Noticias ambientales

“Nuestro planeta”: bosque de Madagascar que aparece en documental de Netflix se desvanece rápidamente

El callejón de los baobabs en Morondava, Madagascar. Crédito: WWF / Martina Lippuner

El callejón de los baobabs en Morondava, Madagascar. Crédito: WWF / Martina Lippuner

  • Entre el rodaje de la serie "Nuestro planeta" en el 2016 y su lanzamiento en el 2019, se perdió una gran parte del bosque Kirindy en el área protegida Menabe Antimena en el oeste de Madagascar.
  • Esta área que deslumbró en documental de Netflix es rica en biodiversidad y alberga especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar como los baobabs, los lémures y las fosas.

La nueva serie de Netflix “Nuestro planeta” ha inspirado a espectadores a explorar los impresionantes paisajes capturados. Sin embargo, un destino tiene un aspecto sorprendentemente diferente desde su brillante presentación en pantalla: entre el rodaje de la serie en el 2016 y su lanzamiento en el 2019, el bosque de Kirindy de Madagascar ha experimentado una rápida deforestación. Grandes parches de bosque mostrados en la serie han desaparecido de nuestro planeta.

En la octava parte de la producción, titulada “bosques”, el narrador y naturalista británico David Attenborough guía a los espectadores a través de varios ecosistemas forestales como los bosques secos caducifolios del área protegida Menabe Antimena en el oeste de Madagascar. “Teníamos equipos trabajando en toda la región de Kirindy. Las imágenes fueron capturadas donde pudimos obtener las piezas de nuestra historia, una mezcla de time lapses, comportamiento y destrucción de bosques”, dijo Jeff Wilson, uno de los productores del programa.

Lee más | Kathia Rivero: la bióloga boliviana que analizó las partes de jaguar confiscadas al tráfico

 

La serie es el resultado de una colaboración de cuatro años entre la ONG internacional de conservación WWF, Netflix y Silverback Films, con sede en el Reino Unido, donde trabaja Wilson. “A su regreso de Madagascar en el 2016, el equipo de filmación identificó en mapas satelitales proporcionados por la NASA las áreas que visitaron y en donde trabajaron, solo para descubrir que las imágenes del 2018 mostraban que el bosque al sur del lugar principal de rodaje había desaparecido”, dijo un portavoz de WWF-Madagascar en una respuesta enviada por correo electrónico.

Incendios que arden en los bosques secos caducifolios en el oeste de Madagascar. Crédito: Jeff Wilson / Silverback / Netflix

Madagascar, la isla más antigua del mundo, alberga una impresionante variedad de especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Los espectadores pueden vislumbrar esta riqueza a través del documental: desde los hábitos distintivos de apareamiento de las fosas (Cryptoprocta ferox) parecidas a gatos salvajes (una fosa macho que trata de aparearse con un árbol para dejar su olor y así enviar un mensaje a la pareja que se aparea en las ramas), hasta los hábitos alimenticios del lémur ratón de Berthe (Microcebus berthae), uno de los primates más pequeños del mundo. Los bosques de Menabe Antimena también albergan varias especies de lémures amenazados, una especie de primate endémico de Madagascar y el archipiélago de las Comoras.

Estos bosques secos tropicales son también hotspots de biodiversidad de plantas. El suelo de la región es arenoso y muy seco porque las lluvias se limitan a unos pocos meses del año, lo que ha llevado a las especies a adaptarse de maneras particulares. Un ejemplo son los llamativos árboles de baobab (género Adansonia), que pueden almacenar grandes reservas de agua en sus sólidos troncos.

Una fosa (Cryptoprocta ferox). Crédito: Rhett A. Butler

El Callejón de los Baobabs en el área protegida Menabe Antimena, un sendero lleno de majestuosos árboles de A. grandidieri, es uno de los destinos turísticos más famosos de Madagascar. Debido a su altura, los baobabs se asoman sobre el dosel del bosque. Sin embargo, a medida que el bosque a su alrededor desaparece y se degrada, los baobabs se convierten en gigantes solitarios.

Algunos conservacionistas creen que las amenazas que enfrentan estos bosques merecen más espacio en la serie de Netflix. “Mientras que el equipo de Nuestro Planeta estaba en el campo, se esforzaron realmente no solo en filmar las maravillosas especies de los bosques secos del oeste de Madagascar, sino también las amenazas a las que se enfrentan estos bosques”, le dijo a Mongabay Julia P.G. Jones, científica experta en conservación de la Universidad de Bangor del Reino Unido. “Pasaron tiempo hablando con las comunidades locales, explorando las razones complejas detrás de la deforestación extraordinariamente rápida en la región […] Para mí, fue una oportunidad perdida que no usaran esas grabaciones”.

 

Los bosques en el área protegida Menabe Antimena están siendo devorados para darle paso a los cultivos a un ritmo sin precedentes. Si bien algunos de ellos son destinados para la agricultura de subsistencia, la mayoría son plantaciones de cultivos comerciales como el maíz. Entre 2001 y 2016, desaparecieron aproximadamente 18 000 hectáreas o alrededor de una quinta parte de la cubierta arbórea, según datos de la Universidad de Maryland, a los que se accede a través de la plataforma de monitoreo Global Forest Watch. Esta pérdida se ha acelerado rápidamente en los últimos años; en el 2016, se perdieron aproximadamente 2000 hectáreas de cobertura de árboles, pero en el 2017, esto incrementó a 10 000 hectáreas, un área 30 veces más grande que el Central Park de Nueva York.

El año pasado, Madagascar perdió una mayor proporción de bosques tropicales primarios que cualquier otro país tropical: 2 %.

La deforestación en el bosque de Kirindy. Crédito: WWF-Madagascar / WWF

La pérdida de la cubierta arbórea refleja los daños de la deforestación, los incendios forestales y, en algunos casos, de tala que sucede en programas forestales sostenibles.  El aumento de la población y migración a la región de Menabe Antimena se suma a la presión de la deforestación. Sin embargo, la deforestación extensa no se limita a esta área protegida. Madagascar ha perdido cerca de la mitad de sus bosques desde la década de 1950. La pérdida de cobertura arbórea alcanzó su punto máximo en el país en el 2017, cuando se perdieron más de 500 000 hectáreas.

El país, uno de los más pobres de África, lucha por salvar su patrimonio natural. “No hay respuestas simples para resolver la deforestación increíblemente rápida. Si algo no cambia muy pronto, estos bosques irremplazables, con fosas y lémures, no existirán para que los cineastas los filmen”, dijo Jones.

Imagen principal: El callejón de los baobabs en Morondava, Madagascar. Crédito: WWF / Martina Lippuner

Malavika Vyawahare es una redactora de Mongabay Madagascar. Encuéntrela en Twitter: @MalavikaVy

Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 26 de abril de 2019.

Videos Mongabay Latam | Los animales de Latinoamérica



Conoce más sobre la situación de animales emblemáticos de Latinoamérica como el jaguar, el oso de anteojos y más.

 

Si quieres conocer más sobre la situación ambiental de las áreas naturales protegidas, puedes revisar nuestra colección de artículos. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Salir de la versión móvil