- Cuando los terrenos de caza de los pumas se superponen con los de otros depredadores grandes, como lobos, osos y jaguares, los pumas suelen ser los perdedores, según un nuevo estudio.
El puma, grande y sigiloso, (Puma concolor) puede estar en la parte superior de su cadena alimenticia, pero no siempre es el rey de su territorio.
Originario de América, el puma, también llamado león de montaña o pantera, a menudo comparte su hábitat con otros depredadores superiores, como lobos, osos, coyotes y jaguares. Pero cuando los terrenos de caza de estos depredadores se superponen, el puma suele ser el perdedor, informan los investigadores en un nuevo estudio publicado en PeerJ.
Al revisar la literatura científica sobre la competencia entre los pumas y otros depredadores, los investigadores descubrieron que los lobos, osos pardos, osos negros y jaguares a menudo dominan a los pumas. De hecho, los pumas están subordinados a al menos otro carnívoro superior en el 47.5 % de su rango en Norte y Sudamérica. A su vez, los pumas parecen ser dominantes solo sobre los coyotes y los lobos de crin.
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Problemas de convivencia
“Reconocí el vacío en mi propia comprensión de los pumas: sabía muy poco acerca de sus relaciones con otros animales”, dijo el autor principal Mark Elbroch, científico principal del programa de puma en la organización global de conservación de gatos salvajes Panthera. “Una revisión parecía la forma ideal de buscar y encontrar investigaciones sobre el tema”.
Entre los principales depredadores, los lobos parecen tener la mayor influencia sobre los pumas, los dominan en la mayoría de los encuentros, encontró el equipo de Elbroch. Esto probablemente sea así porque los lobos cazan en manadas y superan en número al solitario puma. Los lobos a menudo hostigan a los pumas, escriben los autores, y también se sabe que los matan.
Algunos estudios también muestran que dondequiera que los rangos geográficos de pumas y lobos se superponen, los pumas tienden a evitar las áreas abiertas y restringir sus movimientos a los bosques y las zonas escarpadas donde pueden escapar fácilmente de los lobos. Los pumas también a veces cambian de presa cuando viven junto a los lobos.
Las interacciones entre el oso pardo, los osos negros y los pumas están menos estudiadas, hallaron los investigadores. Pero los estudios que existen muestran que los osos a menudo no dejan que los pumas coman sus propias presas. Por lo tanto, los pumas no solo pierden la comida que cazaron, sino que deben gastar más tiempo y energía cazando más presas.
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El problema de la caza
Los hallazgos del estudio son especialmente importantes dado que los pumas aún se cazan intensamente en gran parte de su rango geográfico debido a sus conflictos con las personas y el ganado, dijo Elbroch.
La caza ha eliminado a los pumas de toda la mitad este de América del Norte, a excepción de una pequeña población en Florida. Hoy en día, los pumas se encuentran en partes del oeste de América del Norte y en América Central y del Sur, donde continúan siendo cazados. En algunas de estas áreas, donde los lobos y los osos están recolonizando y recuperándose, los administradores de vida silvestre deben tener cuidado con los límites de caza para los pumas, escriben los autores.
Osos comiendo la presa de los pumas. Video de Mark Elbroch/Panthera
“Nuevos lobos significan que la vida de los pumas se hace un poco más difícil”, dijo Elbroch. “Por lo tanto, el aumento de la presión sobre los pumas es exactamente lo contrario de lo que nuestra revisión sugiere que se necesita.
“Los ecosistemas son complejos y debemos ser precavidos”, agregó. “Cuando cazamos especies que ya han sido afectadas por otras numerosas especies, es posible que de forma involuntaria provoquemos descensos rápidos en esa especie. Para gestionar la vida silvestre de manera efectiva, primero debemos entender cómo encajan en sus ecosistemas”.
Sin embargo, hay una escasez de estudios que analicen las interacciones entre los pumas y otros carnívoros grandes, dijo Elbroch. Y la investigación disponible no es lo suficientemente profunda como para vincular los efectos de la competencia en la supervivencia del puma.
“Es difícil ser un puma, lo que hace que su resistencia y capacidad para vivir entre nosotros sea mucho más notable”, dijo Elbroch. “Continúan sorprendiéndome”.
Imagen de portada: un puma por Rhett A. Butler
Referencia:
Elbroch and Kusler (2018), Are pumas subordinate carnivores, and does it matter? PeerJ 6:e4293; DOI 10.7717/peerj.4293
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 6 de febrero de 2018