Todo el mundo conoce al tigre, al panda, a la ballena azul, pero ¿qué pasa con las otras especies que viven en la Tierra, que según los cálculos son de cinco a treinta millones más? Muchas de estas especies maravillosas, sorprendentes y raras han recibido poca atención por parte de los medios, los grupos de conservación y el público. Esta serie es un intento de dar a estas ‘especies olvidadas‘ la atención que se merecen.
Rara foto de un colobo rojo del Delta del Níger columpiándose en un árbol. Foto de: Rachel Ashegbofe Ikemeh.
La atención que se ha prestado a los primates populares y carismáticos –los gorilas, chimpancés, orangutanes, los titíes león e incluso algunos lémures− podrían hacernos suponer que los conservacionistas tienen dominada la protección de nuestros parientes más cercanos; el sorprendente hecho de que no se sepa de ninguna especie de primates que se haya extinguido en los últimos cien años (a pesar de la destrucción a gran escala de sus hábitats) parece confirmar esta afirmación. Sin embargo, si observamos los datos con más atención, se puede ver que no solo muchos de los primates del mundo están al borde de la extinción, sino que una gran cantidad de ellos no ha recibido gran atención para su conservación. Según la Lista Roja de la UICN, un impactante 48 por ciento de los primates del mundo están amenazados por la extinción: eso es un porcentaje peor que el de anfibios que se han visto devastados por una epidemia mundial. Aunque un puñado de más de 600 primates del mundo ha obtenido adoración por su conservación, muchos siguen siendo desconocidos. Ninguno más que el colobo rojo del Delta del Níger (Procolobuls epieni), que según estudios que se están llevando a cabo por parte de biólogos en Nigeria, podría contar con menos de 500 ejemplares –y sigue sin estar protegido por la ley nigeriana.
“Este extraño primate es uno de los ejemplares que despierta más admiración en su zona de alcance. Mi primera experiencia con la observación directa de esta especie en la naturaleza fue ciertamente inolvidable e incluso los avistamientos posteriores merecen una mención. Al ser animales sociales, se les ve generalmente en grupo y […] grupos multiespecie formados por otros primates como el mono de nariz blanca de Nigeria, el cercopiteco de garganta blanca, el cercopiteco mona y el colobo oliva”, declaró ante mongabay.com la bióloga Rachel Ashegbofe Ikemeh. “Realmente no hay nada que se pueda comparar con observar un grupo de monos en la naturaleza, comiendo, jugando y escapándose de la vista de los humanos. Hay un sentimiento indescriptible de ver algo magnífico, incluso más, es como observar a niños vulnerables, aprovechando la vida al máximo mientras se les roba la inocencia”.
Una de las fotos más claras de mundo de un colobo rojo del Delta del Níger. Es una hembra. Foto de: Noel Rowe. |
El colobo rojo del Delta del Níger se encuentra en solo una pequeña sección de las marismas y los bosques de várzeas, y fue completamente desconocido para los científicos hasta 1993. Cuando se descubrió por primera vez, los científicos pensaron que era una subespecie del colobo de Pennant, pero la investigación genética en 2007 ascendió a este mono a una especie completa con todos sus derechos. El nuevo colobo es uno de los montones de primates que se han descubierto en los últimos años; más de 60 nuevas especies de primates se han descrito desde 1990 –en peligro de extinción y poco conocidas. De hecho, el colobo rojo de Delta del Níger destaca incluso entre las nuevas especies porque existen imágenes claras de video, y antes de la investigación actual, solo un científico había llevado a cabo estudios a largo plazo de su comportamiento. Se puede decir que es uno de los primates más misteriosos del mundo.
“El colobo rojo del Delta del Níger no es muy conocido [localmente], por no hablar de los nigerianos o del resto del mundo. Muchos [habitantes locales] con los que hemos hablado […] conocen la especie, pero no tienen ni idea de su importancia. Personas más jóvenes que están en la zona del colobo saben incluso menos sobre la especie y algunos ni siquiera saben qué aspecto tiene este animal”, afirma Ikemeh, y añade que “este mono está categorizado como uno de los 25 primates en más riesgo de extinción del mundo, aun así hay muy poca, o ninguna, concienciación sobre la importancia de [su] conservación”.
Ikemeh no planeó la investigación del colobo rojo del Delta del Níger. Estaba supervisando una población de chimpancés de Nigeria-Camerún (Pan troglodytes ellioti
Petróleo derramado en el suelo del Delta del Níger. Foto de: Rachel Ashegbofe Ikemeh.
A pesar de esto –y del hecho de la especie esté catalogada en la Lista Roja de la UICN como En Peligro Crítico de Extinción desde 2008− no hay ninguna ley que proteja a estos monos. Actualmente, es perfectamente legal que un cazador dispare a un colobo rojo del Delta del Níger si lo avista.
“Nuestro grupo creyó que podíamos intentar trabajar desde los esfuerzos que se habían hecho en el pasado y hacer uso de los recursos disponibles […] para contribuir de forma significativa”, afirma Ikemeh, que espera poder proteger a este mono presionando a los gobernantes para que aprueben leyes de protección, trabajando con las comunidades locales y llevando a cabo investigaciones.
Sin embargo, los desafíos son enormes. El Delta del Níger se ha convertido en un sinónimo de desastre medioambiental ya que la región ha sufrido décadas de explotación petrolera mal controlada que ha acarreado numerosos derramamientos. La industria también ha transformado las vías navegables locales con canales y redes de tuberías, que posiblemente hayan afectado a la especie. Por último, las batallas por el petróleo han obstaculizado los esfuerzos para aislar zonas del Delta como áreas protegidas.
Mientras tanto, Nigeria ha sufrido una acelerada deforestación: entre 2000 y 2010, el país perdió casi una tercera parte de sus bosques. En la primera mitad de la década, Nigeria tuvo la mayor pérdida de bosques primarios del mundo. No es ninguna sorpresa que la pérdida de su hábitat sea la mayor amenaza para el colobo rojo del Delta del Níger.
“El Hallea ledermannii −comúnmente conocido como ‘Abura’− es uno de los árboles más importantes en la alimentación del colobo rojo del Delta del Níger, pero también es un árbol de madera muy valiosa para muchos leñadores y es uno de los primeros árboles que se tala cuando los equipos de deforestación invaden una zona boscosa en la región”, apunta Ikemeh.
La invasión de las empresas petroleras y sus empleados también ha conllevado cambios en la alimentación local que ha pasado de tener una dieta basada principalmente en el pescado a comer más carne salvaje.
“Aunque muchos habitantes locales afirman que esta especie no es una fuente de alimentación prioritaria, algunos cazadores declaran que es uno de los monos más fáciles de matar en el bosque porque es algo lento, sobre todo si se compara con otras especies de monos, así que los cazan cuando pueden”, cuenta Ikemeh.
Colobo rojo del Delta del Níger. Ilustración de: Stephen Nash. |
Con solo unos pocos centenares de ejemplares no harían falta demasiados viajes de caza para acabar con la especie. Es posible que el colobo rojo del Delta del Níger se convierta en la primera especie de primates que se extingue en cien años. Ikemeh afirma que todavía hay tiempo para evitar que la especie desaparezca para siempre, pero solo si los gobernantes nigerianos declaran la caza de esta especie ilegal y además protegen los árboles abura.
Además, cuenta “al menos 500 quilómetros cuadrados de la zona anterior y actual de distribución de la especie se deben marcar como zonas estrictas de conservación donde todas las formas de explotación forestal y otras actividades humanas estén prohibidas de forma legal y se respeten activamente”.
Ikemeh afirma que la comunidad internacional puede ayudar si hace un llamamiento al gobierno para que éste emprenda acciones para salvar al colobo rojo del Delta del Níger.
“Estos son ciertamente pasos severos para la conservación, pero son vitales”, afima. La “conservación severa” será necesaria no solo para evitar que el colobo rojo del Delta del Níger se dirija a la extinción, sino para que no suceda a muchos otros primates del mundo. Nuestros parientes más cercanos – tanto simios como monos, lémures, tarseros, lorises y galagos− se enfrentan a un cúmulo de acciones humanas, desde deforestación al comercio de carne salvaje o a la creciente población humana que compite por los recursos. Si podemos pasar otro siglo sin perder ni una sola especie de primates, será debido a la voluntad de los líderes de atajar los desafíos medioambientales mundiales y a la decisión de los conservacionistas como Rachel Ashegbofe Ikemeh de defender a los primates olvidados.
El proyecto de Rachel Ashegbofe Ikemeh está financiado por Primate Conservation Inc., Explorers Club y Eddie Bauer Grants for Expeditions, la Fundación de Biodiversidad Margot Marsh y la Fundación de la vida salvaje Africana. El trabajo también cuenta con el apoyo del Departamento Federal Forestal de Nigeria y el Departamento Forestal del Estado de Bayelsa.
Aviso: las dos últimas fotografías son muy explícitas
Explotación forestal en el Delta del Níger. Foto de: Rachel Ashegbofe Ikemeh.
Otra ilustración del colobo rojo del Delta del Níger. Ilustración de: Stephen Nash.
Grupo de colobos rojos del Delta del Níger. Existen pocas fotografías de esta especie desconocida en gran medida y en Peligro Crítico de Extinción. Foto de Racher Ashegbofe Ikemeh.
Descuartizando a un colobo rojo del Delta del Níger para meterlo en la olla. Bajo la ley actual, la caza de esta especie es legal a pesar de su estado de En Peligro Crítico de Extinción. Los habitantes locales de la región sufren la pobreza desbastadora y la destrucción medioambiental. Foto de: Noel Rowe.
Colobo oliva, otra especie que se encuentra en el Delta del Níger, asesinado por cazadores de carne salvaje. Foto de: Rachel Ashegbofe Ikemeh.