- Investigador colocó malla gigante para simular las condiciones climáticas que se presentarán por el incremento de la temperatura.
- Experiencia permitirá adelantarse a lo que sucederá en estos ecosistemas para tomar decisiones adecuadas para el futuro.
“Es como haber creado una ventana para mirar al futuro y saber qué sucederá en los bosques nubosos por efectos del cambio climático”, dice Aimy Cáceres, directora de Ciencia e Investigación de Conservación Amazónica. Se trata de un innovador proyecto instalado en el bosque nublado de la Estación Biológica Wayqecha, manejada por la organización Conservación Amazónica en la región peruana de Cusco.
El experimento consiste en recrear en el campo un ambiente con las condiciones reales que ocasionaría el aumento de la temperatura debido al cambio climático. Para ello, el científico Dan Metcalfe, de la Universidad de Lund, de Suecia, diseñó un sistema basado en gigantescas mallas de 40 metros de alto que rodean una extensión de 30 por 30 metros del bosque nublado.
Hasta ahora, las modelaciones sobre los efectos del cambio climático indican que el aumento de la temperatura ocasionará que las nubes se eleven por encima de su nivel actual. Uno de los ecosistemas que se verá afectado por este fenómeno será el de bosque nublado, que tiene la particularidad de no ser muy alto porque se ubica en zonas de montaña y depende directamente de la humedad que le proporcionan las nubes.
“Estos bosques actúan como un atrapaniebla, pues cuando la humedad llega se condensa en las hojas de los árboles y forman gotículas que caen al suelo, donde son absorbidas. El proceso permite que un bosque de esas características se desarrolle, así como toda la biodiversidad que depende de él”, señala Cáceres.
Entonces, al instalar estas mallas, Metcalfe ha creado un ambiente en el que la vegetación del bosque no recibirá la humedad que se generaba gracias a las nubes porque esta quedará suspendida en la red que lo rodea. De esta forma, se creará un ambiente que simularía las condiciones provocadas por el cambio climático.
La especialista de Conservación Amazónica dice que hasta ahora solo se sabe lo que sucedería en estos bosques gracias a las modelaciones hechas por computadoras. Pero lo que se desconoce es qué efectos se presentarán en el campo, es decir, en la biodiversidad de estos bosques, en su ciclo hidrológico y con su capacidad para secuestrar carbono.
“El objetivo de esta investigación ha sido proporcionar las primeras predicciones claras de los impactos del cambio climático en la estructura y la función del bosque nuboso”, explica Metcalfe sobre su investigación denominada La importancia de las nubes para la biodiversidad, la hidrología y el secuestro de carbono de los bosques tropicales nublados.
El investigador precisa que hasta ahora, los trabajos que se han hecho en el bosque nuboso se han centrado en componentes individuales o han observado cambios a lo largo del tiempo. Sin embargo, es la primera vez que se realiza una investigación que involucra todo el ecosistema. “Nuestro acercamiento, aplicando la manipulación del ingreso del agua de las nubes a todo el ecosistema, proporcionará una prueba más controlada e inmediata de cuán sensible es todo el bosque al cambio climático”.
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Especies resistentes
Este experimento empezó en octubre de 2017, por lo que los datos que se han recopilado sobre el ciclo del carbono y los nutrientes, así como sobre la supervivencia de las plantas y la hidrología aún están en proceso de análisis.
“El experimento nos permitirá identificar cómo el cambio climático afecta el almacenamiento de carbono en todos los bosques, y qué especies y grupos de plantas serán más sensibles a las variaciones del clima”, agrega el científico.
Esta información es muy valiosa —añade la especialista de Conservación Amazónica— pues permitirá conocer ahora lo que realmente sucederá con el cambio del clima, para poder tomar decisiones en el futuro. “En la institución estamos especialmente interesados en la ciencia que puede apoyar la conservación. Por ejemplo, basándonos en este proyecto podemos saber qué especies serán más resistentes a la falta de humedad y podremos tomar mejores decisiones para nuestros proyectos de reforestación”.
Cáceres dice que de esta forma se evitará reforestar con especies que al final van a terminar muriendo o teniendo problemas cuando disminuya la humedad. Añade que a través de este experimento también se está recopilando información sobre la capacidad de distintas especies de árboles y de las lianas para captar agua.
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Explorando Wayqecha
Le preguntamos a Metcalfe si su experimento se puede aplicar a otros ecosistemas, y nos responde que sí. Explica que además de los bosques nubosos tropicales que se distribuyen en todos los continentes, los pastizales tropicales de altura, como la puna en Perú, también están fuertemente controlados por el agua de las nubes, y hay grandes áreas de ecosistemas afectados por las nubes en regiones templadas. Aunque advierte que debe tenerse cautela en la aplicación de estos resultados a otros sistemas, debido a las grandes diferencias en los tipos de plantas.
No obstante, considera que, ante la falta de información disponible, este experimento es un importante punto de partida para formular predicciones razonables sobre cómo pueden responder otros ecosistemas.
En cuanto a la elección de Wayqecha como centro del experimento, Cáceres explica que en esta área de conservación privada el bosque nublado se encuentra en buen estado de conservación. Agregó que, desde hace 10 años, científicos de Andes Biodiversity and Ecosystem Research Group realizan investigaciones sobre la biodiversidad en los Andes Amazónicos relacionados con el cambio climático.
La instalación del experimento no estuvo libre de complicaciones. Se tuvo que conseguir la enorme cortina, diseñar el soporte para mantenerla, y contar con la logística adecuada para recrear el ambiente en medio de la selva peruana. Un esfuerzo que duró varios años.
Pero ahora, la información que está surgiendo de esta simulación ofrecerá información valiosa para un bosque que alberga gran cantidad de biodiversidad entre pumas (Puma concolor), osos de anteojos (Tremarctos ornatus), especies de aves como colibríes (Trochilidae), conejo andino (Sylvilagus andinus), entre otros, pero que además resultará seriamente afectado por el cambio climático.