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Estudios científicos contradicen postura de sector industrial que busca pescar en la Reserva Nacional de Paracas en Perú

La observación de aves es una de las actividades turísticas en la Reserva Nacional de Paracas. Foto: Gabriel Herrera

  • La Sociedad Nacional de Pesquerías (SNP) busca ingresar a la Reserva Nacional Paracas para pescar anchovetas, bajo el argumento de que no generaría impactos negativos en la fauna silvestre.
  • Su solicitud al gobierno peruano, asegura, se basa en informes del Instituto del Mar del Perú (IMARPE). Sin embargo, estos datan de más de veinte años y, según especialistas, son poco relevantes en la actualidad.
  • Por el contrario, expertos y diversos estudios científicos realizados en la reserva y en otras áreas marinas de Perú, demuestran que las poblaciones de aves guaneras y mamíferos marinos que protege Paracas resultarían afectadas de lograrse el ingreso de la pesca industrial, pues los animales competirán con las embarcaciones por la disponibilidad de alimento.

La Reserva Nacional Paracas es la reserva marina más antigua del Perú. Fue la primera en su tipo en crearse a mediados de la década de los setenta. Su área —enmarcada por paisajes de grandes rocas, arena y mar— comprende 335 000 hectáreas protegidas de ecosistemas costeros y marinos importantes para la vida de más de 200 especies de aves residentes y migratorias, así como mamíferos, reptiles y peces.

En octubre de 2023, la SNP, organización que reúne a empresas de extracción de recursos pesqueros —principalmente anchovetas (Engraulis ringens) para la producción de harina y aceite de pescado— solicitó formalmente al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) que se le permita desarrollar actividades pesqueras industriales al interior de la reserva.

Los paisajes de Paracas combinan grandes rocas, arena y mar.  Foto: Gabriel Herrera

El propio Sernanp rechazó la solicitud bajo el argumento de que en el área donde se estableció la reserva sólo existen registros de actividad pesquera artesanal, y que el desarrollo de actividades pesqueras industriales afectaría el mantenimiento de los ciclos biológicos que garantizan la conservación de las especies que habitan en Paracas, dado que ocurriría una disminución en la disponibilidad de alimento para las aves y mamíferos, perjudicando sus procesos reproductivos y la recuperación de sus niveles poblacionales.

Ante la negativa, la SNP demandó judicialmente al Sernanp a inicios de enero del 2024 y, en menos de una semana, la Segunda Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima admitió a trámite la demanda.

Las aves de Paracas. Foto: Gabriel Herrera

En entrevista con Mongabay Latam, Eduardo Ferreyros, presidente de la SNP, aseguró que en Perú y “de acuerdo a los informes científicos publicados por el IMARPE, las poblaciones de aves marinas y lobos están saludables, por lo que la supuesta competencia (por el alimento con la fauna silvestre) que señala es inexistente”. Además, aseguró que sus afirmaciones tienen sustento en investigaciones del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) que datan del año 2000 y décadas anteriores.

Expertos consultados, no obstante, sostienen que esa información es poco relevante en la actualidad, pues la propia institución ha publicado investigaciones más recientes que, contrario a lo que señala Ferreyros, confirman que sí existiría una afectación a la fauna silvestre.

Las aves podrían resultar seriamente afectadas al competir por alimento contra las embarcaciones de pesca industrial. Foto: Gabriel Herrera

Los estudios de IMARPE que contradicen a la SNP

“Sobre la relación entre la pesquería industrial y las aves marinas hay amplia evidencia a nivel internacional acerca de la competencia por el alimento. En el Perú el tema ha sido estudiado en diversas oportunidades y está demostrado que la pesquería industrial tiene un impacto en la disponibilidad de presas para aves marinas y por extensión para lobos marinos. En otras palabras, les deja menos alimento disponible que puede ser crítico para procesos como la reproducción y el cuidado de las crías”, explica Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana en Perú.

En 2012, investigadores del IMARPE, en colaboración con el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) en Francia, confirmaron los impactos a través de un experimento de seguimiento GPS a una de las principales especies de aves marinas productoras de guano: el bobo peruano (Sula variegata), que anida en la isla Guañape, cerca del principal puerto de desembarco de anchoveta en Perú. Allí observaron un aumento significativo en el rango de los viajes diarios y las distancias de las inmersiones de las aves desde su colonia.

Los lobos marinos que habitan la Reserva Nacional de Paracas. Foto: Michelle Carrere

Este aumento estuvo significativamente relacionado con la actividad pesquera. Allí, las aves marinas se fueron segregando progresivamente en el espacio respecto a las embarcaciones. Las remociones diarias por parte de la pesquería fueron al menos 100 veces mayores que el requerimiento diario de anchoveta de las colonias de aves marinas.

“Concluimos que las aves marinas necesitaban alimentarse más lejos para hacer frente a la disminución regional de presas creada por el comportamiento pesquero intensivo de esta pesquería de acceso abierto”, afirma el estudio que fue publicado en la revista científica Journal of Applied Ecology.

Otro estudio realizado con información del IMARPE y publicado en el 2018 en la revista Ecography, investigó cómo el clima, la densidad poblacional y la accesibilidad y la pesca de anchoveta peruana (Engraulis ringens) influyen en la dinámica poblacional de la mayor comunidad de aves marinas sedentarias: aproximadamente 4 millones de individuos pertenecientes al cormorán guanay (Phalacrocorax bougainvillii), el bobo peruano (Sula variegata) y el pelícano peruano (Pelecanus thagus) del Sistema de Corriente de Humboldt Norte. Sus hallazgos también resaltaron los efectos de la accesibilidad de las presas y las remociones pesqueras en las poblaciones de aves marinas en ecosistemas marinos, por lo que sugieren evitar limitar la dinámica poblacional de las aves marinas.

El pelícano es un ave endémica de la Corriente de Humboldt. Foto: Gabriel Herrera.

“La afectación directa a las especies que se alimentan de anchoveta es porque estos peces tienen las mismas tallas que las que explota la pesquería industrial, es decir, de 12 centímetros en adelante. Entonces, mientras una población pequeña de lobos marinos o de delfines trata de conseguir alimento, se encuentran, en contraste, con una flota pesquera que extrae miles de toneladas del recurso y que dejaría mermado el alimento para las especies”, explica Julio Reyes, biólogo especialista en mamíferos marinos y presidente de la organización Áreas Costeras y Recursos Marinos (Acorema), dedicada a la investigación y conservación de la biodiversidad marino-costera, con énfasis en el estudio de especies amenazadas.

En febrero de este año, la investigadora del IMARPE, Cinthia Romero, expuso en la conferencia anual del Grupo de Aves Marinas del Pacífico (Pacific Seabird Group) que se realizó en Seattle, Estados Unidos. En su exposición, Romero sostuvo que desde el 2007 el IMARPE registra que las aves guaneras suelen quedar atrapadas y morir en las redes de los barcos que pescan anchoveta. Según detalla el resumen de la exposición de Romero al que Mongabay Latam tuvo acceso, el análisis de los registros realizados por el IMARPE entre 2007 y 2019, da cuenta de que “el 57 % de los casos fue bobo peruano, seguido del cormorán guanay con 36.7 % y pelícano peruano con 6.7 %”.

En la Reserva Nacional de Paracas habitan más de 200 especies de aves residentes y migratorias, así como mamíferos, reptiles y peces. Foto: Gabriel Herrera

También precisa que “la mayoría de estos eventos de mortalidad incidental ocurrieron durante meses en los que el índice de El Niño Costero mostró anomalías positivas de temperatura”. Dado esto último, agrega, “el aumento de las capturas incidentales y sus tasas de mortalidad relacionadas podrían estar influenciados por las condiciones oceanográficas locales, en las que las estrechas áreas productivas de aguas frías están más cerca de la costa y, en consecuencia, se produce una superposición entre las áreas de alimentación de las aves guaneras y las áreas de pesca”.

La preservación de la biodiversidad

Respecto de la información que la SNP hizo a llegar a Mongabay Latam, que señala que la poblaciones de aves marinas y lobos están saludables, Juan Carlos Riveros sostiene que los datos poblacionales de lobos marinos que presentó la SNP respecto al año 2000 y anteriores “son poco relevantes para la condición actual”. Según explica, estos animales “se han mantenido relativamente estables durante la última década con fluctuaciones debidas precisamente a la disponibilidad de alimento”. Aún así, precisa, “no han llegado a recuperarse al nivel del siglo pasado por una combinación de efectos ambientales, deterioro del hábitat y competencia con la pesquería”.

La Reserva Nacional de Paracas tiene 335 000 hectáreas de extensión formada en un 35 % por tierra firme e islas y un 65 % por mar. Foto: Gabriel Herrera

En lo que a aves se refiere, Carlos Zavalaga, director de la unidad de investigación de ecosistemas marinos del grupo de aves marinas de la Universidad Científica del Sur, detalla que el hecho de que ahora mismo no exista pesca a gran escala en Paracas ha protegido a estos animales.

“Las especies encuentran dentro de la Reserva Nacional de Paracas no solamente un lugar para la reproducción porque son zonas protegidas —es decir, que tienen un impacto antropogénico mínimo en relación a otras zonas no protegidas de la costa peruana—, sino que también el mar protegido les provee un área abundante en alimento”.

Además, “debido justamente a que no existe una pesquería comercial, estas aves están lejos de interaccionar adversamente con los aparejos de pesca de las embarcaciones pesqueras”, dice el especialista, por lo que también se disminuye esa amenaza directa que representan los enmalles en las redes de las embarcaciones.

La Reserva Nacional de Paracas es un refugio para la biodiversidad marino costera. Foto: Gabriel Herrera

Por otro lado, Riveros señala que hay que recordar que durante los dos últimos años tanto aves como lobos marinos “han sufrido los impactos de El Niño y la gripe aviar, por ello sus poblaciones están muy reducidas y sería conveniente reducir los factores que retrasen su recuperación”.

Reyes recuerda que la finalidad de la Reserva Nacional de Paracas es proteger una muestra representativa de la biodiversidad y ecosistemas de la costa peruana, por lo que intervenir con la pesca “sería un total despropósito”.

La observación de aves es una de las actividades turísticas en la Reserva Nacional de Paracas. Foto: Gabriel Herrera

Pero además, no solo la fauna silvestre se vería impactada, aseguran los expertos, puesto que Paracas representa “el lugar más especial de la costa peruana”, al  reunir no sólo actividades de turismo, sino de pesca artesanal —importante para la economía de las comunidades— y de investigación científica.

Se trata de “un laboratorio abierto para los investigadores y un sitio donde los pescadores artesanales también obtienen sus recursos, por eso la importancia de conservar Paracas como está”, dice Reyes.

Deportes de aventura como el parapente se puede practicar en Paracas. Foto: Gabriel Herrera

Recientemente, la organización especializada en sostenibilidad de pesquerías, Artisonal, publicó un listado de las veinte principales empresas anchoveteras que pescan alrededor de la Reserva Nacional de Paracas. Pesquera Diamante, Pesquera Exalmar y Austral Group encabezan la lista con más de 206, 203 y 163 horas de pesca, respectivamente. Según Artisonal, esas serían las empresas que “se beneficiarían de prosperar el extraño pedido de la SNP para operar dentro de la reserva”.

Los expertos coinciden en que el Sernanp debe mantenerse firme en su postura de no permitir la intromisión de la pesca industrial en el territorio protegido. Sin embargo, hay posicionamientos pendientes de parte de las autoridades ambientales y procesos legales ya en curso a los que no hay que perder de vista.

Tabla: Artisonal. Fuente: Global Fishing Watch / Creado con Datawrapper

“El propio Ministerio del Ambiente —que es el ente rector y que está por encima del Sernanp— ya debería haberse pronunciado y decir que esto no va a ocurrir”, cuestiona Julio Reyes.

Ahora que la Sociedad Nacional de Pesquería está llevando su petición al ámbito legal, “ya entra a otro terreno: el de las leyes, los decretos condiciones y preexistentes”, concluye Carlos Zavalaga. “Sin embargo, todos estos argumentos no deben ser más importantes que la preservación de la biodiversidad en un espacio que tradicionalmente ha sido protegido por casi 50 años, para el beneficio no solamente de la biodiversidad marina en el Perú, sino también de la sociedad”.

Gaviotín chico anidando en la Reserva Paracas. Foto: Patricia Saravia

* Imagen principal: La observación de aves es una de las actividades turísticas en la Reserva Nacional de Paracas. Foto: Gabriel Herrera

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