Greenpeace destaca el modelo de producción de aceite de palma comunitario
El granjero Dahlan planta una palma aceitera simbólica, en una tierra previamente degradada |
La producción de aceite de palma no debe obtenerse a expensas del medio ambiente, afirma Greenpeace en una nueva campaña que destaca el enfoque de una comunidad de pequeños propietarios en la provincia de Riau, en la isla de Sumatra.
La campaña, nombrada en Mongabay-Indonesia en julio, se fija en la villa de Dosan, que gestiona una plantación de palma aceitera y que se ha comprometido a no meterse en zonas forestales. Según Greenpeace, la comunidad de Dosan “se dirige al mejoramiento medioambiental con prácticas de gestión entre las que se incluyen la ausencia total de quemas, la ausencia en el uso de herbicidas y la mejora de la gestión del agua”. Al mismo tiempo, la comunidad ha incrementado las cosechas gracias a estas mejores prácticas de gestión.
Greenpeace asegura que estas prácticas están ayudando a Dosan en el mantenimiento del estado de una cercana zona de turberas. Normalmente los bosques de turba son drenados para las plantaciones de palma aceitera, liberando carbono e incrementando la vulnerabilidad del área al fuego.
Dhalan, un líder comunitario, dijo que la protección del bosque es importante para Dosan.
“En el pueblo de Dosan los bosques siempre han sido parte de nuestra vida. Desde el comienzo de nuestro programa comunitario de aceite de palma, todos participamos del trabajo y de los beneficios” dijo, “Hicimos una ley en la villa para no expandir más las plantaciones. Si podemos mantenerlo así, estoy seguro que los bosques de Sumatra podrán ser salvados.”
Greenpeace piensa que Dosan podría ser un modelo para pequeños propietarios en otras partes de Indonesia. Pero los pequeños propietarios representan tan solo una fracción de las plantaciones de producción de aceite de palma en Indonesia. Casi todas las fincas aceiteras son propiedad de compañías controladas por el estado. Por ello, Greenpeace apunta a Golden Agri Resources (GAR) como un modelo potencial.
Trabajadores de palma aceitera construyen una represa en la plantación de Dosan. Las represas ayudan a mantener el nivel freático del agua, manteniendo los suelos de turba húmedos y con su carbono en la suelo. Los bosques de turba son habitualmente objetivo de los desarrolladores de plantaciones de palma aceitera porque son más fáciles de asegurar que otras zonas forestales. |
GAR, que es controlado por el grupo de compañías Sinar Mas y que posee el productor de aceite de palma PT SMART, fue el objetivo de Greenpeace en 2008 por el aclaramiento de bosques y bosques pantanosos de turbera. GAR llegó a un acuerdo con The Forest Trust (TFT), una ONG, para no usar los bosques y turberas con más de 35 toneladas de carbono por hectárea. El acuerdo obliga a PT SMART a la protección de bosques de alto valor conservacionista y a involucrarse a trabajar con las comunidades que viven dentro y alrededor de las concesiones de palmera de aceite, gratuitamente y con consentimiento previo.
El compromiso de GAR inmediatamente pasó de ser un paria a un líder a los ojos de algunos ambientalistas. Posteriores análisis de las plantaciones de GAR por Greenomics, una ONG independiente, han demostrado que la compañía tiene un compromiso duradero con sus políticas forestales.
Greenpeace se ha fijado en la industria del aceite de palma por su papel en la deforestación en Indonesia. La conversión de grandes zonas de bosques y turberas en Sumatra y las partes Indonesias de Borneo y Nueva Guinea ha liberado cientos de miles de toneladas de carbono a la vez que ha puesto algunas de las especies más amenazadas del país – incluyendo orangutanes, tigres, elefantes y rinocerontes – en un mayor riesgo. Actualmente, otras plantaciones de aceite de palma se han establecido rápidamente en otras partes del mundo, incluyendo Nueva Guinea, América central y del sur y África central y del oeste. Los ambientalistas temen que sin las adecuadas garantías y supervisión, esas plantaciones podrían causar un importante daño a la biodiversidad y el clima.
Dentro de Indonesia existe un gran potencial para la expansión de la producción de aceite de palma sin el clareo de más bosques. Indonesia tiene decenas de millones de hectáreas de tierra degradada que ha sido deforestada hace mucho tiempo y con pocas probabilidades de ser recuperadas por bosque natural. Como muchas de estas tierras son reclamadas por las comunidades, el desarrollo de plantaciones de palma les podría generar un modo de vida.
Jason Clay, Vicepresidente de Transformación de Mercado de WWF, dice que un modelo donde se comparten beneficios similar a un plan de participación accionarial de los empleados (ESOP en las siglas en inglés) por el que las comunidades podrían plantar palma de aceite en pequeñas parcelas y, eventualmente, poseer una participación en el molino de aceite al que suplen, podría mejorar la equidad y alinear los incentivos entre las compañías y los pequeños agricultores.
“Tenemos que descubrir cómo los pequeños agricultores pueden alcanzar esa escala” dijo. “Una operación conjunta entre comunidades y compañías es una posibilidad”
Plantaciones de aceite de palma en Borneo
El aceite de palma es ampliamente usado como aceite para cocinar y como ingrediente en comida procesada, cosméticos y productos industriales. Es el cultivo oleícola de mayor rendimiento.