El futuro de Isla de Pascua
El futuro de Isla de Pascua
Por Pablo García Chevesich, Ingeniero Forestal, M. Sc. y Ph. D. (c)
mongabay.com
4/2/2008
“Los fracasos se dividen en dos clases: los que hicieron y no pensaron, y los que pensaron y no hicieron”- John Charles Salak.
Hoy en día el pasado de Isla de Pascua es bastante conocido. Las trágicas circunstancias que llevaron una civilización entera al fracaso, por medio de la hambruna y la guerra, son de proporciones épicas. Muchos científicos concuerdan en que los hechos vividos en esta isla sirven como advertencia para la humanidad, en cuanto a la relación existente entre un manejo no sustentable de los recursos naturales y el conflicto. Sin embargo, las actuales prácticas de manejo reflejan un nulo aprendizaje por parte de quienes toman decisiones referentes a cuánto, cuándo y cómo explotar los recursos que nos ha otorgado la naturaleza. Existe una secuencia estricta de eventos como consecuencia de una deforestación indiscriminada: (1) remoción de la vegetación, (2) erosión del suelo y (3) desertificación y pérdida de la fertilidad de la tierra, como se observó en Isla de Pascua. Considerando la forma en que estamos talando nuestros bosques, urbanizando nuestras áreas silvestres y utilizando nuestros recursos hídricos, no existe duda alguna de que nuestra civilización está alcanzando un “pick”, el cual inevitablemente declinará en forma abrupta una vez que la productividad de la tierra disminuya. De acuerdo a estudios realizados en Isla de Pascua, el “pick” de la civilización insular ocurrió entre los años 1200 y 1500 D. C., coincidiendo con la construcción de los moais (estructuras rocosas que requerían el uso de inmensas cantidades de madera para su traslado e instalación), es decir durante las tasas más altas de deforestación.
Pese a lo anterior, aun hay importantes lecciones que podemos aprender de Isla de Pascua. En la actualidad, las tasas de erosión en la isla son extremadamente altas, mayormente debido a quemas ilegales y sobrepastoreo. Con sus suelos perdiéndose a tasas superiores a las que estos se forman, llegará un momento en el que no quedará más suelo que perder y el paisaje de la isla se transformará en una enorme y oscura masa de rocas, poniendo en peligro la actividad turística, principal fuente de ingresos para la población local, sin mencionar la miseria asociada a la población local para ese entonces.
Las buenas noticias: la situación es reversible. Mediante la implementación de medidas básicas para controlar la erosión y prácticas de conservación de suelos, la fertilidad de Isla de Pascua podría recuperarse (tras 800 años de ausencia). Sin embargo, en forma similar a la antigua civilización insular, la comunidad local ignora las promesas de un futuro cercano. El primer paso para salvar la isla y sus suelos es educar a los isleños acerca de la importancia de sus suelos y las terribles consecuencias asociadas a la continuación de las actuales prácticas de manejo de la tierra. De ser así, Isla de Pascua podría pasar de una leyenda llena de fracasos y miserias a una realidad de tierras productivas para sus futuras generaciones. El futuro está en nuestras manos.
Como investigador y profesor chileno en el área de la hidrología de cuencas y el control de la erosión, invito cordialmente a la comunidad científica internacional a que nos unamos en un esfuerzo por salvar el futuro de Isla de Pascua, por medio de prácticas de conservación de suelo y educación ambiental.
Procesos y Control de la Erosión by Pablo A. García-Chevesich