- Miles de observadores de aves y aficionados en todo el planeta saldrán mañana para registrar la mayor cantidad de especies vistas en un día.
- Países con mayor biodiversidad de avifauna se han preparado durante meses para esta competencia global. En este grupo, además de Perú y Colombia, también están Ecuador y Brasil.
Chris Wood es un experto en aves, un observador agudo que en solo 15 minutos logró ver 20 diferentes especies en la selva de Iquitos en Perú. Es un apasionado de la ciencia y la conservación que lidera el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, espacio científico que dio origen a eBird, un programa creado hace 20 años que se ha convertido en una plataforma global en la que observadores de aves informan sobre los registros de sus avistamientos.
“Como la base de datos de eBird seguía creciendo, pensamos ¿qué pasaría si todos los observadores de aves, alrededor del mundo, trabajamos en equipo un solo día?, ¿cuántas especies de aves se podrían ver durante 24 horas? Y con esta idea lanzamos el Global Big Day en el 2015”, cuenta Wood sobre el surgimiento de esta competencia anual entre observadores de aves de todo el planeta.
Cuando el equipo de eBird lanzó por primera vez el Global Big Day jamás pensó que se convertiría en una pugna por alcanzar el primer lugar entre los países con mayor biodiversidad de aves: Colombia, Perú, Ecuador y Brasil.
Los dos primeros años, 2015 y 2016, el primer lugar en cuanto a mayor número de especies vistas y registradas lo obtuvo Perú, colocándose como el bicampeón mundial. Sin embargo, para el 2017, Colombia se coronó ganador del Global Big Day con 1487 especies avistadas en un solo día.
“Nosotros no teníamos idea de que el Global Big Day se convertiría en una competencia entre estos cuatro países. Pero es súper chévere porque las personas pueden trabajar juntas y descubrir dónde habitan las aves de su país”, dice Wood.
Los competidores están listos para salir mañana sábado 5 de mayo y participar de una sana competencia donde lo más importante no será ganar, sino encontrarse con la biodiversidad de su país.
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Colombia, lista para un nuevo triunfo
Carlos Mario Wagner es el coordinador del Global Big Day para el departamento del Valle del Cauca en Colombia y este año se alista para recorrer nuevamente la carretera hacia Buenaventura, donde el año pasado pudo observar un torito de colores (Capito quinticolor), la más rara que su grupo registró en 2017.
Wagner dice que el Global Big Day es como la Copa del Mundo de las Aves. “La competencia del año pasado ha sido una demostración del potencial que tiene Colombia en lo que respecta a observación de aves. En 24 horas se vieron más de 1400 especies, una muestra de lo que tiene Colombia y una muy buena publicidad para el país”, comenta.
Pero, además, está seguro que el Global Big Day del 2017 ha sido una muy buena forma de unir a los colombianos, puesto que por temas políticos y por la firma del tratado de paz con la guerrilla de las FARC, el país estaba muy polarizado. “La observación de aves se convirtió en una muy buena causa para dejar de lado las diferencias y en una experiencia de colaboración y hermandad”.
El experto en aves se alegra de que ahora estén abiertas muchas zonas a las que no se había podido acceder durante el conflicto armado. Entonces, estos nuevos recorridos pueden haber sido la razón del incremento en el número de especies observadas en 2017. “Hay zonas espectaculares a las que se ha podido entrar con el posconflicto como la Serranía del Perijá, en la frontera con Venezuela, y el departamento del Cauca en el suroccidente de Colombia”.
“Estamos listos para volver a volar” es el lema del Global Big Day en Colombia para este año y en su fanpage se encuentran fotos de diferentes especies de aves con el hashtag #cadaavecuenta.
Diego Calderón, uno de los coordinadores nacionales del Global Big Day en Colombia espera que este año se puedan registrar más de 1500 especies en su país. “El año pasado fuimos alrededor de 2000 personas y este año seremos más. Queremos volver a ganar, pero siempre manteniendo un espíritu de camaradería con los otros países como Perú y Brasil, nuestros más cercanos competidores por la cantidad de aves que hay en esos países”.
En Antioquía —continúa Calderón— se han designado más de 100 rutas para observar aves y contamos con unas 500 personas listas para participar mañana. El lugar que él ha escogido es el Parque Nacional Orquídeas, donde espera encontrar una de las 30 especies que aún no han sido registradas en ese departamento. “El año pasado se logró ver 659 especies en Antioquia y este año queremos superar esa cifra. Creo que el Global Big Day es la actividad de ciencia participativa increíble, pues son más de 2000 personas que se van por todo el país solo para ver aves. Personalmente, es una excusa para recorrer Colombia y conocerla. Es como leer la biogeografía del país a través de sus aves”.
Otro colombiano muy conocido en el mundo de la ornitología es Luis Miguel Renjifo, Vicerrector de investigación de la Pontificia Universidad Javeriana y editor del Libro Rojo de las Aves de Colombia. Como científico considera que los datos que se almacenan en el eBird —plataforma que ya ha alcanzado 500 millones de registros de aves en todo el mundo— son esenciales para quienes se dedican a la investigación. “Los datos de observadores de aves son muy importantes. Cuando hacíamos los análisis para el último libro, la información colombiana en eBird no estaba bien documentada como ahora. Sin embargo, fueron importantes los datos que nos compartieron observadores de aves colombianos”.
El académico considera que la gran cantidad de datos que se recolecta a través de los observadores de aves que suben la información a eBird no podría lograrse con los métodos que se utilizaban antes. “Ahora se cuenta con una gran base de datos mundial y vamos descubriendo en qué situación se encuentran las especies de cada país”, explica.
Renjifo señala que en Colombia hay 17 especies de aves en peligro crítico de extinción. No obstante, en términos porcentuales, la situación de la biodiversidad de aves no es crítica en Colombia, comenta.
“El Global Big Day se está transformando en una actividad muy popular que además aporta al interés de la gente por la conservación de las aves. Hay especies como los cucos terrestres (Neomorphus) que son el sueño de los observadores de aves más entusiastas. De las cuatro especies que hay en el país yo solo he visto una”, cuenta el investigador que mañana estará en el oriente de Cundinamarca para buscar y registar aves.
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Perú, preparado para un nuevo reto
Hasta el 1 de mayo se habían registrado 381 equipos para el Global Big Day en Perú. La cantidad de inscritos en la plataforma creada por el Centro de Ornitología y Biodiversidad (Corbidi) da cuenta del interés por participar en este evento mundial.
Fernando Angulo, integrante de Corbidi y uno de los impulsores del Global Big Day en Perú, asegura que la competencia está cambiando, pues ahora no se pelea por el primer lugar, sino que cada país compite contra su récord del año anterior.
“Cada año hay más personas involucradas. Ya hemos superado los 300 equipos y tenemos coordinadores en todas las regiones del país y se han identificado 297 sitios para salir mañana a pajarear. Así, cada región se ha organizado y el nivel de contacto entre las personas es cada vez mayor”, asegura.
En el 2017, Perú registró 1338 especies de aves durante el Global Big Day. Angulo dice que el objetivo del 2018 es superar la cifra del año pasado. “Si tenemos más participantes, cubrimos más lugares y logramos ver más especies que en el 2017, entonces habremos ganado”, sostiene.
Para él, lo mejor de esta competencia ha sido ver la satisfacción de la gente que participó en las versiones del 2015 y 2016, cuando Perú resultó ganador. “Había personas que salieron por primera vez a observar aves y reportaron sus avistamientos en el eBird, entonces, cuando Perú ganó, esas personas sentían que habían contribuido con el triunfo. Fue una de las cosas que más satisfacción me ha dado”.
Entre las especies más difíciles de ver en Perú —dice el experto— figuran el Tucán de ceja amarilla, el Tangara de garganta naranja y el Hormiguero de garganta blanca. “Yo espero ver este año el gavilán de vientre gris y el hormiguero de frente rufa, entre otros”, comenta mientras se prepara en la Estación Biológica Los Amigos, en Madre de Dios, para salir mañana en busca de las aves de esa región.
Por su parte, Jorge Novoa, también de Corbidi, señala que este año más de 200 instituciones, entre públicas y privadas, se han sumado a esta actividad. “Hay maestros de escuela, funcionarios públicos, operadores de turismo, ONG de conservación y de ayuda social y personas naturales que saldrán a recorrer el país para mirar aves. Nuestro objetivo es que el ‘pajareo’ se convierta en una actividad masiva y que sea el hilo conductor de las personas con la naturaleza”, expresa.
Novoa, cuenta que el año pasado se registraron dos nuevas especies durante el Global Big Day. Fue en la región Tumbes, en el norte del Perú, donde se encontraron el Tucán del chocó (Ramphastos brevis) y el Tucán de pico negro o tucán guarumero (Ramphastos ambiguus). “Estos datos sorprenden. No sabemos que encontrarán quienes se van a Cordillera Escalera, a El Sira, a Plataforma, a la Cordillera del Cóndor, o a la frontera con Bolivia, Ecuador y Brasil. Son lugares menos explorados por la distancia y la logística que significa llegar hasta ahí. Puede ocurrir que lo que no se registró antes se vea ahora”, explica.
Antonio García, responsable del Global Big Day en la región Amazonas, cuenta que en Chachapoyas, donde él vive, se ha tenido que capacitar a mucha gente, pues la mayoría de los interesados en participar este año, no sabía cómo identificar las aves, qué equipos utilizar, entre otros detalles. “Hicimos capacitaciones en diferentes lugares. Lo importante era lograr que cualquier persona interesada en aves tenga la capacidad de reconocerlas”.
Cuenta también que alguna vez logró observar unas 250 aves en un día, en Madre de Dios. Menciona también que el año pasado inició su recorrido en la frontera con Ecuador, con un grupo en el que estuvo su hija. “Creo que de alguna forma estoy influyendo fuertemente en otras personas. Espero que esta actividad se pueda transmitir de generación en generación. Sería muy bonito”.
Foto portada: Richard Hirano / Promperu