- “Existen coleccionistas a nivel mundial que se dedican a tener animales exóticos y es por eso que en Galápagos hemos sido atacados por los traficantes”.
- “La gente está totalmente consternada. De hecho hay mucha repercusión contra el Parque Nacional Galápagos diciendo que este no ha sido capaz de cuidar a las tortugas”.
A principios de este mes, el Ministerio del Ambiente de Ecuador confirmó que 123 crías de tortugas gigantes habían sido robadas en uno de los centros de crianza de Galápagos.
El mundo entero ha seguido, con consternación, la noticia de la desaparición de estas especies emblemáticas desde una de las reservas de la biósfera y patrimonio de la humanidad, más reconocidas e importantes del planeta.
Mongabay Latam conversó con Jorge Carrión, Director del Parque Nacional Galápagos y con Danny Rueda, Director de ecosistemas, sobre este robo que se presume fue efectuado para traficar las especies al mercado asiático.
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¿Cómo se percataron del robo?
El robo de tortugas se evidenció por el informe de un guardaparques que estaba a cargo del centro de crianza de tortugas. Ellos periódicamente dan de comer a las tortugas, revisan los corrales donde estas se encuentran, tanto las crías como las adultas, y cuando fue a dar de comer notó la desaparición de una tortuga en particular. Realizó entonces el conteo y notó la falta de 123 tortugas del centro de crianza de la isla Isabela. El modus operandi, para saber cómo efectivamente se robaron las tortugas, a qué hora, por cuál medio, quiénes, es investigación que está siendo analizada por fiscalía.
¿Cómo son los centros de crianza? son espacios abiertos, cerrados…
Son espacios cerrados que tienen limitaciones justamente para que los guardaparques, que están a cargo de los centros, tengan un espacio definido para hacer el control de las tortugas. Son corrales donde están los individuos adultos y corrales más pequeños para las diferentes camadas que van naciendo.
¿Entonces ahí mismo, en los centros de crianza, las tortugas ponen sus huevos y nacen las crías?
Efectivamente hay hembras que depositan sus huevos en el centro de crianza, pero también los guardaparques recogen huevos, de los sitios naturales donde desovan las tortugas, y los llevan a los centros de crianza donde hay incubadoras. Ahí están hasta los cuatro o cinco años y luego se hace el ejercicio de repatriación de las tortugas a sus sitios naturales.
¿Por qué es necesario llevarse los huevos a incubadoras?
La población de tortugas gigantes diezmó muchísimo por la acción de piratas que antiguamente llegaban a Galápagos. De una población que se estima era de 400 000 tortugas, al día de hoy tenemos 70 000. Es decir, entre el 10 y 15 % de la población original. Pero no solamente la acción de los piratas fue lo que disminuyó la cantidad de tortugas. También los piratas venía con otras especies que se convirtieron en invasoras como las cabras, los cerdos salvajes, los burros, que representan un peligro tanto para los individuos adultos como para los bebés.
Por ejemplo los cerdos salvajes pueden perfectamente cavar los nidos de las tortugas y comerse los huevos. Entonces el ejercicio que nosotros hacemos de llevar los huevos a los centros de crianza, es justamente para evitar la depredación que existe en los sitios naturales por parte de las especies invasoras. Cuando las tortugas ya son más grandes, su caparazón es más duro y se pueden proteger, entonces las liberamos.
¿Actualmente esa es la mayor amenaza a la que están expuestas las tortugas?
Efectivamente. Actualmente, las especies invasoras que mencioné y también los perros, son la principal amenaza para ellas.
¿Este robo se trata de un caso aislado o anualmente se registran hurtos?
Es un caso totalmente aislado y pienso que es por eso justamente que ha tenido tanta repercusión.
¿No han tenido otros robos?
La última desaparición de la que tenemos registro fue en San Cristóbal donde también tenemos otro centro de crianza, pero las tortugas fueron encontradas a los pocos días en la misma isla.
Lo que ha ocurrido esta vez es un caso aislado y nosotros como autoridad ambiental, responsables de la conservación de la biodiversidad del Parque, estamos tomando todos los correctivos para que no vuelva a suceder.
¿Cuál sería el objetivo del robo?
Tráfico de especies. Existen coleccionistas a nivel mundial que se dedican a tener animales exóticos y es por eso que en Galápagos hemos sido atacados por los traficantes.
¿Se tiene alguna idea de cuál es el mercado y cuál es la ruta del tráfico?
Se sabe que existen varios sitios, con un destino específico en el mercado negro que está ligado al continente asiático. No sabemos exactamente el lugar, pero muchas especies que son sustraídas de otros países como Australia, Nueva Zelanda, han sido encontradas en el continente asiático. Por eso se cree que el interés está ahí.
¿Se sabe si participan personas locales en este tráfico?
El tráfico no opera solo. Es una red donde participan muchas personas. Se cree que entre 10 y 15 personas operan en todo el proceso. Pero de ahí a poder establecer si hay gente local, personas ecuatorianas en esta red, es justamente lo que fiscalía está investigando.
¿Qué fue lo que falló para que ocurriera este robo?
Nosotros en este proceso hemos sido las víctimas. A nosotros nos robaron. De alguna manera, bajo algún mecanismo, vulneraron nuestro sistema de seguridad. Los centros de crianza, que son tres, son la prioridad para el Parque Nacional Galápagos. Ahí están nuestras especies emblemáticas y en esos centros de crianza tenemos guardería las 24 horas. Eso es muy importante. Los guardaparques trabajan en los centros de crianza en horarios laborales y de noche y madrugada hay guarderías privadas. Entonces qué fue lo que falló, qué fue lo que pasó, es lo que se está investigando porque nosotros fuimos víctimas de un hurto aún teniendo guardería permanente. Se podrían conjeturar muchas cosas, pero Fiscalía y también Interpol y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) están realizando las investigaciones pertinentes.
¿Cuál está siendo el rol de CITES?
CITES trata justamente el tema del tráfico de especies. Los países deben emitir permisos para movilizar muestras científicas o animales vivos que estén dentro del listado de especies CITES y las tortugas están en ese listado. Entonces cualquier país, por donde pudieran ingresar las tortugas, ya está alertado de que se trata de tráfico porque nosotros no hemos emitido ningún permiso. Esto sobre todo porque también se conoce que se pueden falsificar sellos y documentos CITES. Obviamente el tráfico trabaja también con la falsificación de documentos.
¿Entonces está el objetivo de encontrarlas?
Por supuesto. Tenemos el objetivo de encontrar tanto a las tortugas como a los culpables de este robo.
¿Cómo han recibido la noticia del robo los habitantes de Galápagos?
La gente está totalmente consternada. De hecho hay mucha repercusión contra el Parque Nacional Galápagos diciendo que este no ha sido capaz de cuidar a las tortugas. También hay mucha demanda, por parte de la población, para que informemos qué es lo que está pasando con la investigación. El problema es que nosotros no podemos dar en estos momentos toda la información que tenemos, o que tiene fiscalía, porque podríamos perjudicar la investigación. Es por eso que nosotros estamos dando la información mínima. No porque queramos ocultar algo, sino porque justamente queremos encontrar a los culpables de este robo.
¿Cómo funciona la vigilancia dentro del Parque?
La dirección del Parque Nacional Galápagos tiene a cargo la vigilancia y protección de las especies del área terrestre, que son casi 8000 kilómetros cuadrados y también tenemos a cargo la Reserva Marina de Galápagos que son 138 000 kilómetros cuadrados. Es decir, que entre las dos áreas protegidas tenemos la responsabilidad de vigilar y de administrar casi el 60 % del territorio de nuestro país. Es un trabajo bastante arduo el que tenemos, de muchísima responsabilidad.
En el Parque Nacional Galápagos existen 335 guardaparques. Nuestras actividades de vigilancia han ido creciendo con el tiempo. No solamente estamos en el monitoreo de las especies endémicas. También estamos detrás de temas turísticos, de pesca, de calidad ambiental, de especies invasoras. Tenemos múltiples competencias por lo tanto, el personal con el que contamos actualmente no podríamos decir que es el óptimo. Requerimos de más personal, pero estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para poder controlar las dos áreas protegidas.
¿Cuánto personal estiman ustedes que debiera ser el óptimo?
No podría dar un número ahora. Más que recurrir al tema de incrementar personal estamos recurriendo al sistema de cambiar nuestros sistemas de control de vigilancia hacia sistemas totalmente tecnificados que nos permitan controlar. A través de tecnología podemos saber qué es lo que está pasando en nuestras áreas protegidas.
¿Cuál es el presupuesto destinado a vigilancia?
$US400 000 por año están destinados para actividades de operación. Pero aparte de eso, existe una inversión muy grande, por parte del Ministerio de Ambiente y Parque Nacional Galápagos. Estamos hablando de que contamos con embarcaciones oceánicas, lanchas rápidas, avionetas, drones, un centro de control de monitoreo desde donde se puede monitorear toda la reserva marina. Es decir, no solamente hay que contabilizar esos $US400 000 a nivel operativo, sino que hay que contabilizar también toda la inversión que hay en el Parque Nacional Galápagos. Además de eso, están las remuneraciones del personal de vigilancia que es otra cifra bastante importante.
¿De donde sale el dinero para financiar todo eso?
El presupuesto nuestro proviene en un 100 % de fuentes de autogestión. Principalmente a través de la tributación que pagan todos los turistas extranjeros y nacionales que ingresan al Parque Nacional, a una tarifa de $US100 o $US50 dependiendo de la nacionalidad. El ingreso de turistas es posiblemente más del 90 % de nuestro presupuesto. El resto son de otros trámites administrativos internos como emisión de licencias ambientales o patentes de turismo. Pero ese presupuesto nos lo entrega el Ministerio de Finanzas que es el que distribuye los recursos a todas las instituciones públicas del país.
¿Cuál es la situación de conservación de las tortugas gigantes?
Nosotros tenemos 11 especies de tortugas terrestres en Galápagos. Todas las especies se encuentran vulnerables dentro de la categorización de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Ello debido a que somos islas con un territorio delimitado. No hay dónde más crecer y por ende todas las especies están en ese tipo de categorización.
Isabela, que es la isla de donde provienen las tortugas que fueron robadas, tiene cinco volcanes y cada volcán tiene una especie diferente de tortuga. En el caso de estas dos especies, la Chelonoidis gutheri y la Chelonoidis vicina, provienen de los volcanes Sierra Negra y Cerro Azul respectivamente. Entonces, aún cuando Isabela parece ser una isla grande, estas dos especies de tortuga están aisladas en su ecosistema, por eso es muy restringido el espacio donde ellas tienen su hábitat.
Ahora, el estado poblacional de las 11 especies es muy buena, especialmente de las cinco especies de tortugas que son de Isabela. Por ende, el estado poblacional de las dos especies robadas no es amenazado por estas 123 tortugas extraídas. Ello sin desmerecer que es de alta preocupación para nosotros que esto haya ocurrido.
Foto Portada: Parque Nacional Galápagos