- Director de Ciencias en WWF Perú, José Luis Mena, indica que la información sobre especies amenazadas en Perú es insuficiente, y que esta es necesaria para la conservación.
- Para que una especie tenga un plan de conservación debe estar en las categorías En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable, tener una importancia para las comunidades locales y cumplir un rol importante en su ecosistema, explica Jessica Gálvez, Directora de Gestión de Fauna Silvestre de Serfor.
- El biólogo Antonio Bóveda de Conservación Internacional Perú señala que el mono tocón y el mono choro de cola amarilla necesitan pronto un plan nacional de conservación.
En el Perú solo existen cuatro especies de animales amenazados con un plan de conservación a nivel nacional, es decir, un programa especial para la conservación de especies amenazadas donde intervengan diferentes instituciones del Gobierno, la sociedad civil y la comunidad científica. Entre ellas encontramos al cóndor andino (Vultur gryphus), el suri (Rhea pennata), la pava aliblanca (Penelope albipennis) y el oso andino (Tremarctos ornatus). Además, existen otras siete especies que se encuentran a la espera de un plan de conservación, de acuerdo a la directora de gestión de Fauna Silvestre de Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), Jessica Gálvez.
“Aparte de esas cuatro especies que tienen ya un plan de conservación, consideraría como especies que deben tener uno al tapir de montaña (Tapirus pinchaque) que se encuentra en el norte andino del Perú, a la perlita (Polioptila clementsi), que es un ave pequeña amazónica de Iquitos, a la taruka o venado andino (Hippocamelus antisensis) y a los primates (primates), para lo cual ya hemos hecho un primer taller para observar su situación. Es bueno especificar que en el caso de los primates solo están involucrados los que forman parte del Decreto 004, es decir, los que están en las categorías En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable, como el mono choro cola amarilla (Oreonax flavicauda), el mono coto negro (Alouatta palliata aequatorialis) o el mono nocturno andino (Autos miconax), respectivamente, además de otros primates”, manifiesta Gálvez.
La especialista señala que además están pendientes los planes de conservación de la rana del Lago Titicaca (Telmatobius culeus), el armadillo (Dasypodidae) y el oso perezoso (Bradypus variegatus). “Solo falta redactar la propuesta, volver a enviarla a los ministerios para que den un visto final, que lo tengan claro. Y cuando el documento esté completo, tendría que ser aprobado por resolución del mismo Serfor”, dice Jessica Gálvez a Mongabay Latam.
Para que se desarrolle un plan de conservación nacional para una especie en específico se debe contar con la información suficiente, explica el Director de Ciencias de WWF Perú, Jorge Luis Mena. “Un problema serio en nuestro país es que no tenemos investigación respecto de especies amenazadas. Son insuficientes los estudios sobre la biología y la ecología de las especies. Eso es necesario para poder organizar la conservación de las mismas. Para las especies amenazadas no hay información”, advierte.
El especialista de WWF Perú afirma que la información necesaria debe estar relacionada con un seguimiento periódico del desplazamiento de las especies amenazadas y su comportamiento para saber cómo conservarlas de manera efectiva. “Es muy poca la información, como monitoreo en el tiempo de especies amenazadas para saber si una población está subiendo o aumentando. Las especies se extinguen por efectos del impacto del ser humano, la cacería, cuando reemplazamos su hábitat por otras actividades como la agricultura u otros tipos de usos de la tierra que son incompatibles con la vida de las especies, la contaminación. La principal es la disminución del hábitat por acción del ser humano, pero no olvidemos al cambio climático”, agrega.
Jessica Gálvez señala que para que una especie esté en un plan de conservación debe cumplir con ciertos requisitos especiales. “La especie debe estar amenazada de acuerdo al decreto 004 del Ministerio de Agricultura, que establece los niveles de vulnerabilidad. La especie también debe tener una importancia sociocultural para las comunidades humanas. Por ejemplo el ave perlita de Iquitos dispersa las semillas de las que se alimenta y ayuda a la fertilidad del suelo. Por último, la especie debe cumplir un rol importante en la conservación del ecosistema que habita”, explica.
Especies con plan de conservación nacional
Según Jessica Gálvez, el cóndor andino fue la primera especie en contar con un plan nacional de conservación en mayo del año pasado. No existe hasta el momento una evaluación poblacional a nivel nacional. Se realizará un censo nacional el próximo año, pero en todo el mundo existen 2500 individuos, de acuerdo la experta del Serfor. Actualmente el cóndor andino está catalogado por Serfor como una especie En Peligro.
“El cóndor es el que limpia la naturaleza de los restos de los animales muertos. La carcasa del animal muerto que queda se desintegra y forma parte de la tierra. Los limpiadores de todo son los cóndores. Su amenaza es la caza porque se tiene una mala percepción de la especie, se cree que trae mala suerte, que se lleve el ganado o se puede llevar los niños”, señala.
“En diversas regiones de Perú capturan cóndores de vida silvestre para utilizarlos en los Yawar fiesta amarrándolos en el lomo de un toro mientras este corre en un ruedo”, señala por su parte Yovana Murillo, coordinadora de Fauna Silvestre de WCS.
En el caso del suri, el plan de conservación fue aprobado en setiembre del 2015. El ave ayuda al mantenimiento de ecosistemas como los bofedales, los pajonales, ya que dispersa las semillas de las plantas que consume. Sin embargo, como es una fuente de proteína ancestral, esta especie es cazada y sus huevos son consumidos por la población. “Hemos advertido a la población que ya no lo hagan porque está En Peligro Crítico. Además los cazan porque usan sus plumas para vestimenta tradicional”, dice Gálvez. Se tiene conocimiento que existen solo 350 ejemplares en todo el Perú, la experta del Serfor.
En junio de este año la pava aliblanca tuvo su propio plan de conservación nacional. Esta especie que es endémica de los bosques secos del norte del Perú tiene solo 250 individuos a nivel nacional, según Gálvez. “Se alimenta de frutos locales y a la hora de comer dispersa las semillas que en el futuro se convertirán en nuevos frutos. Eso aporta a la alimentación local de las comunidades en los bosques secos del norte”, dice.
La última especie con un plan de conservación a nivel nacional hasta el momento es el oso andino, también conocido como oso de anteojos. Su plan fue aprobado en junio de este año, según Gálvez. Dicha especie se encuentra en estado Vulnerable. “La caza furtiva afecta a este especie. Además está la pérdida de su hábitat por deforestación en los bosques altoandinos. Esto es importante porque su costumbre es vegetariana y depende de la flora que lo rodea. Solo el 5 % de su dieta es proteína animal. Tienen la costumbre de romper ramas y esto hace reverdecer a especies vegetales porque dispersan las semillas, ayudan a la fertilización del suelo”, dice Gálvez.
Lista de espera
Antonio Bóveda, biólogo de Conservación Internacional Perú, afirma que los primates deben ser una prioridad ya que vienen siendo afectados por la pérdida de su hábitat por la deforestación de pequeños cultivos en la región amazónica de San Martín. “Existen dos en especial que deben tener un plan de conservación a nivel nacional. En primer lugar, el mono tocón (Callicebus oenanthe) que se encuentra En Peligro Crítico. Ellos son monógamos, viven en familias y tienen entre cuatro a cinco crías, pero la deforestación de pequeños cultivos de café, arroz y cacao está fragmentando su hábitat, lo parchan y así se va disminuyendo su población. Por otro lado, está el mono choro de cola amarilla, que a diferencia del mono tocón, al menos está en el Bosque de Protección Alto Mayo pero también está catalogado por el Estado como En Peligro Crítico”, sostiene.
También deben ser atendidos con un plan de conservación nacional el mono maquisapa (Ateles chamek) y el mono huapo colorado (Cacajao calvus), ya que viven en lugares que también están siendo deforestados. “No olvidemos que San Martín es la región más deforestada de toda la Amazonía”, dice Bóveda.
Por otro lado, la lechuza bigotona (Xenoglaux loweryi) que vive en la región Amazonas y el tángara (Ramphocelus melanogaster) que vive en los alrededores del río Huallaga en la región San Martín, deben tener un plan de conservación nacional “porque tienen un nivel de amenaza importante”, añade Bóveda.
El especialista de Conservación Internacional Perú afirma que deberían implementarse programas de agroforestaría para que las comunidades locales obtengan ingresos y vean un valor en la conservación de especies. “Esto permitiría establecer corredores ecológicos para las diferentes especies y que no vean su hábitat parchado por cultivos. Además las comunidades tendrían dinero de forma sostenible”, explica.
Por su parte, Gálvez agrega que el ecoturismo es otra alternativa. “En Arequipa se paga muy bien por observar a cóndores. Es otra oportunidad sostenible, esperemos que se pueda seguir desarrollando este tipo de actividades con las demás especies”, dice.