Ripi Yanuar Fajar y sus cuatro amigos aseguran que nunca olvidarán aquella noche después de la celebración del Día de la Independencia de Indonesia, en 2019, cuando se encontraron con un gran felino merodeando por una plantación comunitaria en Sukabumi, provincia de Java Occidental.
Inmediatamente después del breve encuentro, Ripi, quien casualmente es un conservacionista local, se puso en contacto con Kalih Raksasewu, investigador de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia (BRIN por sus siglas en indonesio), para contarle que él y sus amigos habían visto un leopardo de Java (Panthera pardus melas), un animal en peligro crítico de extinción, o un tigre de Java (Panthera tigris sondaica), una subespecie que se creía extinguida en la década de 1980, pero que no fue declarada oficialmente así hasta 2008.
Unos 10 días después, Kalih visitó el lugar del avistamiento junto con Ripi y sus amigos. Allí, Kalih encontró un mechón de pelo enganchado en una cerca de la plantación, que se cree que fue dejado por el misterioso animal al saltarla. También registró huellas y marcas de garras que, en su opinión, se asemejaban a las de un tigre.
Luego, Kalih envió la muestra de pelo y otros registros a la agencia provincial de conservación de Java Occidental, conocida como BKSDA, para una investigación más profunda. También envió una carta formal al gobierno provincial, solicitando el seguimiento del caso. Finalmente, el asunto llegó al BRIN, donde un equipo de investigadores realizó análisis genéticos para comparar la hebra de pelo con muestras conocidas de otras subespecies de tigre, como el tigre de Sumatra (Panthera tigris sumatrae) y una piel de tigre de Java de casi un siglo de antigüedad, conservada en un museo de la ciudad de Bogor, en Java Occidental.

“Después de pasar por varios procesos de pruebas de laboratorio, los resultados mostraron que la muestra de pelo tenía una similitud del 97.8 % con el tigre de Java”, afirmó Wirdateti, investigadora del Centro de Investigación Biosistémica y Evolutiva de BRIN, en un debate en línea organizado por Mongabay Indonesia el 28 de marzo de 2024.
La discusión se centró en un estudio publicado el 21 de marzo en la revista Oryx, en el que Wirdateti y sus colegas presentaron sus hallazgos, en lo que sugerían que el tigre de Java, extinguido hace mucho tiempo, podría de alguna manera –milagrosamente– seguir merodeando por algunas zonas de una de las islas más densamente pobladas de la Tierra.
Sus pruebas compararon la muestra de pelaje de Sukabumi con la piel del espécimen del museo recolectado en 1930, así como con otros tigres, leopardos de Java y varias secuencias de GenBank, una base de datos de secuencias genéticas de acceso público supervisada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
El estudio señalaba que el supuesto pelo de tigre tenía una similitud de secuencia del 97.06 % con los tigres de Sumatra y del 96.87 % con los tigres de Bengala. Wirdateti también realizó entrevistas adicionales a Ripi y sus amigos sobre el encuentro que tuvieron.

“Quiero enfatizar que esto no se trata solo de encontrar un mechón de pelo, sino de un encuentro con el tigre de Java en el que lo vieron cinco personas”, dijo Kalih.
“Aún existe la posibilidad de que el tigre de Java esté en el bosque de Sukabumi”, añadió. “Si está bajando a la aldea o a la plantación de la comunidad, podría ser porque su hábitat ha sido alterado. En 2019, cuando se encontró el pelo, la región de Sukabumi fue afectada por una sequía durante casi un año.”
Se cree que la caza ilegal y la pérdida de hábitat en Java, una isla del tamaño de Mississippi y hogar de más de la mitad de los 270 millones de habitantes de Indonesia, impulsaron la extinción del tigre de Java. Este era una de las tres subespecies de tigres que alguna vez habitaron Indonesia; la tercera es el tigre de Bali (Panthera tigris balica), también declarado oficialmente extinto en 2008. Mientras tanto, el tigre de Sumatra sigue catalogado como en peligro crítico de extinción, a un solo paso de desaparecer en la naturaleza, debido a la caza y la rápida deforestación de su isla natal.
A lo largo de los años, los rumores de avistamientos de tigres de Java han sido reportados principalmente por la población local. El más reciente se volvió viral en 2017, pero fue desmentido casi de inmediato cuando la criatura resultó ser en realidad un leopardo de Java. Además, las expediciones de investigación realizadas desde la década de 1990 tampoco han logrado demostrar la existencia continua del tigre de Java.

“Gracias a esta investigación, hemos confirmado la existencia del tigre de Java en su hábitat natural”, afirma Wirdateti. “Por esta razón, se necesitan estudios de campo adicionales, como observaciones mediante cámaras trampa, así como la búsqueda de excrementos o huellas y arañazos”.
Didik Raharyono, experto en tigres de Java que no participó en el estudio, pero ha realizado expediciones voluntarias con grupos locales de concienciación sobre la vida silvestre desde 1997, dijo que el número de avistamientos anteriores notificados junto con los nuevos hallazgos científicos deben tomarse en serio. Hizo un llamado al Ministerio de Medio Ambiente para que elabore e implemente una política de medidas de búsqueda y conservación del tigre de Java.
“Lo más importante son los próximos pasos que demos en el futuro”, afirmó Didik.
Imagen destacada: Una piel de tigre de Java de 1930 almacenada en el Museo Zoológico de Bogor, en Java Occidental. Foto: Rahmadi Rahmad / Mongabay Indonesia.
Vea el debate en línea en indonesio con los investigadores y Mongabay Indonesia en este enlace.
Esta historia fue reportada por el equipo de Mongabay en Indonesia y publicada por primera vez en nuestro sitio indonesio el 29 de marzo de 2024.