Arco iris sobre las estribaciones andinas de la Amazonía peruana. Foto tomada 11 de agosto por Rhett Butler.
Mientras que los ecologistas desde hace mucho tiempo se lamentan por la destrucción de la selva amazónica, en los últimos años la deforestación se ha reducido sobre todo en Brasil que es el país que representa la mayor parte de la cubierta forestal del Amazonas. La pérdida anual de bosques ha disminuido considerablemente desde el pasado pico en el año 2004 e incluso con un pequeño aumento de pérdidas en este año la deforestación en el año 2011 será sólo una fracción de lo que era hace apenas cinco años.
Sin embargo, hay algunos motivos de preocupación. En primer lugar, hay un fuerte impulso de los intereses agrícolas para ablandar el Código Forestal de Brasil, que requiere que los terratenientes mantengan hasta el 80 por ciento de cobertura en tierras privadas de la Amazonia. Los grupos ecologistas advierten que el actual proyecto de reforma podría generar un gran aumento en la deforestación. Al mismo tiempo, Brasil se está expandiendo y mejorando la infraestructura en gran parte de la Amazonía, incluyendo autopistas, carreteras y presas, lo que proporcionará un nuevo impulso a la tala de bosques. Otra preocupación es lo que está sucediendo fuera de Brasil – Perú ha visto un tremendo aumento en la deforestación desde 2005, mientras que Ecuador y Colombia están visualizando nuevos proyectos en la Amazonía. Grandes extensiones de tierra en Venezuela y Bolivia siguen en llamas para la ganadería y la agricultura industrial, respectivamente. Mientras tanto, el alto precio del oro ha provocado un auge de la minería en todos los países amazónicos. Muchas de estas minas no están reguladas y causan la deforestación, así como el agua y la contaminación del aire. Finalmente el cambio climático ocupa un lugar preponderante en el futuro de la Amazonía. Desde 2005 la región se ha visto en las dos peores sequías sin precedentes y como consecuencia han dejado los bosques susceptibles a incendios y causan tes de una gran escala de mortalidad.
Así, mientras que la Amazonía Brasileña ha sido noticia esperanzadora en los últimos tiempos, aún hay una necesidad imperiosa de permanecer vigilantes ya que después de todo, a veces, el arco iris viene antes de la tormenta…