Una escena de terror: Los cuerpos de 89 elefantes fueron encontrados en Chad después de una masacre [cometida] por cazadores furtivos. Foto cortesía de SOS Elephants en Chad.
En lo que ha sido llamada la peor masacre de elefantes en África este año, los cazadores furtivos llevaron a cabo recientemente una matanza que se elevó a un total de 89 elefantes en Chad. Stephanie Vergniault, la Presidente de la SOS Elephants en Chad, dice que los elefantes fueron sacrificados en un período de dos días a finales de la semana pasada, cerca de Tikem, en la frontera suroeste de Chad y Camerún. Al menos 30 de las elefantas estaban preñadas. Las imágenes de un informe de noticias de la televisión muestran lo que parece ser un elefante en el suelo aún unido al cordón umbilical. Asimismo, 12 crías fueron también masacradas.
Vergniault fue informada de la masacre por su personal ubicado en Chad, así como a través de funcionarios del gobierno. Los cazadores furtivos, sospechados de ser sudaneses o chadianos, estaban fuertemente armados e iban a caballo. Vergniault dice que un total de 50 cazadores furtivos estuvieron involucrados en la masacre. En enero, un gran número de cazadores furtivos habían sido vistos en Chad, la presencia de los cuales fue supuestamente informada al ministro del Medio Ambiente de Chad en ese momento. Vergniault agrega que ahora los cazadores se dirigen a un área cercana a la frontera de Camerún donde, según ella, más de 800 elefantes permanecen sin protección.
Celine Sissler-Bienvenu, directora del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW por sus siglas en inglés) para Francia y el África francófona, afirma que las comunidades locales han estado pidiendo ayuda a las autoridades chadianas para la resolución del conflicto de los elefantes locales. Sin embargo, no fue proporcionado ningún apoyo, “[…] que puede ser la razón por la cual la matanza de elefantes no fue informada por varios días. La matanza de elefantes [a mano] de los cazadores furtivos puede haber sido vista como [un medio de] ofrecer cierto tipo de alivio a los agricultores locales que no pueden proteger sus cultivos y medios de subsistencia, dañados al azar por manadas de elefantes simplemente en busca de comida”. Sissler-Bienvenu menciona [que] la zona en la que los elefantes fueron masacrados no estaba protegida, como muchas [otras] zonas de Chad donde los elefantes deambulan.
Nicole Mollo, directora de Operaciones de los Parques Africanos, una organización sin fines de lucro con sede en EE.UU., la cual rehabilita y refuerza los parques nacionales que experimentan dificultades, dice que la masacre cerca de Tikem es, lamentablemente, “[…] muy típica de la tendencia que estamos observando y que continuaremos constatando hasta que todos los elefantes de África hayan desaparecido, a menos que nuestros métodos de protección cambien. [En lo que respecta a las prácticas actuales de conservación], el statu quo no está funcionando”.
No está claro dónde se encuentran los cazadores furtivos en este momento; tampoco hay informes de ningún arresto. Las autoridades de Chad han denunciado la masacre, que se suma a una reciente matanza de elefantes en Camerún, la cual dejó 28 elefantes muertos.
Lo más probable es que el marfil de los elefantes sea exportado ilegalmente a Tailandia o China, donde se utiliza para hacer joyas, estatuillas y adornos de recuerdo.
China es una de las ocho naciones que actualmente se encuentra en una “lista de vigilancia” de la CITES [por sus siglas en inglés], (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas), la cual finalizó recientemente su cumbre global. La CITES pidió a estos países, entre ellos Tailandia, Vietnam, Filipinas, Malasia, Kenia, Tanzania y Uganda, que presentaran planes detallados acerca de cómo detendrán ellos el actual comercio de marfil. Es preciso avanzar más [en este sentido] antes del 2014.
Sin embargo, otros países como Camerún, República Democrática del Congo (RDC) y Chad no fueron resaltados por la CITES, aunque estos son los lugares donde ocurre la mayor cantidad de caza furtiva en África. Varias organizaciones de conservación han encontrado las medidas de la CITES totalmente inadecuadas. Rosalind Reeve de la David Shepherd Wildlife Foundation dijo “[…] Su fracaso en combatir al conductor fundamental de la matanza equivale a la grave negligencia internacional”.
Una madre muerta con la cría unida todavía al cordón umbilical. La Presidente de SOS Elephants en Chad, Stephanie Vergniault, dijo a mongabay.com que esta cría probablemente había nacido durante el ataque a balazos de los cazadores furtivos sólo para perecer [seguidamente]. Foto cortesía de SOS Elephants en Chad.
Funcionarios de pie junto al cuerpo de uno de los elefantes de las casi siete docenas salvajemente masacradas. Foto cortesía de SOS Elephants en Chad.