- Gracias a la conservación de tres hectáreas de bosque primario, el barrio ‘El Carmen’ se salvó de quedar en ruinas tras la avalancha ocurrida en Mocoa.
- Por el Día del Árbol en Colombia, que se celebra cada 29 de abril, recordamos una de nuestros reportajes más populares
(Colaboración de Semana Sostenible de Colombia)
El amanecer del 1 de abril del 2017 marcó un antes y después para los habitantes de Mocoa. La capital del departamento de Putumayo fue testigo de cómo una inmensa masa de piedras, escombros y lodo se llevaba por delante a varios barrios en horas de la madrugada. Esto después de días de intensas lluvias que trajeron 600 milímetros de agua que terminaron cayendo sobre la ciudad y sus alrededores. El alud arrasó con todo lo que encontró a su paso y después de unas horas el gobierno del presidente Juan Manuel Santos no dudó en declarar a la ciudad en estado de calamidad pública. Según las cifras oficiales más recientes, hasta este miércoles el número de víctimas mortales llegaba a 293 y los heridos a 332, además de las 2700 personas que tuvieron que ser reubicadas en siete albergues de la capital putumayense.
Sin embargo, una de las pocas noticias positivas que arrojó la tragedia fue el caso del barrio El Carmen, que quedó en pie gracias a la conservación de un bosque primario compuesto principalmente por una especie de árbol llamada Chiparos (Zygia longifolia), pero en el que también había especies de cedros, cachimbos, palo negros, chontas y hasta algunas ceibas que evitaron un desastre de mayores proporciones en el norte de la ciudad.
El bosque, de apenas tres hectáreas, se conserva desde la construcción del barrio, según recuerda Bertha Solarte, residente del lugar desde hace 22 años. Antes de la construcción del barrio, los pobladores disponían de seis hectáreas para construir, “pero quienes íbamos a vivir en el barrio decidimos conservar la mitad del terreno para la vegetación, esa misma que nos salvó la vida a la mayoría de residentes”. Por su parte, Grasse Vargas, otra residente de El Carmen, afirma que “el bosque impidió que la avalancha se llevara todo y a todos”, algo que fue confirmado por el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo quien aseguró que “el barrio tiene una reserva de árboles y eso realmente evitó que la avalancha arrasara con él”.