemplo, se dupliquen cada 11,5 años si continúan las tasas actuales de aumento”, dice el informe de la CMS.

Por otra parte, la sobrepesca está afectando a muchas de las especies migratorias marinas del mundo y eso incluye las capturas incidentales, es decir, aquellas que ocurren cuando los animales quedan atrapados en las redes y anzuelos que los pescadores arrojan al mar con la intención de atrapar otras especies. Tortugas, aves, peces e incluso mamíferos son víctimas de la pesca incidental.

Los tiburones están entre las especies marinas más afectadas por la sobrepesca y las capturas incidentales. “El seguimiento por satélites ha revelado una amplia superposición espacial entre las zonas utilizadas por los tiburones migratorios y las zonas explotadas por las flotas pesqueras industriales mundiales, lo que sugiere que pocas poblaciones no se ven afectadas por la pesca a gran escala”, indica el informe de la CMS. De hecho, “las poblaciones mundiales de especies oceánicas de tiburones y rayas han disminuido en un 71% desde 1970 coincidiendo con un aumento de 18 veces en la presión pesquera”.

Tiburones martillo. Foto: Pelayo Salinas de León

Además, la pesca y comercio ilegal de aletas y carne de tiburón sigue siendo un grave problema. Recientemente la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) sancionó a Ecuador y pidió a sus países miembros suspender el comercio de tiburones que provenga de ese país. La suspensión llegó luego de que la Secretaría de la Convención observara una serie de irregularidades en las exportaciones y lagunas en los diferentes eslabones de la cadena de control para asegurar la legalidad de la carne y aletas de tiburón.

Para el biólogo marino experto en tiburones, Alex Hearn, la conclusión de la CMS de que el 97% de los peces migratorios está amenazado de extinción, no es una sorpresa. “A pesar de que se han instalado tantas prohibiciones, la mortalidad de tiburones ha aumentado. Entonces no sorprende para nada. Es decepcionante, pero era de esperar”, dice.

De hecho, Hearn, quien es profesor e investigador del Colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador, cuenta que cuando se creó en 2022 la reserva marina Hermandad para ampliar el área protegida de Galápagos, los científicos realizaron un análisis del nivel de amenaza de las especies migratorias que habitan ese espacio. “Vimos que en los últimos 25 años la mayoría de esas especies o están igual o están empeorando”, asegura.

Aunados a todos estos problemas, la contaminación, incluidos los pesticidas, los plásticos, los metales pesados y el exceso de nutrientes, representan una fuente adicional de presión. Los impactos del cambio climático, por otra parte, ya están siendo sentidos por muchas especies migratorias y además de ser una amenaza directa para ellas, también actúa como un “amplificador de otras amenazas”.

Lee más |  Argentina: Corte ordena detener entrega de concesiones de litio en Salar del Hombre Muerto

Las soluciones propuestas por la CMS

“Se necesita urgentemente una acción internacional coordinada”, sostiene la CMS.

Actualmente, la Convención asegura que ya están en marcha acciones de colaboración “desde grupos de trabajo internacionales que abordan la matanza ilegal de aves hasta plataformas de múltiples partes interesadas para apoyar el despliegue sostenible de infraestructura de energía renovable sin afectar negativamente a las especies migratorias”. Sin embargo, destaca que “para frenar las pérdidas y promover la recuperación de las especies migratorias, estos esfuerzos deben fortalecerse”.

Entre las acciones urgentes está el ampliar la red mundial de áreas protegidas, en particular aquellas que son de importancia para las especies migratorias. Actualmente, asegura la CMS, más de la mitad de las Áreas Clave para la Diversidad Biológica (KBA) identificadas como importantes para las especies migratorias no están protegidas “lo que indica que existen claras lagunas y se necesita hacer más”.

Tortuga marina en la reserva marina de Galápagos. Foto: Parque Nacional Galápagos

En ese sentido, el respaldo a la ratificación y aplicación del nuevo Tratado sobre la Biodiversidad más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BNNJ), que permitirá la creación de áreas protegidas en aguas internacionales, es importante.

Pero no basta con crear más áreas protegidas, sino que es necesario mantener y mejorar la conectividad entre esos sitios, indica la CMS.

En 2021, Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica firmaron un acuerdo en el que se comprometieron a proteger el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR), el cual conecta importantes áreas marinas protegidas de estos países por donde transitan especies marinas migratorias como tiburones y tortugas altamente amenazadas.

Para lograrlo, entre las medidas específicas anunciadas estuvo justamente la creación de la reserva marina Hermandad, en Ecuador, y el Área Marina de Manejo de los Montes Submarinos del Bicentenario (AMM-MS), en Costa Rica, para proteger el corredor que conecta la reserva marina de Galápagos y el parque nacional Isla Coco en los respectivos países. Hearn, sin embargo, asegura que Costa Rica, sin bien creó esa área marina, “no ha tomado ninguna medida de manejo que proteja a las especies amenazadas”.

Randall Arauz, biólogo marino costarricense, director de política y conservación marina de Marine Watch International, explica que a más de dos años de haber sido creada y celebrada el AMM-MS, todavía no hay un plan de manejo. “Sigue siendo simplemente un área con unas líneas trazadas donde no aplica ninguna regulación ni nada, simplemente sigue siendo lo mismo”. Además, agregó que hace poco fue presentado un plan preliminar con algunas áreas de no pesca, pero que no se condicen con lo que científicamente es esperable en términos de conservación. “Ya nosotros tenemos la mejor ciencia disponible que nos está diciendo dónde tenemos que enfocar nuestros recursos para proteger mejor la biodiversidad, pero las decisiones que se están tomando no están respetando esa ciencia”.

Parque Nacional Isla Coco. Foto: Geiner Golfín.

“Yo estoy muy preocupado y decepcionado”, dice Hearn, porque “en Ecuador estamos protegiendo la mitad de la ruta migratoria, mientras que en Costa Rica le han puesto un nombre bonito a algo que no va a servir absolutamente para nada”.

Solucionar problemas como ese es clave porque, además, asegurar la conectividad de las áreas protegidas permitirá ofrecer a las especies migratorias más herramientas para que puedan adaptarse a las consecuencias del cambio climático. En esa misma línea, es necesario “hacer esfuerzos específicos de restauración de ecosistemas” y cumplir los compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

También se requiere una acción coordinada para combatir la sobreexplotación. En lo que a especies marinas se refiere, es necesario que se establezcan límites a la captura incidental y que haya colaboración transnacional para prevenir la pesca ilegal. Eso es justamente lo que la Cites le ha exigido a Ecuador para que pueda reanudar la exportación de tiburones. De lo contrario, la suspensión de comercialización con la que el país fue sancionado, no se levantará.

Reducir los impactos dañinos de la contaminación ambiental también es uno de los puntos que la CMS establece como prioritarios. Para ello, propone eliminar los plásticos problemáticos e innecesarios y reducir su uso y producción a través de regulaciones e incentivos. Pero a la hora de hablar de contaminación, el problema no se restringe al plástico. También es necesario reducir el uso de plaguicidas en hábitats que son críticos para las especies migratorias, adoptar estrategias de mitigación de la contaminación lumínica, restringir el ruido submarino en áreas sensibles para las especies marinas e implementar cambios en el diseño de los aparejos de pesca para disminuir los impactos de las redes fantasma.

*Imagen Principal: Tiburones martillo. Foto: Pelayo Salinas de León

———

Lo más leído | Revisa nuestra colección de artículos aquí

Podcast Ambiental | CITES sanciona a Ecuador y pide a sus países miembros suspender el comercio de tiburones que provenga de ese país

Síguenos en nuestro canal de Spotify y encuentra más podcast sobre actualidad ambiental

Salir de la versión móvil