- Tres ecosistemas afectados por los incendios forestales fueron monitoreados en este reporte: el bosque tropical estacionalmente seco, el bosque montano y el ecosistema de páramo.
- Son seis áreas naturales protegidas las analizadas: la Reserva Nacional Tumbes, el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa, el Bosque de Protección Pagaibamba. el Parque Nacional Cutervo, el Área de Conservación Privada Chinguate-Chinguelas y el Área de Conservación Ambiental Cachiaco.
El color verde vuelve a aparecer. A través de imágenes satelitales y un índice que mide el nivel de vegetación a distancia, el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP por su sigla en inglés) evaluó la recuperación de los bosques en seis áreas naturales protegidas luego de haber sido impactadas por los incendios forestales que afectaron el norte peruano a fines del año 2016.
Los bosques reconocidos por las imágenes satelitales e incluidos en el reciente reporte de MAAP pertenecen a tres ecosistemas: bosque tropical estacionalmente seco, páramo y bosque montano.
Para el primer ecosistema se evaluó la Reserva Nacional de Tumbes (en la región del mismo nombre) y el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa (región Lambayeque); para el segundo, el Bosque de Protección Pagaibamba y el Parque Nacional cutervo (ambos en la región Cajamarca); y para el tercero el Área de Conservación Privada Chinguate-Chinguelas y el Área de Conservación Ambiental Cachiaco (ambas en la región Piura).
El método utilizado para identificar la vegetación en crecimiento en las zonas afectadas se denomina Índice de Vegetación Normalizado (NDVI, por las siglas en inglés de Normalized Difference Vegetation Index).
Mongabay Latam se comunicó con Sidney Novoa, investigador de MAAP que elaboró el reporte referido, quien explicó que se usó este índice porque identifica la presencia de vegetación por el nivel de reflexión de luz hacia fuera mediante la fotosíntesis.
“El Índice de Vegetación Normalizado lo que estima, indirectamente, es la actividad fotosintética de la vegetación en un pixel de una imagen de satélite. La actividad fotosintética se expresa como la relación entre la porción del espectro de luz solar que es absorbida por la planta y la que es reflejada hacia el espacio”, detalló.
Novoa señaló que los esquemas de NDVI presentados en el reporte muestran un antes y un después del incendio. Así, se puede reconocer el reverdecimiento del bosque antes incendiado. Este nivel de reverdecimiento de los pastizales varía entre las áreas. Mientras haya más reflejo de luz, el índice crecerá y en las imágenes se observa más verde. “Eso quiere decir que hay vegetación”, sostuvo Novoa.
El investigador de MAAP también explicó que la línea roja es un referente para notar el cambio de cobertura de vegetación. “La línea roja del esquema corresponde a la fecha en que se tomó la imagen inmediata de la cobertura forestal, por lo que el valor de NDVI se observa más bajo, de manera coincidente, respecto a los momentos previos y posteriores”, detalló.
¿A qué se debe el reverdecimiento?
De acuerdo con el monitoreo de MAAP, los bosques de algunas de las áreas protegidas señaladas se están recuperando más rápido que otros. Así es la situación de la rápida recuperación de las áreas de conservación privadas frente a las áreas protegidas más grandes.
Así es el caso del ecosistema del bosque tropical estacionalmente seco de la Reserva Nacional de Tumbes y del Refugio de Vida Silvestre Laquipampa. Imágenes satelitales de la Reserva Nacional de Tumbes muestran la recuperación vegetal desde noviembre del 2016 (panel izquierdo) hasta mayo del 2017 (panel derecho), mientras que en el caso de Laquipampa la prueba de su reverdecimiento es el Índice de Vegetación Normalizado que compara la cobertura vegetal desde mayo del 2016 hasta junio del 2017.
Mongabay Latam se comunicó con Reynaldo Linares, investigador del Programa de Monitoreo de la Biodiversidad del Smithsonian Institution y especialista en ecosistemas secos, quien señaló que la recuperación de los bosques secos en el norte del Perú luego del duro golpe de los incendios forestales se debe a que las lluvias estacionales han permitido reverdecer las zonas afectadas, lo que es un primer paso para la posterior recuperación.
“Lo que se puede observar mediante las imágenes satelitales y el Índice de Vegetación Normalizado en una u otra área boscosa del norte del Perú es el reverdecimiento de los pastizales. Es decir, un primer paso en el lento proceso de la recuperación del bosque. La humedad, las lluvias, el viento y otros factores ayudan a que este proceso evolucione, pero aún no podemos hablar de restauración”, explicó Linares.
Sin embargo, el experto advierte que este lento proceso forestal puede ser detenido en caso de que no haya presencia del Estado en las áreas protegidas e ingresen taladores o ganaderos ilegales, ya que pueden detener el lento proceso de recuperación de los bosques al deforestar la vegetación que esté creciendo y degradando aún más el suelo.
Otra es la situación de los bosques montanos ubicados en el Bosque de Protección Pagaibamba y el Parque Nacional Cutervo. En el caso especial de Pagaibamba las imágenes satelitales compararon el estado de la cobertura boscosa en noviembre del 2016 y agosto del 2017. “Los círculos amarillos indican las áreas de los incendios, en donde se puede observar una revegetación más limitada”, se detalla en el reporte de MAAP. En el Parque Nacional Cutervo es el Índice de Vegetación Normalizado el que muestra su lento reverdecimiento desde setiembre del 2016 a junio del 2017.
¿Qué ocurrió con los páramos?
En el caso de la cobertura vegetal del ecosistema de páramo, específicamente en el Área de Conservación Privada Chinguate-Chinguelas y el Área de Conservación Ambiental Cachiaco, el reverdecimiento natural es más rápido, de acuerdo al Índice de Vegetación Normalizado de MAAP que analiza ambas áreas. De la misma manera sucede con las imágenes satelitales, que comparan el nivel de cobertura vegetal desde noviembre del 2016 hasta junio del 2017.
“La vegetación se empieza a recuperar, aunque, esto no significa que el ecosistema se ha restaurado”, se explica en el reporte.
Mongabay Latam se comunicó con Alex Moore, director de la ONG Naturaleza y Cultura Perú, cuya sede se localiza en Piura, quien ha seguido de cerca la recuperación de las citadas áreas de conservación.
“El reverdecimiento que se puede apreciar de manera más rápida en las áreas de conservación privada se debe a que son también áreas protegidas más pequeñas y es más efectiva su conservación en comparación a las grandes extensiones de un parque nacional, por ejemplo. Lo que debemos hacer es proteger las áreas naturales en general para que su recuperación, y posterior restauración, se desarrolle de manera correcta”, comentó Moore.
Reynaldo Linares agregó que para hablar de un proceso de restauración de los bosques afectados por los incendios forestales se debe esperar en promedio “unos dos años para poder tener un escenario completo que se pueda estudiar. Se debe respetar el proceso de sucesión ecológica con el que se conoce al mecanismo evolutivo de la vegetación. Además de ello, faltan estudios científicos sobre casos de restauración de bosques en ecosistemas secos. Esta es una gran oportunidad para que se puedan iniciar”.
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