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Guardias indígenas que resisten: defender la Amazonía colombiana es cuestión de vida o muerte | Lecturas ambientales

Miembros de la guardia indígena en la maloca de Villa Andrea. Crédito: César Giraldo Z.

Proteger los bosques en la Amazonía colombiana es hoy cuestión de vida o muerte. A esto se enfrentan las guardias indígenas que resisten a la violencia, los delitos ambientales y a la presencia de actores armados en sus territorios. Se trata de una labor de alto riesgo que ya ha cobrado la vida de 70 integrantes de las guardias en los últimos años.

¿Cómo se organizan para seguir resistiendo? Rastreamos cinco casos en los departamentos de Amazonas, Putumayo y Guainía para conocer de cerca estos procesos de defensa y sus riesgos.

Los retos que enfrentan los indígenas que han protegido el trapecio amazónico por milenios

Más de 120 guardias de 41 comunidades del trapecio amazónico se dieron cita a finales de marzo en la comunidad de Villa Andrea (Puerto Nariño, Amazonas). Crédito: César Giraldo Z.

En medio de la falta de ingresos, las actividades ilícitas y los grupos armados, las guardias indígenas del extremo sur de Colombia han promovido la siembra de más de 430 mil plántulas de especies maderables y 650 mil frutales para mantener el control de sus territorios. “[Las guardias] eran familias nativas que tenían un compromiso, por mandato de ley de origen, de cuidar que el territorio no fuera perjudicado por personas ajenas”, dice Rosendo Alhué Coello, indígena tikuna.

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Minas y confinamiento: la lucha silenciosa de la Guardia Indígena Siona en Putumayo

Pese a las amenazas, las guardias indígenas de la Amazonía continúan con la formación de nuevas generaciones que protejan el territorio. Cortesía Comunidad Indígena Siona

En la Amazonía del departamento de Putumayo, la Guardia Indígena Siona ha estado al frente de la protección de 57 mil hectáreas de selva, ha defendido su territorio de conflictos con proyectos extractivos y ha impulsado labores de desminado para volver a caminar por sus tierras. “Somos un pueblo de paz, pasivo pero golpeado”, dice Mario Erazo, líder indígena siona.

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Tres guardianas del alto Putumayo desafían monocultivos, ganadería y vías

Mamá Conchita en su chagra con sus perros. Cortesía Laura Niño/La Silla Vacía

En el Valle de Sibundoy, las mujeres de los pueblos inga y kamëntšá defienden su territorio del avance de los monocultivos y la deforestación. También resguardan su cultura, su lengua, sus conocimientos tradicionales y su territorio protegiendo las chagras. “Nuestro trabajo es desintoxicar la madre tierra: como mujer nuestro rol siempre ha sido cultivar las chagras, las huertas”, dice Luz Elvira Jossa, indígena e integrante de la asociación Oh Corey.

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Los indígenas que protegen su territorio a través de la pesca y la ciencia en la Estrella Fluvial del Inírida

Los indígenas combinan artes de pesca tradicional, como los arpones, flechas y las trampas, con mallas y anzuelos modernos. Foto: Camilo Díaz – WWF Colombia

En la Estrella Fluvial del Inírida, las comunidades indígenas protegen su territorio a través de la pesca y la ciencia. Monitoreos continuos y la capacitación de las comunidades han permitido modificar la normatividad pesquera para garantizar la sostenibilidad. “Con el cambio climático ha habido mucho problema, porque a veces el río está seco y ellos [los peces] no saben dónde poner los huevos. Tenemos un problema grave, los peces se están extinguiendo”, señala Delio Suárez, líder indígena del pueblo tukano.

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Vigías de la Amazonía: monitoreo indígena para proteger a los pueblos no contactados en Colombia

El río Caquetá es el medio de transporte obligado para las comunidades ubicadas en el oriente del Amazonas colombiano. Foto: Víctor Galeano.

Los habitantes del Resguardo Curare Los Ingleses y la comunidad Manacaro protegen a los pueblos indígenas aislados. En medio de la presencia de grupos armados y el avance de la minería ilegal, vigilan el río Caquetá para que nadie entre en contacto con los yuri passé. “Queremos que la información recolectada contribuya a la proyección del territorio, de los pueblos yuri-passé y de los otros 16 pueblos en estado natural de los que se tiene indicios de su existencia”, dice Darío Silva, líder indígena.

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Imagen principal: Miembros de la guardia indígena en la maloca de Villa Andrea. Crédito: César Giraldo Z.

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