Mongabay Latam y Earth Genome detectaron 67 pistas de aterrizaje clandestinas utilizadas para el transporte de droga en las regiones peruanas de Ucayali, Huánuco y Pasco. En el análisis se usó inteligencia artificial e información satelital de fuentes oficiales. La mayoría de estos aeródromos ilegales se ubican dentro y alrededor de comunidades indígenas, reservas para pueblos en aislamiento y concesiones forestales. 31 pistas se concentran en la provincia de Atalaya, convertida en una de las más violentas de la Amazonía. El análisis indica que para abrir las 67 pistas se tuvo que deforestar al menos 109 hectáreas de selva, el equivalente a tres veces el Campo de Marte de Lima.