Los UAV (Unmanned Aerial Vehicle), por sus siglas en inglés, y en español, conocidos como VANT (vehículo aéreo no tripulado), son aviones a escala que emprenden vuelo para monitorear la conservación del medio ambiente en las selvas tropicales.
Fotografía aérea, tomada desde el VANT, que permite observar la tala de bosques. Cortesía de Lian Pin Koh.
Desde el avión a control remoto se puede obtener una vista aérea que permite aproximarse al medio ambiente.
Con el apoyo inicial de instituciones tales como National Geographic Society, The Orangutan Conservancy y el Denver Zoo, Lan Pin Koh, ecologista de la universidad ETH, de Zurich, y Serge Which, biólogo de la universidad de Zurich y PanEco (fundación internacional sin ánimo de lucro, con sede en Suiza), han desarrollado el VANT, equipado con cámaras, sensores y GPS (Global Position System, por sus siglas en inglés). Hasta el momento, estos profesionales han utilizado la aeronave a control remoto para levantar mapas de deforestación, contar orangutanes, y controlar otras especies amenazadas; así como disponer de una vista aérea de las zonas de difícil acceso, en Sumatra del Norte e Indonesia.
Koh, mediante correo electrónico, afirma: “El principal objetivo de este proyecto es construir VANTs, de bajo costo, que cada biólogo ambientalista pueda utilizar en el trópico para investigar los bosques y la biodiversidad”. “Estas aeronaves ya se utilizan con varios propósitos, que incluyen los militares, la agricultura e inclusive, en Hollywood, para hacer películas. Sin embargo, todavía no es común emplearlos con propósitos ambientalistas”.
La razón, explica Koh, es el alto costo de los sistemas comerciales, que puede oscilar entre US$10.000 y US$50.000. El primer VANT le costó a Koh, menos de US$2.000 y puede ser transportado en un morral.
“La idea de construir este avión de bajo costo, se me ocurrió durante uno de mis trabajos de campo en Borneo, en el 2004”, dijo Koh a Mongabay.com “La extenuante jornada de un día de trabajo de campo, hizo que anhelara una aeronave a control remoto que pudiera enviar a los bosques a realizar mi trabajo, para que pudiera descansar al día siguiente”. |
“El VANT es casi totalmente autónomo, lo cual significa que puede despegar y volar con piloto automático”, explicó Koh”. “El usuario planea cada misión en un ordenador portátil, seleccionando las coordenadas de trayectoria de vuelo, sobre un mapa de Google. Basados en estas coordenadas y los sensores a bordo (GPS, sensor de altitud, velocidad aerodinámica, etc.), el avión despegará automáticamente; volará a cada punto de referencia, y luego retornará al usuario. Durante la misión, el avión puede tomar fotografías o videos, dependiendo del sistema de cámara instalada”.
Para cualquier persona que haya empleado horas rastreando terrenos difíciles en las selvas tropicales, la atracción por el VANT para la conservación, es inmediatamente obvio.
Stuart Pimm, ecologista egresado de Duke University, quien dirige la fundación sin ánimo de lucro para la conservación, Saving Species. le dijo a Mongabay. com : “Esta aeronave puede ofrecer una forma económica para enumerar, en terrenos difíciles, las especies de vida salvaje. El contar con imágenes de más alta resolución, que la de los satélites, es importante para ese trabajo, y ofrece una alternativa viable en sitios donde los costos de helicóptero o avión son demasiado onerosos”.
Existen también escenarios donde un VANT puede ser una opción para imágenes satelitales.
“Las aeronaves de bajo costo pueden ser una alternativa eficaz en la obtención de imágenes satelitales, para levantar mapas de un panorama”, comenta Koh a Mongabay.com”.” De hecho, en aquellos casos en que del área seleccionada deba realizarse un mapa en tiempo real y, en forma reiterativa, los VANT se pueden desempeñar mejor que los datos satelitales”.
Hasta ahora, Koh y Which han utilizado el VANT en Aras Napal, muy cerca del Área de Conservación de Gunung Leuser, en Sumatra. Durante sus cuatro días de prueba, el avión efectuó 30 vuelos y recolectó cientos de fotos y horas de video, sin ningún contratiempo. Una misión que normalmente demora 25 minutos, puede cubrir un área de 50 hectáreas.
“El avión toma fotografías de las áreas donde ocurrió la tala, y de aquellos terrenos donde la palma de aceite se siembra justo al lado de un río, lo cual perjudica su ecosistema “, afirma Koh. “También toma fotografías de un orangután que se alimenta en la copa de una palma, al igual que de elefantes en el suelo. Durante un vuelo, el avión también grabó un video que muestra una humareda ,que sale de una zona boscosa. Este vuelo de prueba demuestra que el avión puede, sin duda, ser utilizado para el propósito que fue creado”.
En las fotografías tomadas por el VANT de conservación, se observa, en la imagen superior, a un orangután y, en la parte inferior, a un elefante. Cortesía de Lian Pin Koh.
Koh contempla la posibilidad de utilizar el avión para monitorear bosques, detectar incendios y mapear el uso del suelo, en tiempo real. Piensa que en razón a su bajo costo, se abrirán para el VANT una amplia gama de otras aplicaciones.
“Mi sueño es, que en el futuro, cada ecologista tenga un VANT como parte de su equipo de herramientas; ya que, ¡éste no cuesta más que un buen par de buenos binoculares!
Koh comenta que la respuesta hacia el VANT ha sido extraordinariamente positiva, por parte de los ambientalistas.
“Hemos captado la atención de los investigadores de campo, a nivel mundial; quienes nos solicitan ir a sus lugares de trabajo para efectuar vuelos adicionales de prueba. Estos sitios incluyen Borneo, África e incluso y la Antártida, ¡para filmar pingüinos!”.