Las actuales emisiones globales de carbono (en negro) han seguido de cerca al peor de los casos (marrón) expuesto por el Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC por sus siglas en inglés). Las caídas están relacionadas con recesiones globales. Gráfico realizado por: Dana Nuccitelli/Skeptical Science.
El cambio climático y no la deuda o la austeridad es “el mayor reto económico del siglo veintiuno,” según Christine Lagarde, la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI). En el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), Lagarde pintó un panorama bastante duro de las dificultades a las que el mundo se enfrenta por lo que respecta a las temperaturas en ascenso.
“La ciencia es aleccionadora—la temperatura global en 2012 estuvo entre las más calurosas desde que empezaron los registros en 1880. No lo duden, sin acciones conjuntas, el futuro de nuestro planeta está en peligro,” dijo. “Necesitamos crecimiento, pero también necesitamos crecimiento verde que respete la sostenibilidad ambiental. Buena ecología es buena economía. Esta es una razón por la que ajustar el precio del carbono y eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles es tan importante.
Lagarde, quien dijo que “la vulnerabilidad” a “escasez de recursos y cambio climático” podría llevar a “grandes alteraciones sociales y económicas,” fue ministra de economía de Francia en el gobierno de Nicholas Sarkozy.
Cada vez más de los mejores economistas del mundo alertan de que la inoperancia en cuanto a cambio climático está poniendo en riesgo la economía global. El año pasado el director del Banco Mundial, Jim Yong Kim, también dejó caer un aviso lúgubre sobre el cambio climático.
“La falta de acción en cuanto al cambio climático amenaza con hacer que el mundo que nuestros hijos hereden sea un mundo completamente diferente de en el que vivimos hoy,” dijo. “El cambio climático es uno de los grandes retos frente al desarrollo, y necesitamos asumir la responsabilidad moral de actuar en nombre de las generaciones futuras, especialmente de las más pobres.”
Las declaraciones de Kim siguieron a la publicación de un informe del Banco Mundial que pintó un panorama cuasi-apocalíptico de un mundo en el que las temperaturas globales subían 4 grados Celsius (7’2 grados Fahrenheit) por encima de niveles preindustriales. De acuerdo con el informe, en un mundo con 4 grados Celsius más la sociedad se enfrentaría a constantes alteraciones de la agricultura global, inundaciones de las ciudades costeras, un océano en estado de acidificación, y una, en el mejor de los casos, anémica economía. Mientras que las naciones se han comprometido a impedir que las temperaturas suban por encima de los 2 grados Celsius, los científicos dicen que se están moviendo muy lenta y débilmente para tener éxito.
En respuesta a una pregunta sobre el cambio climático, Lagarde concluyó que “a menos que actuemos contra el cambio climático, las generaciones futuras se asarán, tostarán, freirán y harán a la parrilla.