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Cuatro casos de deforestación por palma, cacao y caña de azúcar en Perú y Bolivia

Deforestación del bosque en los alrededores del Ingenio San Buenaventura. Foto: Eduardo Franco Berton.

  • Monocultivos se han convertido en casos claros de pérdida de bosques en ambos países.
  • Son considerados emblemáticos por las grandes extensiones de bosques arrasados y la velocidad con que se produjo la deforestación.

Los cultivos de palma aceitera y cacao se plantearon como alternativos a la hoja de coca en Perú, sin embargo, estos sembríos se han convertido también en causas de destrucción de bosques en la Amazonía.

De acuerdo con el Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos (MAAP por sus siglas en inglés) existen cuatro casos clave de deforestación por plantaciones de gran escala en los Andes Amazónicos desde el año 2007. Tres de ellos han tenido lugar en Perú y uno en Bolivia.

En Perú: monocultivos de palma aceitera en las regiones San Martín y Ucayali, así como plantaciones de cacao en la región Loreto; en Bolivia: extensas áreas deforestadas por cultivos de caña de azúcar en San Buenaventura, en el departamento de La Paz.

Sidney Novoa, director del sistema de información geográfica (SIG) de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA), explica que los casos aquí presentados —según los análisis de imágenes satelitales que realiza MAAP— mostraron avances rápidos de deforestación en ambos países. “Cuando lanzamos MAAP en 2015, nos percatamos de que algunos lugares presentaban visualmente mayor deforestación y de manera continua, pues se perdían 100 a 200 hectáreas semanalmente, ocasionando rápidamente grandes extensiones de pérdida de bosque”.

En algunos de los casos monitoreados, los proyectos quedaron paralizados luego de que se presentaron denuncias por la adquisición irregular de terrenos y se iniciaron procesos judiciales por la deforestación de grandes extensiones de bosques amazónicos.

“Hay tres casos donde se han paralizado las intervenciones, pero se mantienen las áreas deforestadas. Sin embargo, son emblemáticos por la rapidez con la que avanzó la deforestación, por las modalidades que se utilizaron, por tratarse de grandes extensiones de terreno y por todo el historial que existe detrás de estos casos”, señala Daniela Pogliani, directora ejecutiva de ACCA.

Aunque los cultivos a gran escala, es decir, aquellos con más de 50 hectáreas, no representan el mayor porcentaje de pérdida de bosques en la Amazonía, pues solo un 3 % de la deforestación peruana se debe a esta causa, preocupa que sean una amenaza latente por su rápida expansión. Aquí un panorama de cómo se han dado estos casos en Perú y Bolivia.

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1.- Palmas de Shanusi y Palmas del Oriente – Regiones San Martín y Loreto

Un total de 16 800 hectáreas de bosque fueron arrasadas por las plantaciones de palma aceitera en Palmas del Shanusi, Palmas del Oriente y zonas aledañas. Fuente: MAAP
Un total de 16 800 hectáreas de bosque fueron arrasadas por las plantaciones de palma aceitera en Palmas del Shanusi, Palmas del Oriente y zonas aledañas. Fuente: MAAP

Entre los años 2006 y 2015 se perdieron más de 16 800 hectáreas de bosque primario en las plantaciones de palma aceitera Palmas del Shanusi, en la región Loreto, y Palmas del Oriente, en la región San Martín y zonas aledañas.

Palmas de Shanusi dispone de 10 048 hectáreas de terreno mientras que Palmas del Oriente cuenta con 2344 hectáreas, según información del propio Grupo Palmas, al que pertenecen ambos proyectos, una empresa agrícola del Grupo Romero que abarca el 29 % de los cultivos de esta especie en Perú.

Dentro de ambas adjudicaciones se deforestaron 6974 hectáreas de bosque primario entre los años 2006 y 2011. Mientras que entre 2006 y 2015 se perdieron otras 9826 hectáreas de bosques, en zonas que rodean las tierras adjudicadas, que se desboscaron para dar paso a cultivos de palma.

Sidney Novoa comenta que el proyecto MAAP inició el mapeo de la deforestación causada por Palmas de Shanusi cuando se encontraba en su última etapa de expansión, pero que aún presentaba características de desbosque a gran escala.

Para Ruben Ninahuanca, responsable del área de gobernabilidad de la ONG Paz y Esperanza, de la región San Martín, la instalación de estas plantaciones perjudican también las fuentes de agua y la biodiversidad en la Amazonía. “En la selva no se está cuantificando las pérdidas que produce la deforestación”.

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2.- Plantaciones de palma aceitera (Ochosur U y Ochosur P) – Región Ucayali

Los cultivos de palma aceitera de Ochosur U y Ochosur P ocupan un territorio de 12 188 hectáreas. Fuente: MAAP.
Los cultivos de palma aceitera de Ochosur U y Ochosur P ocupan un territorio de 12 188 hectáreas. Fuente: MAAP.

A fines del año 2011, el empresario Dennis Melka ingresó a Perú y estableció dos plantaciones de palma aceitera en la región Ucayali: Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa. Ente ambas ocupan un territorio de 12 188 hectáreas.

Las imágenes satelitales del proyecto MAAP evidencian la deforestación de casi todo este territorio. Revelan, además, que 9400 hectáreas se habilitaron por deforestación de bosques primarios, mientras que 2350 correspondieron a bosque secundario.

Una serie de denuncias por deforestación y apropiación irregular de terrenos se presentaron desde el año 2012. Posteriormente, en 2015, el Ministerio de Agricultura y Riego ordenó la paralización de las actividades en Plantaciones de Pucallpa. Ese mismo año, las empresas cambiaron de razón social y se conviertieron en Ochosur U y Ochosur P, para evitar que la justicia peruana reclame estas tierras como reparación económica por los delitos ambientales.

Dhayneé Orbegozo, especialista forestal de Environmental Investigation Agency, señala que las empresas de palma de Ucayali cuentan con más terrenos adjudicados, en los que aún no se ha producido deforestación, pero que en cualquier momento podrían desboscarse para ampliar los cultivos de palma.  

Para Orbegoso, los bosques primarios no deben otorgarse para estos cultivos. “El estado debería liderar el proceso para asegurar que cualquier territorio que se otorgue sea de uso agrícola y no de aptitud forestal, porque son grandes extensiones de tierra que se van perdiendo, que se entregan a privados, que se deforestan y se pierden para siempre”.  

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3.- Plantaciones de cacao en el Fundo Tamshiyacu – Región Loreto

En Tamshiyacu, en la región Loreto, 2 126 hectáreas que fueron desboscadas para ser dedicadas a cultivos de cacao. Fuente: MAAP.
En Tamshiyacu, en la región Loreto, 2126 hectáreas que fueron desboscadas para ser dedicadas a cultivos de cacao. Fuente: MAAP.

En este caso se trata de 2126 hectáreas que fueron desboscadas entre mayo de 2013 y agosto de 2014 para dedicarlas a cultivos de cacao. El terreno está ubicado en la zona denominada Fundo Tamshiyacu, en la región Loreto y La empresa detrás de esta actividad de deforestación a gran escala es Cacao del Perú Norte, también perteneciente al Grupo Melka.

De acuerdo con la evaluación de MAAP, En diciembre de 2012, la zona estaba cubierta por bosques. Para junio de 2013, se detectaron los primeros síntomas del desbosque a gran escala, unas 150 hectáreas, y en agosto del mismo año, se comprobó que la deforestación se había incrementado rápidamente a 1000 hectáreas.

Imágenes captadas en septiembre y octubre de 2013 revelaron que el desbosque continuó aumentando a 1500 y 2000 hectáreas. Posteriormente, entre junio y septiembre de 2013, la tasa de deforestación fue aproximadamente de 100 hectáreas por semana hasta que en julio de 2014 se alcanzó la cifra indicada inicialmente. El análisis de MAAP reveló que la superficie arrasada en Tamshiyacu corresponde a bosques primarios.

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4.- Plantaciones de caña de azúcar – San Buena Ventura, La Paz, Bolivia

Alrededor de 1300 hectáreas fueron deforestadas debido al cultivo de caña de azúcar en San Buenaventura, departamento de La Paz, Bolivia. Fuente: MAAP.
Alrededor de 1300 hectáreas fueron deforestadas debido al cultivo de caña de azúcar en San Buenaventura, departamento de La Paz, Bolivia. Fuente: MAAP.

Entre los años 2011 y 2014 alrededor de 1300 hectáreas fueron deforestadas cerca de la planta de procesamiento del Ingenio Azucarero de San Buenaventura, en el departamento de La Paz, Bolivia. Adicionalmente, otras 600 hectáreas de bosques se han visto afectadas entre julio y septiembre de 2016, según informó Mongabay Latam en octubre de 2016, basándose en información de Planet Labs.

Esta zona deforestada está ubicada a solo 12 kilómetros de una de las áreas protegidas más biodiversas del mundo, el Parque Nacional Madidi.

Alfonso Malki, director técnico para América Latina de Conservation Strategy Fund, señala que desde el 2006 Bolivia se inclinó por un cambio del sistema productivo relacionado con la caña de azúcar, que se plantaba como viable si se seguía ciertas recomendaciones. Sin embargo, estas no fueron tomadas en cuenta, lamenta el experto.

La propuesta del gobierno boliviano es que para el año 2023, la planta de azúcar cuente con 11 700 hectáreas de cultivos de caña, con el fin de abastecer completamente este complejo industrial y producir 1.2 millones de quintales de azúcar.

“La empresa pública tendría que reactivar este primer impulso, pero tendría que poner muchos esfuerzos de capacitación, transformación y créditos para que se concrete. A mí me preocupan más otros grandes proyectos como carreteras que sí generarán deforestación a gran escala y afectará al Madidi” finalizó.

Foto portada:Eduardo Franco Berton

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