- La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) comenzó a restringir el agua el 8 de noviembre en el departamento de La Paz.
- La sequía afecta a las ciudades de La Paz y El Alto, ambas en el departamento de La Paz, pero también a 22 municipios del departamento de Santa Cruz, a cuatro de Tarija, a tres de Beni, a uno de Cochabamba y a cinco de Chuquisaca, de acuerdo a información de la Organización Panamericana de la Salud.
- Entre las causas naturales de la sequía que afecta a Bolivia está el cambio climático y la disminución de lluvias, explica Armando Rodríguez Montellano, especialista en el monitoreo de incendios forestales de la Fundación Amigos por la Naturaleza.
- La Fundación Amigos por la Naturaleza ha proyectado 2.6 millones de hectáreas de bosques afectados por incendios forestales durante todo el 2016.
El 21 de noviembre la población del departamento de La Paz se enteró por televisión nacional que ya no iba a tener acceso al agua las 24 horas del día. El presidente del país, Evo Morales, decretó el Estado de Emergencia por sequía. Desde el lunes, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) ha restringido el acceso al agua a tres horas por cada 72 horas de corte en las ciudades de La Paz y El Alto, ambas ubicadas en el departamento de La Paz, de acuerdo al interventor de EPSAS, Humberto Claure.
La restricción del acceso al agua no es nueva. El pasado 8 de noviembre EPSAS ya había limitado el consumo de agua a 12 horas por 60 horas de corte en 94 barrios de las ciudades de El Alto y La Paz.
“Nosotros hemos analizado a nivel nacional la situación de Bolivia desde el 2000 hasta ahora y hemos encontrado que 2016 es uno de los años con mayor sequía. Esto lo deducimos por los focos de calor, que son un índice de la presencia de sequía porque está relacionado con la poca humedad de la zona. El único año que ha superado al 2016 es el 2010, cuando se dieron megaincendios en la época seca, desde julio hasta octubre, en regiones como El Chaco, donde existen grandes sabanas con poca humedad”, explica a Mongabay Latam Armando Rodríguez Montellano, especialista en el monitoreo de incendios forestales de la Fundación Amigos por la Naturaleza de Bolivia.
De acuerdo al decreto supremo 2987 con que el presidente Evo Morales declaró la emergencia hídrica en Bolivia, se describe que la actual sequía que afecta a la nación altiplánica se debe a “fenómenos climáticos adversos”. Según Rodríguez Montellano, entre los fenómenos adversos están el cambio climático, que ha pronunciado el calor en las zonas secas de Bolivia, y las precipitaciones, que no se han dado entre los meses de noviembre y abril con normalidad. “Estas se han retrasado y se han dado de manera fragmentada, es decir, no llueve como siempre. Por eso actualmente las lagunas que servían como reservorios de agua para ciudades del departamento de La Paz ya no tienen esa capacidad. Así también pasa con los departamentos de Beni, Santa Cruz o Cochabamba, donde también el Gobierno está restringiendo el acceso de agua”. El experto también explica que se ha producido una disminución de los glaciares.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que observa los efectos en la salud de emergencias naturales, ha señalado: “La situación en Bolivia respecto de las emergencias naturales en las últimas semanas se ha caracterizado por la presencia de sequía en los departamentos de Santa Cruz, El Beni, Tarija, Chuquisaca y La Paz. La sequía afecta a 22 municipios del departamento de Santa Cruz, a cuatro de Tarija, a tres de Beni, a uno de Cochabamba y a cinco de Chuquisaca”, se señala en la web.
El peligro de los focos de calor
David Guever, director de la Autoridad de Tierras y Bosques (ABT) de La Paz ─dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua─ ya había señalado el 17 de setiembre que el 2016 era el que presentaba un mayor índice de focos de calor en los últimos tiempos. “El acumulado a la fecha tenemos 72 000 focos de calor a la fecha, es el pico más alto que hemos tenido en los últimos cinco años”, dijo en ese entonces.
A través del monitoreo, la Fundación Amigos de la Naturaleza ha reconocido del 15 al 21 de noviembre numerosos focos de calor debido a la sequía. Los días con mayor incidencia fueron el sábado 19 con 247 focos de calor y el domingo 20 con 260 focos de calor. No obstante, lo más alarmante ocurrió el 22 de noviembre, día en que se reconocieron cuatro eventos con un riesgo extremo de incendio forestal.
“Existen tres departamentos donde se concentran los focos de calor, que son un precedente de los incendios forestales. Son Santa Cruz, donde solo en el 2015 se concentró el 71 % de incendios forestales; y en El Beni, donde se localiza el otro 29 %. Según nuestras proyecciones, 2.6 millones de hectáreas de bosques se quemarán en incendios forestales durante todo el 2016”, advierte Rodríguez Montellano.
De acuerdo al presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Adolfo López, las represas también tienen responsabilidad en la escasez de agua que está afectando a la población de La Paz. “La represa localizada en el río Beni, en las faldas del nevado, cerca de La Paz, ha impactado en el consumo de la población con el desvío del agua del río. Ya el presidente Evo Morales acaba de declarar prioridad nacional el tema del agua. Otra situación parecida pudo haber pasado con los proyectos de las represas El Bala y Chepete en el río Beni, pero se detuvo porque el agua es vida. Esto se hizo gracias a los hermanos tacanas que se iban a ver perjudicados. Más de 60 000 hectáreas iban a ser inundadas por el desvió del agua y especies naturales iban a morir, aparte que La Paz también iba a verse afectada por la escasez del agua”, dice.
El líder indígena indica que recién con el estado de emergencia la población de la capital se dará cuenta de la escasez del agua como efecto de la presencia de las represas. “Si esta situación sirve de ejemplo para que las autoridades de Perú, Ecuador, Venezuela, y otros países también presten atención al impacto ambiental de las represas, será mejor, para que ya no se repita”, enfatiza.
Según Rodríguez Montellano de la Fundación Amigos de la Naturaleza, “las represas también son un factor que tienen que ver en la sequía por su impacto ambiental. Pero como señalé, no es el único. Es parte de una variedad de factores como el cambio climático, la desgalciación, entre otros”, manifiesta.
Medidas de ayuda
Según la Agencia Boliviana de Información (ABI), hay 36 camiones cisterna distribuyendo agua por las zonas afectadas de La Paz, pero se prevé que para el viernes 25 de noviembre se cuente con 80 camiones. El abastecimiento de la ciudad de El Alto, “está totalmente garantizado”, dijo el presidente Morales.
Sin embargo, el comandante del Ejército, Luis Ariñez, señaló para ABI que se necesitan más cisternas de agua para atender a La Paz. “Sería ideal contar con 100 cisternas las 24 horas y creo que de esa manera podríamos mitigar la necesidad de la población”.
Foto de portada: Diario “La palabra de Beni”.