Andrés*, uno de los líderes de Villa Santiago, comenta que casi a diario aparece gente desconocida que deja sus vehículos en fila a lo largo de la carretera y que en la tarde se mueven en grandes grupos en la zona, algo que no había visto antes en esta pequeña localidad. “Cuánto tiempo hemos cuidado esta zona para que nadie la invada, para que en el futuro podamos usarla para la reforestación y la conservación. Ahora nadie la respeta, nadie nos respeta”, dice. Cada vez que alzan la voz, los ilegales los amenazan de muerte.
Hace un par de semanas, a inicios de abril, Guillermo entró nuevamente a esta parte del monte para comprobar cuánto habían avanzado. “Había un pequeño laboratorio, con una poza de maceración”, cuenta. Andrés está convencido que las personas que han llegado a Villa Santiago son de la zona del San Gabán, sobre todo de Loromayo. “Nosotros conocemos quiénes son los cocaleros de esa zona y de repente, desde el año pasado, empezaron a visitar a algunos pobladores. Necesitamos que haya una investigación sobre este tema”, comenta.
La zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata ha comenzado a ser invadida por el narcotráfico. Los pobladores que están aliados con la conservación son testigos de ese avance, son víctimas de la violencia que empieza a instalarse y el Estado aún no atiende sus reclamos.
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La desarticulación desde el Estado
A cuatro días de la muerte de Ángel Quispetupa Chumbilla y Héctor Velásquez Polanco, el conflicto continúa en San Gabán, específicamente en el sector de El Carmen, donde se ha instalado el campamento del Corah. Tanto el sábado como el domingo hubo reuniones con autoridades de Lima y Puno. Estas últimas exigen la instalación de una mesa de diálogo antes que empiece la erradicación en la zona.
El general PNP Víctor Rucoba, jefe del Corah, informó a Mongabay Latam que en estas reuniones no se está negociando si se realizarán o no las erradicaciones. “Estamos cumpliendo un plan nacional. Solo cambiaremos el plan si existe una resolución del Ministerio del Interior o del más alto nivel que disponga esta suspensión. No podemos negociar porque los cultivos son ilegales”, dijo el funcionario, quien confirmó la existencia de pozas de maceración para la fabricación de pasta básica de cocaína en la zona. Rucoba confirmó que las erradicaciones comenzarán en mayo y durarán alrededor de cinco meses.
Sobre las muertes de los dos agricultores, Rucoba señaló que hay una investigación en curso que sigue la Fiscalía Provincial de Carabaya. “Nosotros hemos ingresado al campamento, el viernes en la madrugada, de la manera más oculta posible para no alterar a la población. Sabemos que la erradicación afectará a muchas personas vinculadas al tráfico de drogas”, dijo el jefe del Corah.
Los bloqueos de la vía y protestas son porque la población sostiene que si le quitan la coca, se quedan sin sustento económico.
Eso fue precisamente lo que señaló la hermana de Ángel Quispetupa, uno de los fallecidos, en una entrevistada con la radio local Onda Azul. “Nosotros vivimos en la selva con la coca nomás, con eso educamos a nuestros hijos, nos alimentamos, vestimos. No producimos otro cultivo, solo coca”, precisó.
El escenario podría ser el mismo que el de las erradicaciones del 2005 o del 2016, si no se ejecuta un plan de desarrollo sostenible en la zona. Mongabay Latam buscó a la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) para conocer los planes de desarrollo ejecutados en San Gabán. Si bien no dieron su versión hasta el cierre de este artículo, el fin de semana emitieron un comunicado en el que señalan que se ha invertido en los últimos cuatro años más de S/.8 millones (US$ 2.4 millones) solo en el distrito de San Gabán. Este dinero, según Devida, ha sido destinado al mejoramiento de vías, a proyectos de gestión comunal, mejoramiento de tecnología agrícola, cultivos de cacao y asistencia a productores de piña, papaya y plátano.
Pero el alcalde del centro poblado de Lechemayo, Jaime Quispe, no piensa lo mismo. En una entrevista con una radio local declaró que la entidad no cumple actualmente con la ejecución de los cultivos alternativos. “La incursión de Devida es un engaño”, dijo.
Rubén Vargas, presidente de Devida, explicó en una entrevista con el diario El Comercio que el principal impedimento para ejecutar sus acciones es que la hoja de coca se encuentra dentro del parque Bahuaja Sonene, y que dentro de este no se puede impulsar el desarrollo alternativo por ser un área protegida.
Sin embargo, las acciones del Corah se han ejecutado en la zona de amortiguamiento del parque, es decir, fuera del área protegida, donde el Estado sí tiene responsabilidad directa. Según fuentes del Estado presentes en las reuniones del fin de semana en San Gabán, Devida no se ha hecho presente todavía en la zona para hablar sobre los proyectos planeados frente a esta próxima erradicación.
La oficina de comunicaciones del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) prefirió no pronunciarse sobre la situación actual del parque Bahuaja Sonene. Y sobre la Reserva Nacional Tambopata, respondió escuetamente que no tienen reportes sobre la presencia de cultivos ilegales en la zona de amortiguamiento.
Mañana tanto Rubén Vargas como el ministro del Interior, Carlos Morán, tendrán que acudir a la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno del Congreso de la República, para brindar información sobre la muerte de los dos agricultores.
Mientras tanto, Karina Garay, fiscal del despacho especializado en Materia Ambiental de Madre de Dios, espera que el estado de emergencia que se declaró por minería ilegal en cuatro distritos de la región —que vence el 18 de abril— se amplíe por 60 días y que incluya a los distritos de San Gabán y Camanti. “De esa forma se podrá hacer interdicción de insumos prohibidos en esas localidades que se usan para el narcotráfico y para la minería ilegal”, señala Garay.
Foto de portada: Vanessa Romo / Mongabay Latam.
* Por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran y a pedido de ellos, Mongabay Latam ha decidido ocultar las identidades de algunos entrevistados. En esos casos se ha optado por solo usar nombres y no apellidos. Sin embargo, este medio cuenta con los nombres completos y las grabaciones de las entrevistas.