- Con la nueva reglamentación se podrán proteger con mayor firmeza las fuentes de agua y almacenes de carbono a nivel nacional.
- Según especialistas consultados e información del Ministerio del Ambiente, en el Perú existen 17 iniciativas de aprovechamiento sostenible de agua.
- Hay más de 10 proyectos relacionados con la Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD).
- Aún se necesita expandir más el alcance de la ley a otros recursos ecosistémicos, advierte el especialista César Ipenza.
A través de la reglamentación de la Ley 30215, cuya creación ya se había dado hace dos años y se mantenía en espera, el Perú aprobó el marco normativo para aprovechar mejor los recursos ecosistémicos de agua y carbono. Además, serán registrados en una lista todos los proyectos privados, estatales o mixtos de estos bienes.
“Un recurso ecosistémico es todo ecosistema cuyos recursos son aprovechables, como el agua de las alturas, los bosques o las lagunas. Uno de los más especiales en el Perú es el agua de los Andes, porque es consumida por las poblaciones de la costa”, explica a Mongabay Latam el especialista ambiental del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), César Ipenza.
“En general se les puede entender como los beneficios que uno obtiene directa o indirectamente del medio ambiente”, señala la Directora de Conservación de WWF Perú, Lucía Ruiz. En el caso de la nueva reglamentación, son dos recursos ecosistémicos ─el agua y las reservas de carbono─ los que podrán ser administrados y resguardados de forma más efectiva y con un trabajo en conjunto entre el Estado, la iniciativa privada y los pueblos indígenas, añade.
Agua para todos
Tan solo en la descontaminación del agua del río Rímac que alimenta a la costa peruana, en especial a Lima, se gastan más de 300 mil dólares al año, sostiene César Ipenza. “Con la nueva reglamentación de la Ley se podrá aprovechar mucho mejor el agua y habrá mayor calidad y cantidad. Mantener en buen estado las fuentes de agua asegura los recursos y disminuiría el precio para la descontaminación”, dice. La gestión del agua, en el caso peruano, cobra importancia ya que la costa, región donde se localizan las ciudades más grandes del Perú, consume el agua de los Andes.
Según información oficial del Ministerio del Ambiente (Minam), existen 17 proyectos de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos Hídricos (MRSEH) en el Perú. “El objetivo con el nuevo reglamento es cómo se cuida la zona alta para que se beneficie la zona baja. No hablamos solo de los Andes. En la selva de Cusco o en Moyobamba hay gente cuidando el agua para el beneficio de ciudades intermedias”, detalla Ruiz de WWF Perú.
Para César Ipenza, esta reglamentación es recién un comienzo. “El Minam debe acompañar a las autoridades de las regiones para que haya un mejor aprovechamiento de los recursos comunales de forma sostenible, y así no se deba estar invirtiendo dinero en infraestructura para trasladar agua de zonas alejadas”, comenta.
El tesoro del carbono
Más allá del agua, hay otro tipo de recursos ecosistémicos más complejos que influyen en nosotros pero que la gente no conoce. Uno de ellos es el carbono, explica Lucía Ruiz.
A nivel nacional existen numerosas iniciativas para el resguardo de carbono a través de la conservación de bosques o humedales, los cuales son grandes almacenes de este gas que incrementa el cambio climático.
Según los especialistas consultados, el uso de carbono como recurso ecosistémico lo encontramos en 4 áreas protegidas vinculadas a la conservación sostenible: el Parque Nacional Cordillera Azul administrado por la ONG Cima; la Reserva Nacional de Tambopata y la Reserva Bahuaja- Sonene bajo administración de la ONG Aider; y el Bosque de Protección Alto Mayo, administrado por Conservación Internacional.
Además hay 11 proyectos relacionados con la Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques (REDD) de mercado voluntario, según el portal del Ministerio del Ambiente. “También existen comunidades indígenas que protegen su bosque gracias al Programa Nacional de Conservación de Bosque frente al Cambio Climático, las mismas que se verán beneficiadas con la nueva reglamentación ya que sus prácticas tendrán ahora una seguridad jurídica”, agrega Ipenza.
El resguardo del carbono es importante, dice Lucía Ruiz, porque en el Perú se emite mucho carbono a través del cambio de uso de suelo para la pequeña agricultura migratoria, que poco a poco cambia el frondoso bosque a tierras llanas de cultivo. Son miles de familias que ocupan selva haciendo lo mismo, afirma.
La Ley debe expandirse
Según César Ipenza, la Ley de Mecanismos por Retribución de Recursos Ecosistémicos debe agregar otros recursos. “Hay otros servicios como la polinización o la biomimética, que es la forma en que la ciencia se inspira de procesos naturales para desarrollar nuevos inventos, que deberían promoverse con la ley”, explica.
Otro recurso que no se ha tomado en cuenta en la Ley 30215 es el paisaje, dice Ipenza. Las áreas naturales protegidas ─como la Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas─ tienen un gran valor en su entorno.
Según la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hay numerosos ejemplos de éxito de aprovechamiento de los recursos ecosistémicos del más variado tipo con el pago de diversos modos a quienes lo practicaban. En Bolivia, por ejemplo, se logró promover el cuidado de las abejas entre los campesinos de la zona montañosa con el pago en capacitación y materiales para una mejor implementación. En otras zonas del mundo también se ha practicado la protección de ecosistemas acuáticos para la obtención de agua limpia o el uso de excrementos de animales silvestres para la formación de suelos fértiles.
Si bien falta mucho que avanzar en Perú, Lucía Ruiz reconoce el antes y después de esta reglamentación de recursos ecosistémicos. “De esta forma se ha fomentado que individuos o colectivos se den cuenta de que el cuidado de los ecosistemas también traen beneficios económicos o de otra índole a quien conserva”.